Los ríos
Río Zulia
LA HISTORIA
Uno de los ríos que abastece de agua a la población de El Zulia y Cúcuta, en Norte de Santander, condujo entre sus aguas a las víctimas de masacres de paramilitares en el área metropolitana. Sucesos desgarradores ocurrieron a pocos kilómetros de las tranquilas oficinas del centro de la ciudad y de zonas donde la violencia ni siquiera se ha tomado el tiempo de asomar su oscura sombra. Esta mirada indiferente del gobierno dejó un daño irreparable en gran parte de la región.
Se trata del río Zulia, el cual nace en la Serranía de Santurbán y desemboca en el río Catatumbo. Tiene una extensión de 310 kilómetros, de los cuales 154 se encuentran del lado de Colombia, y los 141 restantes, en Venezuela. Dentro de las actividades económicas en la región que dependen de este afluente están la pesca, riego de cultivos y turismo.
Recorre los municipios de Arboledas, Cúcuta, Cucutilla, Durania, Mutiscua, El Zulia, San Cayetano, Salazar, Santiago, Puerto Santander y Tibú, cuya población total asciende a 781.694 habitantes.
A inicios de la década del 2000, los lugareños de la ribera del río vieron a un buen número de cadáveres con impactos de balas recorrer varios tramos del afluente, lo que apuntaba a que estos actos sangrientos podrían ser responsabilidad de los paramilitares, quienes se habían acostumbrado a lanzar los cuerpos al río después de las masacres, para eliminar las evidencias de los asesinatos.
El 22 de enero de 2002, personal de una funeraria halló una fosa común con tres cuerpos en el sector de La Alejandra, municipio de El Zulia, según lo revela una publicación del diario La Opinión. Se trataba de dos mujeres y un hombre, de quienes no se conoció su identificación.
Ese mismo día, empleados de esta misma funeraria sacaron del río Zulia el cadáver de un hombre identificado como Mario Pérez Pérez. La víctima presentaba dos impactos de arma de fuego y su cuerpo presentaba avanzado estado de descomposición.
El 19 de noviembre de 2004, La Opinión reportó una masacre en el río Zulia, sin precisar la fecha del suceso. En esta ocasión, al menos seis campesinos habrían sido asesinados en una finca de Agualasal (zona rural de El Zulia) y sus cuerpos fueron arrojados al río, según los pobladores.
“Una de las víctimas fue rescatada en Puerto Santander, mientras que las autoridades hallaron otros tres cadáveres donde confluyen los ríos Zulia, Pamplonita, Táchira y Grita, en límites con Venezuela.
Uno de ellos fue identificado por sus familiares. Se trataba de Reinaldo Peñaloza Mancipe, de 35 años, quien era oriundo de El Zulia y vivía en la vereda La Rampachala.
Su esposa buscó la ayuda de su suegra para buscar a Peñaloza Mancipe, y juntas emprendieron la búsqueda. Para esto, contrataron a un lanchero que las transportara río abajo y finalmente lo encontraron en inmediaciones de Puerto Santander. Reinaldo tenía dos pequeñas hijas, y hacía parte de una congregación religiosa.
También se conoció, por medio de los campesinos de la zona, que en este hecho sangriento el número de muertos pudo haber pasado de seis, debido a que vieron varios cuerpos bajar por el río, y en sus espaldas gallinazos que los picoteaban. Se cree que los cadáveres fueron arrastrados muy lejos por el alto nivel del agua y la gran fuerza de la corriente.
Estas muertes colectivas se registraban en áreas de disputa paramilitar y guerrillera donde la población civil era vulnerable a cualquier ataque de estos grupos armados.
Según las cifras del archivo del diario La Opinión, en total se cuantificaron 966 víctimas ejecutadas (ver listado de Justicia y paz) por los paramilitares –sin contar las masacres de El Tarra-, de las cuales 900 fueron identificadas y las 66 restantes fueron reseñadas como N.N.
En los municipios de Cúcuta (casco urbano, 591; 12, rural), Los Patios (23), Villa del Rosario (58) y El Zulia (18) se reconocieron 702 víctimas de las autodefensas, de las cuales según datos del Centro Nacional de Memoria Histórica, se reportan 4 como desaparecidas en las aguas del río Zulia, un dato que no concuerda con las publicaciones hechas por el diario regional La Opinión.
Los lugareños ya no relatan historias macabras de asesinatos colectivos, unos por miedo y otros porque finalmente quieren cerrar ese escabroso capítulo de sus vidas. Ahora las narraciones están cargadas de quejas y preocupación por los altos grados de contaminación de los residuos de la explotación minera y la nula intervención de las autoridades de ambientales. Este afluente es considerado actualmente como uno de los más contaminados en Norte de Santander.
Datos principales del río
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Farc
Miembros de la fuerza pública
Bandas Criminales Emergentes, Bacrim (2006 - )
Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (1994 - 1997)