Los ríos

Río Tarra

LA HISTORIA

Tarra, río de muerte y soledad

Las aguas del río Tarra transportaron por meses los cadáveres de los campesinos ejecutados.

Los días de terror iniciaron el 16 de febrero del año 2000, cuando al casco urbano y la zona rural del municipio El Tarra ingresaron los integrantes del Bloque Catatumbo de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), un grupo armado proveniente del departamento de Córdoba, que ingresó a la zona del Catatumbo en 1999. 

Ese día, tras la incursión paramilitar al mando de Armando Alberto Pérez Betancur alias 'Camilo', un excapitán del Ejército, asesinaron a 20 personas cuyos cuerpos fueron desmembrados y lanzados al río Tarra. Probablemente, muchos de estos cadáveres llegaron a otro río, el Catatumbo, otro afluente que baña este municipio y que se une al mencionado Tarra en el estado Zulia de Venezuela.

El grupo de hombres, liderados por ‘Camilo’, amenazó a los moradores con asesinarlos sino abandonaban sus tierras, por lo que se presentó un gran éxodo de campesinos hacia el casco urbano de El Tarra. Como acto de presión, los 'paras' quemaron sus viviendas.

En julio de 1999, alias ‘Camilo’ había advertido de las masacres de Filo Gringo y del casco urbano de El Tarra a representantes de comisiones interinstitucionales que habían visitado a Norte de Santander, pero este anuncio fue desconocido por el Gobierno Nacional.

El alcalde de El Tarra de ese entonces, Javier Carrascal, la personera Ledi Torcoroma Bonnet y el capitán Mauricio Sánchez, pidieron apoyo al Gobierno Nacional para evitar la llegada de los 'paras' a este municipio, pero no lo obtuvieron. La única arma con la que las autoridades defendían este pueblo era el teléfono con el que notificaban a diario las alteraciones del orden público.

Los desplazamientos se convirtieron en el común denominador en las zonas rurales de este municipio. Según los reportes del diario La Opinión, los campesinos de las veredas Playa Cotiza, Mineiro, Angalia, Bocas de Orú y Filo Gringo en zona rural de El Tarra, abandonaron sus viviendas el 20 de febrero de 2001 tras conocer que cuatro habitantes del sector Martillo Bajo fueron víctimas de una incursión perpetrada por las autodefensas.

El origen de este éxodo se dio la mañana del lunes 19 de febrero de 2001, luego de que hombres armados arribaron en canoa al caserío de Filo Gringo, donde habitaban 25 familias, y asesinaron frente a la comunidad a Luis Ramón Veloza, Heriberto Dora y otros dos habitantes sin identificar. Algunos pobladores declararon que estas víctimas pertenecían a la comunidad indígena Barí Misión Catalaura y que sus cuerpos fueron arrojados al río.

A este crimen masivo se sumaban las muertes selectivas que a diario se daban a conocer entre los moradores. El enfrentamiento entre paramilitares y guerrilleros convirtió la zona rural en un campo de batalla y obligó a los habitantes de las veredas a desplazarse al casco urbano, donde prefirieron afrontar la miseria antes que la muerte.

“En enero de ese año se encontraron ocho cadáveres en zonas aledañas a El Tarra y muchos de los cuerpos fueron enterrados como N.N.”, reseña el diario La Opinión el 21 de febrero de 2001.

El 10 de marzo de 2001, el cruce de balas entre guerrilleros y autodefensas cobraron la vida ocho campesinos en la vereda Mineiro. Para esa época, se lograron identificar los cuerpos de Teresa Beltrán Torres de 32 años y madre de siete menores, Yorly Salcedo de 25 años y madre de dos pequeños, Martín Contreras de 65 años, Mauricio Morantes y Lucy Aldana de 70 años, Geovanny Angarita de 23 años y Marta Arias.

Para esta fecha se hablaba de más de 100 desaparecidos y de varios cadáveres que han sido arrojados al río, según la publicación del 14 de marzo de 2001 del diario La Opinión. En los registros oficiales del Centro de Memoria Histórica, donde se contabilizaron algunos desaparecidos, no aparece el río Tarra como uno de los afluentes que soportó el conflicto.

El alcalde de El Tarra en ese entonces, Javier Carrascal Martínez, informó a la opinión pública la llegada de 30 familias desplazadas de las veredas La Unión, La Esperanza, La Angalia, Playa Cotiza, Caño Martillo, Caño Lajas, El Diviso, San Martín y Boca de Orú, y reclamó atención por parte del gobierno departamental, debido a que el municipio no contaba con los recursos para atender la llegada de los campesinos al pueblo.

Las veredas en conflicto se encontraban a ocho y diez horas de camino de la cabecera municipal y en ellas habitaban aproximadamente 5.000 campesinos dedicados a las labores del campo y el cultivo de coca. 

El río Tarra es uno de los tres afluentes que recorren las tierras del municipio El Tarra (Norte de Santander) junto con el Orú y Catatumbo. Es por esto que los ancestros de la comunidad Barí le dieron a su nombre el significado de “entre ríos”. Nace en la vereda El Trapiche del municipio de Ábrego y desemboca en las aguas del río Catatumbo. Recorre los municipios de El Tarra, Teorama, San Calixto, La Playa, Ábrego y Cáchira. Las cifras del Dane señalan que estos seis municipios acumulan una población cercana a las 106.562 habitantes.

Datos principales del río

Lugar de nacimiento
Vereda El Trapiche en el municipio de Ábrego
Lugar de desembocadura
Río Catatumbo - Jesús María Semprún, Estado Zulia (Venezuela)
Extensión
320 kms Kms
Departamentos por los que pasa el río
Norte de Santander,
Víctimas encontradas
  • 5
  • Víctimas no encontradas
  • 100
  • Iniciativas de memoria
    Reconstrucción de una casa usada para tortura, en casa de la cultura
    Grupos armados en la zona
    Paramilitares del Bloque Catatumbo (1999 - 2004)
    Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Farc
    Miembros de la fuerza pública
    Grupo armado no identificado
    Ejército de Liberación Nacional, Eln