El río La Miel, a 18 kilómetros de la cabecera municipal de Samaná, es un paraíso turístico que durante el conflicto estuvo vetado y se convirtió en un cementerio. Según el Observatorio Centro Nacional de Memoria Histórica, se encontraron 36 desaparecidos.

“El río La Miel lo vetó el Bloque Omar Isaza de las autodefensas porque queda en la vía de mayor importancia comercial para Samaná, la que comunica al municipio con el Magdalena Medio, y donde este grupo concentra sus actividades administrativas. Durante los años más violentos del conflicto, entre el 2000 y el 2005 aproximadamente, desaparecieron muchas personas y sus cuerpos fueron arrojados al río”, relata el sociólogo de la Universidad de Caldas Juan Pablo Franco, en el capítulo La memoria espacial del conflicto en Samaná (Caldas) entre 1985 y 2010, del libro "Para vencer el miedo".

En este municipio de vocación cafetera, hogar del Parque Nacional Natural Selva de Florencia y con la riqueza hídrica para proyectos de generación de energía como la Hidroelécrica Miel I, en los años 90, sirvió de caldo de cultivo para convertirse en otra zona de confrontación entre guerrilla y paras.

La reducción de la oferta institucional de la Federación Nacional de Cafeteros y la ausencia del Estado generaron condiciones para la llegada de los grupos armados ilegales, el posicionamiento de la economía cocalera y el escalamiento de conflicto armado.

La llegada y asentamiento de los grupos armados a Samaná no fue una acción espontánea. Desde 1982 en la VII Conferencia de las Farc, este grupo constituyó nuevos frentes de guerra para operar en Antioquia y Chocó, así: “Del Frente 5 surgieron el 9 y el 58; y del 18, salió el Frente 47, que en un principio operó en el Magdalena Medio y luego, en la década del noventa, se asentó en el Suroeste y Oriente lejano de Antioquia y el oriente de Caldas.”, relata el  portal Verdad Abierta.

Karina, Kadafi, Nodier, Camilo, Fabio, El Paisa y El Zorro se convirtieron en los comandantes de las Farc más temidos en la zona. Por el lado de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio (Acmm), lideradas por Ramón Isaza (El Viejo) y sus hijos Omar, Ovidio (Roque) y Oliverio (Terror), se harían sentir paulatinamente desde el 2000 para enfrentar a la guerrilla, copar espacios en Norcasia y San Diego (Samaná), promover cultivos y negocios ilícitos e imponer su terror.

Alberto José Ospina, coordinador de la mesa municipal de víctimas de Victoria (Caldas) y líder de la Asociación de Familias Desplazadas de La Dorada, recuerda que entre el 2000 y el 2002 se empezaron a ver casos esporádicos de cadáveres arrojados al río La Miel. “No me acuerdo el año, pero a unas niñas que trabajaban en la zona de tolerancia, supuestamente, las tiraron al río La Miel, no me acuerdo si las encontraron”.

En las sentencias de la sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá del 2014 y del 2016, a la que se acogió Ramón Isaza, se relatan los siguientes casos de cadáveres que fueron lanzados al río La Miel, que desemboca en el río Magdalena, después de recorrer los municipios Samaná, Pensilvania, Marquetalia, Manzanares, Victoria, Norcasia y La Dorada.

* 5 de octubre del 2000

Los conductores de la empresa Saferbo, Gustavo de Jesús Martínez Henao Jaime Antonio Velásquez Ríos, Héctor Fabio Luna Candela, y los escoltas Manuel Antonio Bohórquez Pulido y José Roberto Reyes salieron de Fabricato en Medellín con destino a Bogotá con una carga de 8.809 metros de tela camuflada para el Ejército Nacional de Colombia y 14.176 metros de tela civil para un total de 62.985 metros, avaluados en la suma de $619.957.000. En Puerto Boyacá hombres del Frente Omar Isaza de las autodefensas hurtaron la mercancía, amarraron y retuvieron a los hombres durante tres días  y los asesinaron. Los cuerpos los lanzaron al río La Miel.

* 22 de abril de 2001

Giovanny Saldaña Escobar, 21 años, regresaba del balneario Los Barrancos en el río Doña Juana en La Dorada (Caldas), en compañía de unos amigos, momentos en los que fueron abordados por cinco hombres armados que se desplazaban en una camioneta. Saldaña Escobar trató de huir, lo alcanzaron, lo golpearon, lo subieron al carro y tomaron la vía a Norcasia o San Miguel, donde fue asesinado con arma de fuego y su cuerpo arrojado al río La Miel. Lo señalaban de ser consumidor de estupefacientes y dedicarse al hurto.

* 11 de mayo del 2001

Édgar Josué Martínez Ávila, 38 años, caminaba por una calle de La Dorada (Caldas), fue abordado por varios sujetos armados que se movilizaban en una camioneta, quienes lo obligaron a desplazarse con ellos hasta el sitio conocido como Las Brisas, donde fue asesinado y su cuerpo arrojado al río La Miel. Lo mataron por ser señalado de drogadicto, ladrón y tener una relación con la expareja de un colaborador de las autodefensas.

* 13 de junio del 2001

Luis Carlos Agudelo Barragán salió de su casa en el municipio de Mariquita (Tolima), con destino a La Dorada (Caldas), a bordo de una camioneta, en compañía de Jeimy Maritza Guevara Olarte. Al parecer la víctima le vendió un carro hurtado. Walter Ochoa Guisao lo interrogó y ordenó su asesinato y lanzar sus restos al río La Miel. La joven Guevara Olarte, corrió la misma suerte, siendo lanzado su cuerpo al Río Magdalena.

* 7 de marzo del 2002

Luis Carlos Ríos Londoño desertó de las autodefensas. Pedro Pablo Hernández Sepúlveda, alias Pedro Pum Pum, lo buscó en el parque principal del municipio de Fresno (Tolima), se lo llevó en su moto a la carretera que conduce a la vereda La Batea, donde Ríos Londoño fue asesinado con arma de fuego y su cuerpo arrojado al río La Miel.

* 15 de marzo del 2002

José Hernando Beltrán reportó la desaparición de su hijo Iván Darío Beltrán Salas en Mariquita (Tolima). El joven se vinculó Acmm y fue trasladado a la escuela de formación paramilitar Palos Verdes en Butután (Sonsón, Antioquia). Allí decidió desertar y el comandante alias Memo ordenó asesinarlo, el comandante de la escuela, Alejandro Manzano, alias Chaqui, cumplió la orden y le disparó con un fusil. Su cuerpo fue desmembrado y arrojado al río La Miel.

* 20 de mayo del 2002

A las 7:30 de la noche, en el barrio Andes de La Dorada (Caldas), cinco integrantes de las autodefensas ingresaron de manera violenta al domicilio del exintegrante del FOI, Jonny Pinzon Duarte, 31 años, quien por pretender huir, fue golpeado y herido con proyectil y, posteriormente, trasladado a la base de los paramilitares, situada en el corregimiento de San Miguel donde fue asesinado y su cuerpo arrojado al Río La Miel. Lo acusaban de ayudar a la fuerza pública.

* 24 de mayo del 2002

Hernán Perilla Ayala, de 39 años, sargento retirado del Ejército Nacional, y Guillermo Medina Suárez, 27 de años, pensionado de la misma institución, se desplazaban en moto desde Lérida (Tolima) hasta el corregimiento Las Delicias. Sin embargo, en el trayecto fueron interceptados por miembros de las autodefensas, quienes los obligaron a subir al vehículo en el que se movilizaban y los trasladaron a orillas del río La Miel, en San Miguel (Antioquia) y allí fueron asesinados y sus cuerpos arrojados al agua. A Perilla Ayala lo tildaron de informante de las autoridades. (Ver el testimonio de la esposa del desaparecido)

* 14 de agosto del 2003

Jorge Armando Ortegón Forero, 51 años, funcionario adscrito al Incora y administrador del predio rural hacienda El Japón. Allí fue abordado por miembros de los paramilitares, en concreto, por Luis Fernando Herrera Gil alias “Memo Chiquito” y alias “Richard”, quienes lo llevaron a la orilla del río La Miel, donde los recibió John Alfredo Ospina Arenas, encargado de ejecutar la orden de asesinato mediante disparo de arma de fuego; también se encargó de desmembrar el cuerpo y lanzarlo al río. La víctima se habría negado en seguir colaborando con el grupo armado.

* 17 de marzo del 2004

Nelson Niray Rusinque Ariza, 27 años, salió de su casa en La Dorada (Caldas), en un autobús que cubría la ruta Florencia-La Dorada, y en el punto denominado “El 40” integrantes de las autodefensas lo instaron para que descendiera del medio de transporte, lo trasladaron en una camioneta color al punto La Habana-Palmeras, donde fue asesinado y su cuerpo arrojado al río La Miel. Fue declarado objetivo militar por desertar del Frente Jhon Isaza.

* 5 de mayo del 2005

El conductor Luis Fernando Vargas López, de 46 años, y comerciante de ganado y comisionista de fincas Carlos Efraín García Reyes, de 41 años, y un NN masculino. A Vargas Vásquez lo contraron para transportar una mercancía en unos guacales desde Ibagué (Tolima) hasta La Dorada (Caldas). Fueron interceptados por miembros del Frente Omar Isaza de las autodefensas . Los obligaron a ir hasta Talleres (La Dorada). En dicho sitio fueron presentados ante Luis Fernando Herrera Gil alias “Memo Chiquito” quien ordenó retener el vehículo y la mercancía, y llevar a los ocupantes por la vía a San Miguel a orillas del río La Miel, para asesinarlos y arrojarlos a la afluente. Los guacales tenían un doble compartimiento, estaban llenos de cocaína. El conductor y los ocupantes fueron asesinados para que no los delataran.

La Fundación para el Desarrollo Comunitario de Samaná (Fundecos), el Equipo Colombiano Interdisciplinario de Trabajo Forenses y Asistencia Psicosocial (Equitas) y el Centro de Estudios sobre Violencia, Conflicto y Convivencia Social (Cedat) de la Universidad de Caldas realizaron entre agosto del año pasado y febrero el proyecto de Construcción de Memoria y Verdad desde las Voces de las Víctimas del Magdalena Medio, en Samaná.

Según Diana Arango, directora ejecutiva de Equitas, la iniciativa logró documentar 85 casos de víctimas de desaparición para 68 familias en Samaná/Encimadas y en los corregimientos de Florencia y San Diego. El 47% se atribuye a las Farc, el 30% a los paramilitares y otros casos, a la Fuerza Pública. Identificaron tres tipos de posibles lugares de disposición de cuerpos: fosas clandestinas, cementerios y fuentes de agua (ríos).

Los ríos mencionados como posible lugar de disposición fueron los ríos Samaná, río La Miel y río Tenerife.

El trabajo tuvo como resultado la Galería de la Memoria que se expueso el pasado 9 de abril en Samaná y el 15 de abril en la Universidad de Caldas.

El Día Nacional de las Víctimas, el 9 de abril, el Programa Desarrollo para la Paz del Magdalena Centro, que trabaja en la región desde el 2005, realizó la actividad con víctimas del conflicto. Pintaron el mural Sobrevivientes unidos en esperanza y hermandad, elaborado por Ludirlena Pérez. Además el río Magdalena fue protagonista durante esta jornada. Allí las víctimas y sus familiares lanzaron al agua claveles blancos en memoria de las personas que desaparecieron en las aguas del afluente más importante de Colombia.