Eran las cinco de la mañana del último día del año 1998. Al día siguiente empezaría el último año del milenio. Esa también fue la última vez en que Graciela Plata y sus hijos Roque, Orjilia, Dioselina, Yanibe y Vil vieron a Roque Barrios, esposo y padre. Siete hombres pertenecientes a las Autodefensas de Puerto Boyacá llegaron a la finca Los Ciruelos, en la vereda El Placer, de Betulia, Santander, y se llevaron a Roque.

A cuatro horas de ahí, cerca de la vereda El Tablazo, alias ‘Raúl’, alias ‘Camilo’, alias ‘Tamara’ y alias ‘Ruco’ asesinaron a tiros a Roque. El cuerpo se lo llevaron las aguas del río Sogamoso.

Luego de la muerte de Roque, Graciela y sus hijos abandonaron la finca en la que vivían y se desplazaron a Zapatoca, Santander, por miedo a que esos hombres volvieran y asesinaran a alguien más. Dos años antes, en 1996, la familia ya había sido desplazada por el mismo grupo paramilitar de la finca La Palma, por órdenes de José Anselmo Martínez Bernal, alias ‘Ramón’, el mismo que ordenó asesinar a Roque Barrios. ‘Ramón’ confesó que dio las órdenes en contra de la familia en una versión libre durante su proceso de Justicia y Paz.

En las aguas del río Sogamoso se han encontrado, por lo menos, otros cinco cuerpos, de acuerdo con la información recolectada por el Centro Nacional de Memoria Histórica. Los hechos ocurrieron entre 1986 y el 2003. En tres de estos casos se identificó la autoría de grupos paramilitares, como las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio, quienes arrojaron un cuerpo al río en enero del 2003. En los dos casos restantes no se ha identificado el grupo armado autor del hecho.

En la región del Magdalena Medio se tiene registrada la conformación de grupos de autodefensas desde 1979. En Puerto Triunfo, Antioquia, se conformaron ‘Los Escopeteros’, al mando de Ramón Isaza, y en Puerto Boyacá se crearon las Autodefensas de Puerto Boyacá, encabezadas por Gonzalo Pérez y su hijo Henry de Jesús Pérez. Estas últimas se consolidaron rápidamente, llegando a establecerse como la principal estructura paramilitar en el país por cerca de una década.

En 1983 se registró la presencia de los ‘Masetos’, en la zona aledaña a Puerto Berrío, Antioquia. El accionar de este grupo se extendió por el Magdalena Medio santandereano, llegando hasta Barrancabermeja. Sus objetivos eran, en su mayoría, personas señaladas de pertenecer o auxiliar a los grupos guerrilleros que tenían una importante base social en las organizaciones sindicales de la región. Cerca de una década duró la presencia de este grupo en la zona.

Por esa época, en 1992, entre Puerto Triunfo y Puerto Boyacá se consolidaron las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio, al mando de Ramón Isaza, que integró a muchos de los hombres del desaparecido grupo de Henry Pérez. Este grupo se financiaba a través del robo de gasolina, la extorsión y el narcotráfico. Dos años después, hombres que habían pertenecido a las Autodefensas de Puerto Boyacá, comandadas por Henry Pérez, volvieron a tomar las armas, esta vez bajo la dirección de Arnubio Triana, alias ‘Botalón’. Esta nueva versión del grupo de Puerto Boyacá delinquió en la zona del Magdalena Medio santandereano hasta su desmovilización en el 2006.

Paralelamente, a partir de 1993, se crearon las Autodefensas de Santander y Sur del Cesar (Ausac), que tuvieron injerencia en los alrededores de Barrancabermeja. En marzo de 1997, las Ausac perpetraron una masacre en Barrancabermeja, en la que asesinaron a cuatro personas. Los 'paras' permanecieron en la región del Magdalena Medio santandereano. El grupo se mantuvo fuera de las Auc. Entre mayo y noviembre de 1998, los 'paras' de las Ausac perpetraron cinco masacres en Barrancabermeja, Santander, dejando al menos 50 personas muertas, incluyendo líderes sociales.

Como las Autodefensas de Santander y del Sur del Cesar permanecían al margen de las Auc, en 1999 Carlos Castaño ordenó el asesinato de Guillermo Cristancho Acosta, alias ‘Camilo Morante’, exjefe de las Ausac, y la disolución del grupo paramilitar. Las tropas de esa estructura se fusionaron al Bloque Central Bolívar, al mando del narcotraficante Carlos Mario Jiménez, alias ‘Macaco’, que se creó en el 2000 en el norte de Antioquia. Este grupo tuvo una presencia importante en el Magdalena Medio debido a los hombres que provenían de las Ausac.

A finales de 2001, el Bloque Central Bolívar, Bcb, se separó de las Auc luego de que Carlos Castaño comenzara a insistir en que los paramilitares debían dejar de financiarse con el tráfico de droga. El Bcb era la célula más narcotraficante de las Auc. Tras independizarse, alias 'Macaco', exjefe del Bcb, expandió su proyecto paramilitar por varias regiones del país. ‘Macaco’ abrió bloques en varios departamentos y le vendió su franquicia a narcotraficantes que quedaron subordinados a su mando.