“Hay vida después de la guerra”
Dahiana Marín, de 16 años, es alumna de grado 11 en la Institución Educativa Los Centauros, en Vista Hermosa, Meta. Dahiana escribió este artículo como parte de los talleres en comunicación trabajados en el proyecto Mi Municipio.
Abdonias Palacios Bedoya, de 78 años de edad, y Flor Marina Bedoya Palacios tuvieron seis hijos. Entre ellos dos mujeres, Gloria y Elizabeth, y cuatro hombres, Edgar, Alberto, José Abdonias y William.
La pareja Abdonias y Flor Marina vivían en este municipio, Vista Hermosa, hace más de 40 años, cuando, en la década de 1980, su hija Gloria fue desaparecida. Según informaron algunos pobladores, fue asesinada por un grupo de paramilitares de esa época, y jamás se ha vuelto a saber de ella. Su cuerpo tampoco ha sido encontrado.
Los esposos Palacios Bedoya continuaron sus vidas en el municipio de Vista Hermosa, pues aquí tenían todos sus bienes. Mi abuelito Abdonias llegó a ser concejal de nuestro municipio en los años 1997, 1998 y 1999. Era una familia económicamente bien, que le servía a la comunidad en su finca, daba oportunidad de trabajo a muchas personas. Abdonias era realmente un personaje y sus hijos fueron creciendo y formando cada uno su familia.
En el año 2004 esa familia sufrió nuevamente una tragedia que marcó y causó un fuerte dolor: el asesinato del hijo Edgar, conocido más por sus allegados como ‘Yiyo’. Viéndose en esa bochornosa situación, la familia decidió abandonar la región, pero, en el camino de la fuga, se sorprendieron al saber que un grupo armado los estaba esperando para asesinar a mi abuelo. Gracias a Dios, él pudo escapar.
Persistiendo a las situaciones, al cabo de un tiempo regresaron al pueblo tratando de recuperar sus vidas, aunque ya estaban ubicados en el municipio de El Castillo, también en el Meta, a dos horas de Vista Hermosa.
En el año 2006, aquí en el casco urbano del municipio asesinaron a su hijo menor, William. El 1º de noviembre de ese mismo año, la familia fue despojada de la peor manera de su finca, obligados a abandonar sus propiedades y con el dolor del alma de alejarse de su municipio, se marcharon a Villavicencio.
Después de un largo tiempo en Villavicencio, decidieron comenzar la vida de cero y tomaron la decisión de irse a vivir al municipio de El Castillo, donde tenían una finca en la cual pasamos momentos muy felices, donde compartíamos navidades y fechas especiales. Esa familia se volvió numerosa, sus hijos ya son independientes. Su única hija mujer con quien tienen contacto, Elizabeth, se encuentra nuevamente en el municipio de Vista Hermosa, tomando posesión de aquella tierra que un día tuvo que abandonar.
Me alegra tanto saber que está saliendo adelante a pesar de todo lo sucedido. Ya está cultivando, trabajando con su propio ganado y numerosos animales. Los otros dos hijos de mi abuelo también decidieron rehacer sus vidas.
Abdonias estuvo un tiempo en Venezuela, donde no le fue muy bien, y decidió volver a El Castillo, donde actualmente vive en su finca y está comenzando nuevamente su vida. Quiero resaltar que esta familia, a pesar de todo, ha sabido salir adelante y ha llevado una vida normal.
Para conocer más del proyecto Mi Municipio lea el artículo 'Vista Hermosa desde sus ojos' o escuche este podcast de Rutas del Conflicto Radio.
Actualizado el: Jue, 10/03/2019 - 01:07