Lágrimas de un hijo, esperanzas de una madre
Yerson Hilarión, de 14 años, escribió este artículo como parte de los talleres en comunicación trabajados en el proyecto Mi Municipio. Yerson es un estudiante de la Institución Educativa Los Centauros, en Vista Hermosa, Meta, el municipio con más víctimas de minas antipersonal en Colombia.
Cuando yo tenía nueve años, Gustavo Bejarano era mi profesor de ajedrez, en Vista Hermosa, Meta. Él era parte de un proyecto para incentivar a los jóvenes a aprender ajedrez. A pesar de verse como una persona muy feliz, amigable y con una actitud acogedora, Bejarano tuvo una infancia muy difícil.
Su familia estaba conformada por su padre, madre y hermanos, pero su círculo familiar se fue desmoronando como arena que se la lleva el viento debido a los conflictos que se daban en ese tiempo. Su padre, llamado Josué Gustavo Bejarano, fue el fundador de la Casa de la Cultura de Vista Hermosa. Él fue asesinado justo después de concluir esa construcción.
Ese suceso afectó mucho al profesor Bejarano ya que, para él, su padre era su amigo y su héroe. También afectó mucho a su madre, que se preocupó por la forma en la que el hijo reaccionaba por medio del miedo, del dolor y del sufrimiento. Ella no encontraba una forma de hacer que su hijo se animara, pero pasaron los días y se notó un cambio en su forma de actuar, debido a la forma en la que su madre lo incentivaba a seguir adelante con sus estudios y a compartir con sus compañeros. Se creó un cambio positivo en la historia de Bejarano.
Con el apoyo de su madre, que nunca lo dejó solo en todo ese proceso, él se volvió muy bueno en el arte del ajedrez, sin olvidar su gusto por la matemática. Además, también se dedicó a la disciplina del basquetbol. Jugaba en un equipo del municipio.
Yo lo tomo a él como un constructor de paz porque, a pesar de haber vivido en medio de todo el conflicto, matanza y sufrimiento, pudo salir adelante. Pienso que su historia nos muestra una reflexión de vida. Si él siguió adelante, ¿por qué no lo podríamos nosotros, que no vivimos en medio a ese conflicto?
Pienso que Bejarano pudo superar todo gracias a su fuerza interna y al apoyo de su madre y de sus compañeros que nunca lo dejaron solo. Antes que nosotros decidamos rendirnos debemos de recordar estas historias que nos dan grandes lecciones de vida.
Entrevista a Gustavo Bejarano, hijo de Josué Gustavo Bejarano
Yerson: ¿Quién es usted?
Bejarano: Mi nombre es Gustavo Bejarano, soy una persona que nació en Cumaral (Meta) y que a los seis meses de nacido mis padres me trajeron a Vista Hermosa. Tengo más de 30 años y antes de que cumpliera los 15 años mataron a mi padre.
Y: ¿Qué hace usted?
B: En este momento, como no he podido volver a estudiar, estoy en oficios varios. Me encanta leer y hacer deporte. En julio vuelvo a estudiar para terminar mi carrera de leyes para ser abogado.
Y: ¿Qué pasó [en la muerte de su padre]?
B: En esa época estaban las autodefensas, las cuales eran dirigidas por (Manuel de Jesús Pirabán) alias ‘Pirata’. En ese entonces mi padre (Josué Gustavo Bejarano) tenía intenciones de lanzarse a la Alcaldía. Él era Presidente del Consejo de Vistahermosa, iba a las veredas a dar electivos políticos y, a raíz de eso, las autodefensas lo asesinaron por su posición política. Murió de tres disparos.
Y: ¿Cómo lo afectó este suceso a usted?
B: Demasiado, uno vive en un mundo donde cree que el papá le va a durar toda la vida, y de repente le pasa una avalancha como lo sucedido en Mocoa. Un día antes de que mi padre viajara para Maracaibo yo le hice una changua, a él le gustaban los huevos blandos, pero yo me fui a bañar y dejé la changua con poca llama y los huevos quedaron duros. A él no le gustaron. La última palabra que oí de él fue “chao” y por muchos años para mí era preferible que me echaran un madrazo (insulto) que escuchar a que me dijeran “chao”.
Y: ¿Qué hizo después?
B: Yo estaba en segundo de bachillerato, tenía fama de buen estudiante cuando asesinaron a mi papá y pensaba que, si hacía un buen bachillerato, tal vez mi papá me podría ayudar con mi estudio universitario. Pero después de su muerte fue muy complicado, ya que mi madre tenía que encargarse sola de mis tres hermanos. Ya no daba la economía, ya no podía ni pensar en practicar fútbol porque no había ni para un par de guayos. A pesar de eso termine con un buen bachillerato.
Y: ¿Qué reflexión darías a las demás personas que sufrieron lo mismo que usted?
B: Si existe la maldad, también existe la bondad, y si nos quedamos en el camino de la venganza, nos vamos a hacer mucho más daño. Yo lo primero que pensé cuando asesinaron a mi padre fue vengarlo, pero menos mal que cuando iba a la iglesia nos mostraban diapositivas sobre el perdón y los valores. Ellos me ayudaron mucho a olvidar un poco y a entender que el sentimiento más grande, después del amor, es el perdón. De nada sirve empuñar un arma y seguir con el ciclo.
*Para conocer más del proyecto Mi Municipio lea el artículo 'Vista Hermosa desde sus ojos' o escuche este podcast de Rutas del Conflicto Radio.
Actualizado el: Jue, 10/03/2019 - 01:14