Doscientos mil pesos le ofreció un hombre no identificado a Jesús Evelio Angarita Amaya para que lo llevara en su Chevette a hacer varias vueltas en Ocaña y, finalmente, lo condujera hasta Bucaramanga. Jesús Evelio aceptó. El hombre le pidió que lo llevara a un establecimiento conocido como ‘La Terraza’, en donde recogió a Zoraida María Mendoza, trabajadora sexual, a quien le pagó 50 mil pesos para que pasara toda la noche con él.

El hombre no identificado guardó una caja en el baúl del carro de Jesús Evelio y los tres ocupantes del vehículo emprendieron el viaje hacia el departamento del Cesar. Cuando llegaron a San Martín, cerca de las 9 de la noche del 23 de octubre del 2002, la Policía detuvo el carro. Los uniformados encontraron la caja de cartón que contenía 50 millones de pesos que, según la información de la Policía, le habían sido hurtados horas antes a una mujer en Ocaña.

Los tres ocupantes fueron conducidos a la estación de Policía de San Martín, en donde el teniente Ángel Ubarrela decomisó el dinero y luego llamó por teléfono a Alfredo García Tarazona, alias ‘Arley’, paramilitar de las Autodefensas Campesinas del Sur del Cesar (Acsuc), y le dijo que había detenido a un guerrillero. El teniente acordó con el paramilitar encontrarse en el cementerio del municipio, a donde condujo al hombre no identificado, a Zoraida y a Jesús Evelio.

Cuando se encontraron, el teniente Ubarrela le ordenó a alias ‘Arley’ asesinar al hombre no identificado. Los integrantes de las Acsuc lo torturaron para que confesara que era guerrillero. Dos días después, se llevaron a los tres retenidos a orillas del río San Albertico, en donde fueron asesinados a tiros. Para evitar que los cuerpos flotaran en el río, los paramilitares les abrieron el abdomen para que se llenaran de agua.

Al menos otros dos cuerpos fueron encontrados en las aguas del río San Albertico, según la base de datos del Centro Nacional de Memoria Histórica, el 22 de enero del 2003. Estos asesinatos se le atribuyen al Bloque Héctor Julio Peinado Becerra, perteneciente al Bloque Norte de las Auc.

En el sur del departamento se establecieron, desde 1995, las Autodefensas Campesinas del Sur del Cesar, que fueron creadas por terratenientes con el objetivo de sacar a la guerrilla de la región. En sus primeros años hicieron parte de las Autodefensas de Santander y Sur del Cesar, Ausac. Los 'paras' cometieron una masacre en el municipio de Aguachica y asesinaron a líderes sociales en Ocaña, Norte de Santander. Su principal jefe fue Juan Francisco Prada Márquez, alias 'Juancho Prada'.

Cuando Carlos Castaño ordenó el asesinato de Guillermo Cristancho Acosta, alias ‘Camilo Morantes’, exjefe de las Ausac, y la disolución del grupo paramilitar, las tropas de las Ausac se fusionaron al Bloque Central Bolívar del narcotraficante Carlos Mario Jiménez, alias ‘Macaco’, que en ese momento actuaba bajo la sombrilla de las Auc. ‘Juancho Prada’, jefe de las Autodefensas del Sur del Cesar, se había unido a las Ausac en 1998 pero se separó de ellas en el momento de su disolución.

Las Autodefensas del Sur del Cesar delinquieron en los municipios de Aguachica, San Martín, Gamarra, San Alberto y Río de Oro, en el sur del Cesar, y en municipios del Norte de Santander como Ocaña, Ábrego, La Esperanza y El Carmen. Según el Registro Nacional de Víctimas, 220 personas desaparecieron en Cesar y Norte de Santander, en donde delinquió este grupo.