COLONIZACIÓN, BONANZAS Y GRUPOS ARMADOS

Entre los años 70 y 80, en Vista Hermosa se vivieron las bonanzas de la marihuana y la coca. Esto convirtió al municipio en un lugar de interés al que llegaron guerrillas como las Farc, grupos de autodefensa y de seguridad privada, esmeralderos de Boyacá, narcotraficantes del Cartel de Medellín y finalmente grupos paramilitares.

La historia de Vista Hermosa comienza en 1964, año en que fue fundada como inspección de Policía del municipio de San Juan de Arama. Los primeros colonos le pusieron a esta zona “Puerto Dulce” pero con el tiempo se dieron cuenta que desde allí podía verse la Sierra de la Macarena, así que le cambiaron el nombre por uno que reflejara mejor sus atributos, por eso le llamaron Vista Hermosa.

Según Alfredo Molano en su texto Aproximación al proceso de colonización de la región del Ariari-Guayabero, desde su fundación, Vista Hermosa fue un lugar central para la compra y venta de productos de la región, lo cual respondía a una bonanza agrícola que vivía el Meta. A causa de esta bonanza, entre los años 60 y 70 hubo una ola importante de migración hacia el municipio y eso explica por qué para esa época, las familias de algunas lideresas del municipio llegaron de diferentes partes del departamento y el país.

Entre los 60 y 70, Vista Hermosa fue central para la bonanza agrícola de la región. Foto: María Jimena Neira Niño.
Entre los 60 y 70, Vista Hermosa fue central para la bonanza agrícola de la región. Foto: María Jimena Neira Niño.

Luz Mila Rey, de 57 años, llegó a Vista Hermosa cuando tenía 7 años, proveniente del municipio de Restrepo en el Meta. Ella no recuerda muy bien las razones pero asegura que su madre y su padre llegaron a trabajar en fincas y con el tiempo se compraron una tierra para trabajarla. En 1974 llegó Martha Hernández proveniente Palmira, Valle del Cauca. “Mi papá se dejó convencer, se vino a conocer el Llano y a trabajar que porque por acá era bueno para trabajar, que se prestaba para muchas cosas y pues ya aquí quedamos. Yo tenía 8 años y ahora tengo 53, todo ese tiempo he estado acá”, asegura Martha.

En Vista Hermosa también existen lideresas provenientes de departamentos como Boyacá, Manizales, Cauca o Nariño de familias que llegaron al municipio en búsqueda de mejores oportunidades. Las siguientes décadas, el municipio siguió siendo un foco importante de migración y colonización de personas de todas partes del país pero esta vez a causa de otras bonanzas que no volvieron a ser agrícolas.

“Se dice que hacia 1974-75 se trajeron de la Sierra Nevada las nuevas semillas de marihuana y que se plantaron con éxito en las cercanías de Vistahermosa (sic). Cuando en la Costa el negocio se puso difícil, los Llanos surgieron como una alternativa, y en Vistahermosa comenzaron a regalarse semillas, a impartirse instrucciones técnicas y a darse pequeños créditos para sembrar la yerba"

- Alfredo Molano, “Aproximación al proceso de colonización de la región del Ariari-Guayabero”.

Los años de la bonanza agrícola habían acabado pues la marihuana se configuró rápidamente como el centro de la economía del municipio. Vista Hermosa fue tan importante durante la bonanza “marimbera” que se construyeron aeropuertos en los que salían a diario aviones llenos de marihuana hacia el exterior. En una sola cosecha, este cultivo le brindó a la población campesina los ingresos de años de cosechar maíz, arroz, plátano y yuca, así que mucha gente empezó a cultivar como una forma de mejorar sus condiciones de vida. Esta bonanza se fue tan rápido como llegó pues entró en crisis por falta de demanda y dejó al campesinado con problemas económicos y de estigmatización.

“La marihuana y la coca llegaron a la región del Ariari en la década de los setenta, pero solo en la segunda mitad de esta se colocaron en primer plano de la economía de una parte de la región. Primero llegó la marihuana. Los campesinos dicen que su apogeo no duró más de dos años largos, porque fue sustituida por la coca, cuya bonanza se inició hacia 1978”

- Justo Casas y Gustavo Roncancio, “Para volver a empezar. El Ariari”.

El mismo año que llegó la bonanza cocalera, llegaron las Farc a Vista Hermosa. El 7 de marzo de 1978 se tomaron el municipio y crearon el Frente Séptimo el cual continuó operando por años en el municipio. Hoy en día este frente es conocido porque en el marco del proceso de paz de La Habana no se desmovilizó y en cambio se convirtió en disidencia de las Farc.

Fuente: Cultivo de coca, un dorado efímero, “Coca, guerrilla, colonización y narcotráfico en La Macarena”.
Entre los 60 y 70, Vista Hermosa fue central para la bonanza agrícola de la región. Foto: María Jimena Neira Niño.

Según Óscar Arcila en su texto Coca, guerrilla, colonización y narcotráfico en La Macarena, la coca vivió sus mejores años antes de que comenzara la década del 80. El kilogramo de base de pasta de coca llegó a costar 1'100.000 pesos pero fue fugaz pues la coca entró en crisis y el mismo kilogramo pasó a costar 80.000 pesos en 1983. Un año después, Rodrigo Lara Bonilla fue asesinado por orden de Pablo Escobar así que desde el gobierno se idearon estrategias para combatir con más fuerza el narcotráfico. En este contexto, en 1984 la coca vivió una nueva bonanza y el kilo de pasta subió nuevamente hasta costar 500.000 pesos.

En 1981, el M-19 secuestró a Martha Nieves Ochoa, hermana de Fabio, Jorge Luis y Juan David Ochoa, del Cartel de Medellín y en retaliación por ello, crearon el grupo paramilitar MAS (Muerte a Secuestradores). Luego de la liberación de Nieves este grupo se acabó pero de ahí en adelante en el país se empezó a asociar a cualquier grupo paramilitar con el MAS bajo el nombre de “Masetos”.

Para mediados de los años 80, según Verdad Abierta, en la mayoría de pueblos del Meta habían grupos de “Masetos” o autodefensas que asesinaron a dirigentes de izquierda y perpetraron masacres contra la población. Fueron en total 10 masacres en el Meta entre 1987 y 1992. Como asegura Alfredo Molano, la coca trajo “la prosperidad para muchos y la violencia para todos”.

María López* asegura que el tiempo de las autodefensas fue el peor porque tuvo que pasar muchas humillaciones. Ella recuerda que en una ocasión llegaron a su casa e hicieron que se tirara al piso boca abajo. El golpe y el susto le produjeron un aborto. “Yo nunca he denunciado eso por pena ¿sí ve los complejos que uno se lleva? Es que una cosa es contar y otra cosa es vivir lo que uno vivió”, afirma María.

Según el informe Violencia paramilitar en la Altillanura: Autodefensas Campesinas de Meta y Vichada, del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), a mediados de los años 80 entraron dos nuevas fuerzas a los Llanos Orientales. Por un lado, llegaron esmeralderos de Víctor Carranza, el “zar de las esmeraldas”, y compraron tierra para minería y ganado, las cuales eran protegidas por ejércitos de seguridad privada. Por otro lado, llegaron narcotraficantes del Cartel de Medellín al mando de Gonzalo Rodríguez Gacha, alias “El Mexicano” y junto con Carlos Lehder montaron laboratorios para el procesamiento de la hoja de coca.

Aunque entre esmeralderos de Carranza y narcotraficantes de Gacha había serios conflictos por el control del territorio, en un punto decidieron establecer alianzas para combatir a su enemigo en común: las Farc. Decidieron entonces llevar a miembros de las Autodefensas Campesinas de Puerto Boyacá como Jesús Medrano alias “Aníbal” desde el Magdalena Medio hacia los Llanos Orientales, lo que propició la entrada del paramilitarismo a la región. Estos también fueron conocidos en la región como “Los Carranceros” y luego llevaron el nombre de Autodefensas Campesinas del Meta y Vichada. Si bien estas no operaron de manera significativa en Vista Hermosa, fueron un actor clave para el paramilitarismo de los Llanos.

El 28 de marzo de 1984, el gobierno de Belisario Betancourt y las Farc firmaron los Acuerdos de La Uribe en el Meta. En el acuerdo se ordenó la creación de un partido político que luego llevó el nombre de Unión Patriótica (UP) y que pretendía ampliar la participación política de sectores marginados a través de la unión de partidos y movimientos de izquierda.

María del Carmen Bermúdez Baquero, madre de Luz Mila y Luvidia Rey, desapareció en esa época, exactamente el 15 de enero de 1985. El día que desapareció, ella iba en un bus rumbo al municipio de Granada, a una hora de Vista Hermosa, con el fin de asistir a una cita médica. Luvidia tenía cuatro años y Luz Mila tenía veintidós así que tuvo que hacerse cargo de la crianza de su hermana. Después de más de treinta años de búsqueda, la única hipótesis que ellas tienen sobre la desaparición de su madre, es que fue un grupo relacionado con la guerrilla.

Cuando se creó la UP, las Farc no entregaron sus armas, pues no estaba dispuesto en el acuerdo. En ese momento el país vivía un ambiente de polarización frente a lo pactado y las acciones armadas tanto de la guerrilla como de las fuerzas armadas eran constantes. Como se asegura en el informe Todo pasó frente a nuestros ojos. Genocidio de la Unión Patriótica 1984-2002, del CNMH, en ese momento “los fusiles no solo no se entregaron, sino que no se silenciaron”.

En marzo de 1986, casi un año después de su creación, integrantes de la UP participaron en las primeras elecciones nacionales en las cuales obtuvieron curules en el Congreso, en asambleas departamentales, alcaldías y concejos municipales. Esta fue la primera vez que mujeres en el Meta participaron masivamente y fueron elegidas en cargos políticos como el caso de la alcaldesa del municipio de El Castillo, María Mercedes Méndez. La tradición política de izquierda de Vista Hermosa hizo que la UP obtuviera mayoría de votos en varios cargos del municipio como la alcaldía.

Durante esa época, un hijo de Martha Hernández fue reclutado cuando todavía era menor de edad. Martha tenía cuatro hijos más y era cabeza de hogar así que no le alcanzaba para darle estudio a todos. Su hijo se fue a trabajar al caserío La Cooperativa y fue reclutado por la guerrilla. Estuvo en la selva unos años hasta que se escapó y volvió con su madre.

“Cuando él era niño dejó de estudiar porque me quedaba muy duro trabajar y darles el estudio. Se fue al campo, por los lados de La Cooperativa y en ese entonces lo mandaba la guerrilla así que todos tenían que unirse con ellos o sino los cogían a las malas, los hacían firmar. A mi hijo me lo tuvieron dos o tres años porque se puso a tomar trago, la guerrilla le hizo firmar un papel y al otro día se lo llevaron. Cuando fue la zona de distensión él volvió y me dijo: mamá no quiero estar más en el monte”

- Martha Hernández.

En el mismo momento en que comenzó a funcionar la UP también comenzó su exterminio. Esta época fue conocida como el “genocidio de la UP” porque fueron asesinados masivamente, miles integrantes del partido que habían sido elegidos por voto popular. Dentro de estos se encontraban Julio Cañón, alcalde de Vista Hermosa y Luz Marina Arroyabe, secretaria del partido en el municipio, declarados en 2014 por la Fiscalía como crímenes de lesa humanidad.

Paralelo al exterminio de la UP, en Vista Hermosa comenzó una época de asesinatos selectivos y masacres constantes por parte de diferentes actores armados, incluida la fuerza pública. Según el CNMH, entre 1986 y 1996, en el municipio se registraron nueve masacres. Dentro de las víctimas fueron asesinadas mujeres militantes de la UP como Yineth Velásquez, María Dolores Pedroza y Edilma Pedroza, según Rutas del Conflicto.

En 1989, Manuel de Jesús Pirabán alias “Pirata” llegó a Vista Hermosa, proveniente de las Autodefensas de Cundinamarca manejadas en ese entonces por Gonzalo Rod. Su objetivo era conformar un grupo de autodefensas en este municipio del Meta para disputarse el control de la coca con los frentes 22 y 47 de las Farc. Unos años después, en 1991, “Pirata” fue trasladado a San Martín, Meta, a comandar otro grupo de autodefensas financiado por ganaderos y terratenientes de la zona. A pesar de su traslado, por años en Vista Hermosa siguieron ocurriendo masacres y asesinatos selectivos y los grupos armados continuaron delinquiendo.

En 1997, paramilitares de los hermanos Castaño, entonces integrados en las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), llegaron al Meta provenientes del Urabá antioqueño. Esto hacía parte del proyecto de expansión del paramilitarismo hacia el sur del país, que pretendía quitarle el control de la droga a la guerrilla en zonas como el Meta y el Guaviare.

Fuente: Archivo Periódico Llano 7 días.

Su llegada a esta región se anunció a través la masacre de Mapiripán, Meta. Esta fue perpetrada entre el 14 y 20 de julio de 1997 por más de 120 paramilitares de los Castaño y por grupos de autodefensas de los Llanos, con apoyo de la fuerza pública. Allí fueron asesinadas cerca de 50 personas, lo que provocó el desplazamiento de al menos el 70% de la población del municipio. Después de la masacre, Carlos Castaño sentenció que habría más “mapiripanes”.

Como parte de este proceso de expansión, Carlos y Vicente Castaño reunieron a todos los grupos paramilitares del país y los llamaron Autodefensas Unidas de Colombia (Auc). En Vista Hermosa funcionó el Bloque Centauros el cual comandaba alias “Pirata”, pero que unos años después fue vendido al narcotraficante Miguel Arroyave, alias “El Arcángel”. Arroyave junto con Diego Rendón, alias “Don Mario”, a partir de ese momento se apoderaron de gran parte del negocio de la droga en el departamento.



*Nombre modificado para mantener el anonimato de la entrevistada.

1960-1997

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2002-2009

2010-2019