Datos principales
Municipio y departamento: Cali , Valle del Cauca
Vereda y corregimiento: Nueva Floresta
Grupo Armado: Bacrim , Bandas Criminales Emergentes, Bacrim (2006 - )
Fecha: 2013-11-08
LISTADO DE VÍCTIMAS
Johan Sebastián Muñoz
Isaac García
Rafael Pinto Velazco
José Enrique Martínez
Carlos Augusto Rojas
Benny Rodríguez Burbano
Iván Ruiz Giraldo (funcionario del CTI)
Jefferson Romario Bonilla
Armando Holguín Manzano
**Líderes sociales y población vulnerable: Mostrará las masacresen las que murieron líderes de las comunidades, funcionariospúblicos, profesores, sacerdotes, políticos, indígenas, menores de edad y mujeres en estado de embarazo.
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Masacre de La Barra de la 44
Foto por: Juan Bautista Diaz - Revista Semana
Actualizado el: Vie, 10/11/2019 - 10:31
En la noche del 8 de noviembre de 2013, dos hombres entraron en el bar Barra de la 44, ubicado en el barrio Nueva Floresta del noroccidente de Cali, y asesinaron a nueve personas. Tres de las víctimas murieron inmediatamente a causa de los disparos, otras cinco fallecieron luego de asistencia hospitalaria y la última víctima perdió la vida después de cuatro meses en cuidados intensivos.
Entre las víctimas había un ingeniero del CTI de la Fiscalía de Cali, quien se encontraba en el bar por casualidad. Según el comandante para ese momento de la Policía Metropolitana, la masacre fue el resultado de enfrentamientos entre las bandas delincuenciales conocidas como 'La 40' y 'Bellos Horizontes', y tenía como principal objetivo el asesinato de José Enrique Martínez, alias ´TK’, jefe de ´La 40´.
En investigaciones de la Fiscalía se ha establecido que la masacre fue ordenada a la banda de ‘Bola Ocho’ por Alberto Moreno Valencia, alias ‘El Búho’, uno de los jefes de ´Los ‘Rastrojos’ en Cali, quien perteneció a las Auc de Nariño y por John Edinson Moreno Gómez, alias 'Moreno', responsable del reclutamiento de los victimarios de la masacre. Según fuentes de inteligencia, ‘Bola Ocho’ comenzó como sicario y ahora es un mando medio de 'Los Rastrojos', su banda tiene investigaciones por 28 homicidios.
Durante el 2014, por estos hechos fueron condenados dos de los tres autores materiales del crimen: José Luis Mosquera, alias 'Chisto', a 26 años de prisión, y Johan Alexánder Mosquera, alias 'El Cabezón', a 32 años, quienes recibieron tres millones de pesos como pago. A agosto de 2015, 18 personas han sido capturadas por la masacre y alias `El Búho´ fue pedido en extradición por narcotráfico.
Grupo armado relacionado:
Bandas Criminales Emergentes, Bacrim (2006 - )
Luego de la desmovilización de la mayoría de grupos paramilitares entre 2004 y 2006, varios narcotraficantes que pertenecían a diferentes bloques de las autodefensas se reorganizaron y continuaron delinquiendo. Desde ese entonces, el gobierno de Álvaro Uribe comenzó a referirse a estas nuevas estructuras con la sigla Bacrim, por Bandas Criminales Emergentes. En todo el país, antiguos subalternos de los grandes capos del narcotráfico tomaron el control del negocio y conformaron sus propios ejércitos. Los hermanos Juan de Dios y Darío Antonio Úsuga se quedaron con los negocios de Daniel Rendón Herrera, alias ‘Don Mario’, uno de los principales narcos de las Auc, que hizo parte del Bloque Centauros en los Llanos. Los Úsuga conformaron la banda de ‘Los Urabeños’, una de las más grandes del país, y que cuenta, según informes de inteligencia con más de 1.500 hombres distribuidos en varios departamentos. En el occidente del país, los hermanos Javier Antonio y Luis Enrique Calle Serna, conocidos como ‘Los Comba’, ex paramilitares que había delinquido con el cartel del Norte del Valle conformaron la banda ‘Los Rastrojos’, que asumió el control de los cultivos y laboratorios de coca en Nariño, Cauca y el Valle. En otras regiones del país, reductos paramilitares continuaron controlando el narcotráfico y asesinando líderes sociales. Estas Bacrim usan diferentes nombres como Ejército Revolucionario Popular Antisubversivo de Colombia, Erpac, en el Guaviare o las ‘Águilas Negras’, como son llamados varios grupos de este tipo en diferentes zonas, pero que no tienen ninguna relación entre ellos. Aunque varios de los jefes de estas bandas están tras las rejas o han muerto en enfrentamientos con la Policía, estos grupos continúan atacando las comunidades en las zonas en que se disputan el control del narcotráfico con asesinatos selectivos y masacres.