Los ríos
Río Pensilvania
LA HISTORIA
El cañón del río Pensilvania era un corredor en el oriente de Caldas disputado entre el Frente 47 de la guerrilla de las Farc, liderado por Elda Neyis Mosquera, alias Karina, y las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio, Acmm, encabezadas por Ramón Isaza.
A los 14 años, Víctor Alfonso López Ospina, alias Clinton, tardó seis horas en recorrer este cañón, desde San Daniel hasta El Higuerón, la primera vez que vistió el camuflado al unirse a las autodefensas. Alias Guerrillo Muelón lo llevó para presentarlo ante el comandante Costeño. Así lo relató López Ospina en una entrevista al CTI el 4 de noviembre del 2011 en la cárcel del Espinal (Tolima), documentado en una sentencia del 2014 de la sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá.
El cauce del río Pensilvania se une al río Tenerife en las veredas La Romelia y La Mesa. El afluente continúa y cruza el corregimiento de Encimadas y la vereda Guacamayal (Samaná) zonas cercanas a las plantaciones de coca de la guerrilla. El cultivo ilícito llegó con la expansión del Frente 47 de las Farc desde los municipios Argelia, Nariño y Sonsón (Antioquia) hasta nororiente de Caldas, presentado como alternativa entre 1998 y el 2000, ante la crisis cafetera que golpeó a Caldas, que ahora es uno de los tres departamentos en Colombia sin presencia de este cultivo.
“El empobrecimiento creciente de la población rural derivó en el abandono de la actividad tradicional o en la tentación del cultivo ilícito intercalado con el café, particularmente en el oriente caldense (municipios de Samaná, Pensilvania y Norcasia y en las zonas de San Diego, Berlín y Florencia, limítrofes con el sur oriente de Antioquia)”, argumenta Pedro Pablo Castrillón Sánchez en su informe "Conflictos y desplazamiento en el gran Caldas" para la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR).
En el 2000, la estructura de las autodefensas, al mando de Ramón Isaza, presente desde 1998 en La Dorada, se expande a las estribaciones de la Cordillera Central. El bloque de Ómar desde el valle del Magdalena (La Dorada) y el Frente John Isaza desde el sur de Antioquia avanzan hacia las zonas de altitud media y alta del oriente de Caldas, especialmente a los municipios de Norcasia, Samaná, Manzanares, Marquetalia y Pensilvania.
“La expansión de las Acmm contuvo el avance de las Farc, pero incrementó la violencia, especialmente en Samaná (corregimiento San Diego) y Pensilvania. La agudización de las disputas entre estos dos grupos se centró en la zona limítrofe de sus respectivos territorios, alrededor del control de la economía cocalera, y de sitios neurálgicos como la Central Hidroeléctrica Miel I, puerta de entrada al Magdalena caldense”, contextualiza una sentencia del 2016 contra Ramón Izasa, de la magistrada ponente Uldi Teresa Jiménez López.
“Esta gente tomaba rehenes, presos o secuestraban porque decían que eran colaboradores o informantes. Muchos fueron encontrados en fosas comunes en la zona de Encimadas y Guayamayal. Los demás sí, eso es muy cierto, los asesinaban y los tiraban al río Tenerife. De la mayoría de las víctimas aún se desconoce su paradero”, expresa Édgar López Ocampo, coordinador de la mesa de víctimas de Pensilvania y líder de la Asociación de Víctimas del corregimiento de San Daniel (Asovicsan).
López Ocampo ha estado en Medellín durante las versiones libres de alias Karina, quien se desmovilizó en mayo del 2008 y se sometió a la ley de Justicia y Paz. “Ella muchas veces confesó que los cuerpos fueron tirados al Tenerife. Aunque el Frente 47 estuvo más tiempo en la zona, las autodefensas también tiraban al río. Les daban un tiro de gracia y los lanzaban, para que la gente no recuperara los cuerpos”, señala López Ocampo.
Un fiscal, en el juicio ante la sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín, responsabilizó a alias Karina de 143 delitos cuando era jefe del Frente 47 de las Farc en Caldas y Antioquia. Acusada de cometer desplazamientos y desapariciones forzadas, reclutamiento de menores, toma de poblaciones y secuestros en el oriente antioqueño y el norte de Caldas entre el 2000 y el 2003, según un artículo del portal Verda Abierta.
Alias Karina quedó en libertad el 31 de octubre del año pasado, por decisión de un juez de Justicia y Paz, a pesar del pedido de la víctimas de Caldas, entre ellas Alba Libia Ospina, esposa del policía Luis Fernando Ramírez, desaparecido en la toma de Arboleda (Pensilvania), el 29 de julio del 2000, liderada por la exguerrillera. La solicitud de libertad se sustentó en que lleva nueve años recluida y ese tiempo supera a los topes máximos que establece la Ley 975, que es de 8 años. Sin embargo, aún en la calle, seguiría colaborando con la justicia colombiana.
El líder de víctimas espera que en el municipio se realice un ejercicio similar al que se realizó en Samaná con el proyecto de Construcción de Memoria y Verdad desde las Voces de las Víctimas del Magadalena Medio, que en ese municipio fue impulsado por la Fundación para el Desarrollo Comunitario de Samaná (Fundecos), el Equipo Colombiano Interdisciplinario de Trabajo Forenses y Asistencia Psicosocial (Equitas) y el Centro de Estudios sobre Violencia, Conflicto y Convivencia Social (Cedat) de la Universidad de Caldas.
Datos principales del río
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Farc