El Yucaito es un brazo del río Yucao, se nota en su nombre. El recorrido de su cauce es corto: nace y muere en Puerto López. Pero a nombre con diminutivo, historia grande.

Por el recorrido que va del casco urbano de Puerto López a la finca El Tesoro, paramilitares de las Autodefensas Campesinas del Meta y Vichada (Acmv) detuvieron a Carlos Hernando Ducuara Viuche, a su esposa Cenada Díaz y al hijo de 18 meses de ambos. Junto a ellos iban Luis Antonio Díaz y Carlos Andrés Trujillo García.

Según lo documentó la sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá, los ‘paras’ empezaron a interrogar e intimidar a Carlos Ducuara y a Cenada Díaz, después los asesinaron y lanzaron sus cuerpos al río Yucaito. Al bebé lo llevaron a Bogotá con la intención de entregarlo al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, pero frente a la dificultad del proceso, decidieron entregárselo a una pareja, quienes lo bautizaron con otro nombre.

A Luis Díaz y a Carlos Trujillo se los llevaron a la vereda La Cristalina, en Puerto Gaitán. Allí asesinaron al primero y obligaron al segundo a unirse a las Acmv.

La presencia de los paramilitares en Meta se remonta a mediados de los 80, cuando esmeralderos y narcotraficantes llegaron al departamento en busca de tierras y formaron sus ejércitos privados. A la mayoría de estos ejércitos se les conocía como ‘Macetos’, nombre común para los ‘paras’ de la época. En Meta, especialmente, estos grupos se caracterizaron por el asesinato a líderes de izquierda y de la UP entre 1985 y 1993.

En 1994, después de la muerte del narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, varios de esos ejércitos privados se reorganizaron bajo el mando de José Baldomero, alias ‘Guillermo Torres’. Aunque ellos mismos se hacían llamar ‘Bloque Oriental’, y años después Acmv, por la región empezó a correr el rumor de que su financiamiento provenía del esmeraldero Víctor Carranza y eran conocidos como ‘Los Carranceros’.

A Puerto López, y al Yucaito, el Bloque Oriental llegó en 1998 comandado por alias ‘Miguelito’.