Jhon Alexis Sánchez Torrealba tenía 17 años cuando miembros de ‘Los Carranceros’ lo obligaron a unirse al grupo paramilitar. Miryam Torrealba, su mamá, fue a buscarlo a Puerto López el 20 de enero de 2001. Allí se encontró con que los ‘paras’ tenían a Jhon retenido en una casa y lo estaban obligando a irse con ellos.

Tiempo después, a Jhon empezaron a decirle “Cascabel”, era su nombre de guerra. Sobre él, José Delfín Villalobos, excomandante paramilitar, dijo en una versión libre que era un “muchacho muy rebelde y grosero”, que un día cualquiera lo mandaron a recoger una madera, pero en vez de obedecer, se puso a tomar guarapo y se emborrachó. Y esa fue la razón por la que lo mataron.

En abril de 2003, Edgar Rene Acosta Rodríguez, alias Comandante ‘101’, dio la orden de ejecutar a Jhon por haber realizado “actos de indisciplina”. Alias ‘Guacamayo’, ‘El Pija’, ‘Rolo’ y ‘Chivo’ cumplieron la orden: le dispararon varias veces y después arrojaron su cuerpo al Río Muco, en Puerto Gaitán, Meta. Miryam nunca lo encontró.

El Muco va de Puerto Gaitán a Cumaribo, allí desemboca. Por las condiciones climáticas de la región, la búsqueda de cuerpos en los ríos resulta muy difícil: en verano las aguas se secan y parece que las tierras hicieran parte de un desierto; mientras que en invierno la fuerza de la corriente es capaz de arrastrar y llevar lejos todo lo que encuentra a su paso.

Aunque en la base de datos del CNMH no existen registros de cuerpos encontrados en este río, los datos del Registro Único de Víctimas hablan de 236 víctimas directas de desaparición forzada en ambos municipios.

Este río recorre tierras del Meta y del Vichada, tal como lo hacían los grupos armados. La presencia de los paramilitares en estos dos departamentos se remonta a mediados de los 80, cuando esmeralderos y narcotraficantes llegaron en busca de tierras y formaron sus ejércitos privados.

En 1994, 5 años después de la muerte del narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, varios de esos ejércitos privados se reorganizaron bajo el mando de José Baldomero, alias ‘Guillermo Torres’ y formaron un grupo paramilitar que en la región era reconocido como el ejército personal del esmeraldero Víctor Carranza, por lo que los nombraron ‘Los Carranceros’.

Pero ‘Los Carranceros’ no eran los únicos ‘paras de la zona’. En 1997, los hermanos Castaño enviaron a la región a cerca de un centenar de hombres desde Urabá para conformar el Bloque Centauros. En su disputa con las Farc por el control de las zonas cocaleras, cometieron masacres y desplazaron a miles de campesinos.

En esos mismos años el Meta y el Vichada se convirtieron en una de las mayores zonas de influencia de la guerrilla. Solo en Cumaribo y en Puerto Gaitán, municipios que recorre el Río Muco, Rutas del Conflicto registra 5 masacres entre 1987 y 2012.