Marily Pinzón ha recorrido por años el río Orteguaza debido a su trabajo. Ella es integrante de la Asociación de Mujeres Víctimas del Conflicto Armado en el Caquetá, Asomuvica, una red de mujeres que trabaja por el reconocimiento de sus derechos, denuncia diferentes tipos de violencia y desarrolla proyectos educativos y laborales en el departamento. Como parte de su labor, ha recorrido diferentes municipios de la región y muchas veces la única alternativa de transporte es a través de este río.

La lideresa afirma que en el Orteguaza han sido arrojados muchos cadáveres y que son tantas las historias que no recuerda una en concreto. En épocas de verano, cuando el Orteguaza bajaba su caudal, los cadáveres quedaban expuestos en las orillas y recuerda especialmente que a muchos  “ya se les veían los huesos”.

El Orteguaza queda a diez minutos de Florencia, capital del Caquetá. Este río recorre el departamento de norte a sur y por eso es uno de los cuerpos de agua más importantes de la región. Nace en el cerro Miraflores y desemboca en el río Caquetá, en una zona cercana al casco urbano del municipio de Solano. Recorre los municipios de Venecia, Marsella, una zona llamada Puerto Arango y Milán, dentro de otros. Fue un río importante para la colonización del Caquetá pues a través de este ingresaban al territorio misioneros y colonos.

Juan Felipe Correa, es un joven de 25 años proveniente de Florencia y su familia ha sido víctima de extorsiones por parte de guerrilleros y paramilitares. Afirma que los diferentes actores armados han tomado el Orteguaza como medio para transportar coca, alimentos y cualquier cosa que necesitaban. Nadie ha controlado el río, así que por ahí, la guerrilla ha trasladado incluso a personas secuestradas de un municipio a otro. Según Correa, las Farc también se robaban algunas lanchas y planchones de la población.  

Marily también recuerda que en el río delinquían las Farc y los grupos paramilitares. Estos grupos instalaban retenes en el agua para cobrar vacunas y a quien no la pagara, lo mataban. Para la lideresa, en el Orteguaza también delinquió la fuerza pública. En una ocasión, dos militares vestidos de civil se subieron a una embarcación y en una bolsa escondieron un arma que usaron para robar a las personas que se encontraban allí.

En un artículo publicado por Portafolio.co, se narra la historia de Rubén Darío Polo, oriundo de Garzón, Huila, que en otra época fue inspector de la Policía en el departamento. Tenía a cargo trece corregimientos de la zona y una de sus funciones era recoger los cuerpos que recorrían el Orteguaza a causa del conflicto armado. Actualmente, Polo ofrece recorridos turísticos por este río en su “Ferry Marcopolo”, que construyó hace 11 años.

Alrededor del río fueron recurrentes los asesinatos selectivos y masacre como la de Valparaíso, perpetrada el 20 de febrero de 2001 por paramilitares del Bloque Central Bolívar. Al mediodía, miembros de este grupo instalaron un retén ilegal en la vía que comunica a Valparaíso con Morelia, otro municipio del Caquetá. Detuvieron a seis personas y luego las mataron. Campesinos de la zona y testigos de este hecho, afirman que en realidad fueron 19 personas y que las partes de sus cuerpos y sus cadáveres fueron arrojados al Orteguaza.  

En el Caquetá hubo presencia de grupos guerrilleros y paramilitares. Desde finales de los años 60, el Bloque Sur de las Farc llegó al territorio, especialmente a través de la columna móvil Teófilo Forero y de los frentes 3, 7 y 48. Este bloque fortaleció su poder durante los diálogos del Caguán con el gobierno de 1998 a 2002. Rutas del Conflicto ha registrado que las Farc cometieron cerca de ocho masacres en la región, entre 1989 y 2011.

A finales de los años noventa, llegaron los grupos paramilitares al Caquetá. En 1997 llegaron las Auc a los municipios de Florencia, Morelia y Valparaíso y se expandieron por algunos territorios cercanos. Este grupo, a través del Bloque Central Bolívar, Bcb, deliquió desde los frentes Próceres del Caguán, Héroes de los Andaquíes y Héroes de Florencia. En 2001, los hermanos Castaño le vendieron el Bcb a Carlos Mario Jiménez, alias ‘Macaco’, y le entregaron el Frente Caquetá, que cambió su nombre por Frente Sur Andaquíes.

Rutas del Conflicto ha registrado cerca de diez masacres cometidas por este grupo en el departamento, entre 1997 y 2003.