Lo público para todos y todas

La comunidad del municipio de Miranda, Cauca, se organizó para exigirle una rendición de cuentas a las autoridades y tener mayor transparencia en la inversión de recursos.

 

Camilo Quiseno, habitante del municipio de Miranda, Cauca, cuenta que en diversas ocasiones la falta de servicios públicos, en el año 2022, a raíz de las lluvias, se convirtió en una problema para su comunidad que parecía no tener fin. Esta situación fue una de las gotas que rebosó la copa de los habitantes del municipio, quienes decidieron organizarse para exigir transparencia a las autoridades por varias situación que los afectaban a diario.

Marisol Ramírez, lideresa de la organización Mujeres Sororas encabezó un proceso junto a varios miembros de la comunidad de Miranda. Comenzaron a trabajar para la creación de una mesa de diálogo que los ayudará a exigir una rendición de cuentas a las autoridades locales. Este es un mecanismo que les permite a los ciudadanos vigilar y controlar el actuar responsable de los servidores públicos que implica la transparencia de información, para evaluar la gestión a las entidades.

Todo el trabajo alrededor de esta iniciativa de la comunidad en Miranda comenzó en una escuela de control ciudadano en la que participaba Marisol, quien había llegado al territorio desde hace diez años. “Se aprendió de la importancia de la transparencia y la veeduría para hacer un control social a toda la inversión que llegaba al municipio”, cuenta la lideresa.

Marisol cuenta que para ese momento, la relación entre las autoridades y la población no era muy buena. La poca escucha de las instituciones, hacia las necesidades de la población de Miranda, estaba llegando a un punto que los ciudadanos estaban muy descontentos. Durante ocho meses, varios líderes y lideresas se prepararon en el ámbito de políticas públicas, para hacerle frente a las discrepancias que se evidenciaban en el territorio diariamente. Había problemas en el estado de las vías, en el suministro de servicios públicos y en la educación de los jóvenes.

En ese momento, diferentes grupos sociales como el Foro Nacional, el Consejo Municipal de Juventudes (CMJ), la Plataforma Juvenil, la Liga de Usuarios en Salud, la Organización Mujeres Sororas y Defensoras, la JAC Vereda Los Pinos, el Consejo Comunitario de Comunidades Negras Conzoplan Santa Ana, el Grupo Motor PDET y la Fundación de Mujeres Unidas para el Progreso de Todas (Fumuprot)  iniciaron un proceso en conjunto para pedirle a la Alcaldía Municipal una serie de cambios en búsqueda de la mejora y seguridad del territorio.

“Era la primera vez que hacíamos un proceso de control ciudadana tan grande, el buscar la información, el unir esa información, el crear un informe. Es decir, esa primera vez fue una experiencia de vida muy fuerte porque nos obligó a aterrizar y hacer las cosas más pausadamente y centradamente”, cuenta la lideresa.

Iniciativas de control ciudadano como la de Miranda enfrentan enormes retos, por la falta de transparencia en instituciones de diferentes niveles en el país, como lo señala Transparencia por Colombia. Esta es una organización no gubernamental, que lidera acciones que articulan y transforman actores sociales, políticos, estatales, entre otros, para vivir de manera íntegra y actuar a favor del bien común. La ONG ha hecho parte de trabajos con comunidades, que inician un proceso de veeduría, como lo fue el caso del municipio de Miranda, Cauca.

Transparencia por Colombia explica que uno de los mayores retos que se suele enfrentar la ciudadanía es encontrarse con instituciones cerradas que limitan la participación, por desconocimiento sobre los funcionarios y del derecho a intervención. Además, la organización señala que existen otras dificultades como lo son “una poca voluntad política para garantizar ese derecho, una poca inversión pública al sector de participación y la actuación condicionada al apoyo político en época electoral”.

La ONG resalta varios puntos claves para a la hora de comenzar estos procesos de veeduría ciudadana: “Construir agendas comunes que permitan la acción colectiva, apropiarse de instrumentos como la rendición y la petición de cuentas, continuar formándose en herramientas de acceso a información pública, generar alianzas con medios locales, regionales o nacionales que apoyen la exigencia de transparencia que hacen contrapeso a la acción pública de los gobiernos”.

En el caso de la comunidad de Miranda, existió toda una organización y diferentes temas claves a la hora de hacer el proceso. Uno de ellos fue el tema de las juventudes, en el cuál hizo parte Camilo Quiseno, integrante de la Organización Mujeres Sororas. “Las entidades siempre ponían trabas para escuchar los procesos que proponían los jóvenes, las canchas estaban en mal estado, la mala alimentación de los menores y, sobre todo, la poca seguridad pública de los chicos que estaban en condición de calle y en consumo de sustancias”, explica CamiloEl líder cuenta que en su momento, solo obtuvieron respuestas con ironía, por parte del personal que no tenía conceptos claros en la Alcaldía municipal.

La rendición de cuentas que realizó la comunidad tuvo un enfoque de género, e incluyó temas de  política pública de la mujer y las iniciativas de la comunidad LGBTIQ+.  En este tema trabajó May Romero, integrante de la Organización Mujeres Sororas, quien cuestionó a la Alcaldía sobre la categorización de la población, en cómo se iba a formular la mesa de diversidad sexual y sobre las líneas de atención.

Lastimosamente, la respuesta que brindó la institución dejó mucho de qué hablar, May Romero aseguró que “la gestión del personal, que estaba en su momento en la Alcaldía, fue mediocre, porque no había las herramientas tanto conceptuales como profesionales para abordar las problemáticas que el municipio tenía”. Lo que sorprendió a la comunidad fue que las preguntas que formularon no tenían una respuesta clara, estas no tenían coherencia con la realidad o simplemente no existían.

Después de dos años de que ocurrió la audiencia, las opiniones de los resultados y los cambios están divididos. Para algunos sí se han logrado gestar cambios en el municipio con referente a los jóvenes y en algunos puntos con referente al género. Sin embargo, Marisol tiene otra perspectiva con el tema mujer. “Realmente no ha habido cambios. Lastimosamente el nuevo enlace de mujer ha hecho imposible el avanzar en el tema de control ciudadano y estamos a la espera de lo que pase con esta nueva administración teniendo en cuenta que son nuevos la mayoría”, explica la lideresa.

Para Transparencia por Colombia, la rendición y veeduría en Miranda, tuvieron buenos resultados en cuestión de participación. “El proceso respondió a los intereses de la ciudadanía de Miranda, en la evaluación del espacio, el 74% contestó que la rendición de cuentas respondió a sus intereses”.

Como consecuencia de lo anterior, la población del territorio está más abierta a seguir con estos procesos de participación ciudadana. Transparencia por Colombia, en una encuesta hecha en el municipio, encontró que se generó una apropiación del instrumento de la rendición de cuentas. “En la evaluación del espacio el 85% de los encuestados respondieron que participarán nuevamente en un espacio de rendición de cuentas”, explicó la organización.

De todo este proceso, es importante resaltar la importancia que tiene la veeduría ciudadana y la transparencia en los procesos para los territorios. El caso de Miranda, Cauca es una muestra de que el liderazgo y la participación de las comunidades son claves para lograr cambios sociales que se lleven a cabo para la mejora de vida de los ciudadanos.

 

Actualizado el: Sáb, 08/17/2024 - 18:00