El departamento de Norte de Santander ha sido uno de los territorios en los que la presencia estatal ha sido precaria. Esto permitió que la configuración de los grupos armados legales e ilegales haya tenido fuerza en la zona.

Según documentó en 2007 la ONG Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, CODHES, en un informe sobre el desplazamiento forzado en Norte de Santander, las dinámicas de la guerra en el departamento permitieron identificar tres periodos del conflicto armado a fines del siglo XX. El primero fue la llegada de las guerrillas del ELN, FARC y EPL en las décadas de los 70 y 80; el segundo, en la década de los 80 hasta el 2004, con la entrada de los paramilitares, y el tercero fue desde el año 2005 hasta el 2007, en el cual hubo un reordenamiento de los grupos armados y disputa por el control territorial.

En el año 2007, la corporación Misión de Observación Electoral mencionó que los municipios con mayor accionar de los grupos paramilitares o las bandas criminales emergentes, en orden descendente de influencia, fueron: Cúcuta, Ocaña, Tibú, Arboledas, Convención, El Carmen, La Esperanza, Pamplonita y Teorema, según documento CODHES.

Esta presencia armada marcó la vida diaria de las comunidades que habitan las orillas del río Pamplonita. Los ríos son espacios que demarcan una parte de la cultura de una comunidad y los caudales del río Pamplonita, como en muchos ríos en Colombia, fueron permeados por la violencia armada.

El pasado 13 de agosto del 2009 fue hallado el cuerpo sin vida de una mujer joven sin identificación alguna en las aguas del río Pamplonita, específicamente en un sector de jurisdicción del corregimiento de San Pedro, en el municipio de Cúcuta y en límites con el municipio Los Patios. 

No obstante, en el año 2010 el Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica evidencia que en el mes de septiembre en el río Pamplonita se identificó una persona asesinada. Los presuntos responsables fueron “grupos posdemovilizados”. Asimismo, en el mes de febrero del 2016, en dicho río encontraron muerto a un hombre cuya identificación no fue establecida.

Según documentó el medio de comunicación La Opinión en febrero de 2018, algunas comunidades del área metropolitana de Cúcuta, municipios que se encuentran a la orilla del río Pamplonita, fueron gravemente afectados en el año 2017 por la violencia social. 

Dicho medio asevera que en este periodo se generaron 33 hechos victimizantes y 72 víctimas en la categoría de homicidios colectivos; en secuestro se presentaron 44; se contaron 51 casos de desaparición forzada; respecto a las amenazas a líderes sociales y defensores de derechos humanos fueron 51; en cuanto a desplazamientos forzados se cometieron 308; atentados contra civiles se generaron 22 y, por último, civiles afectados por la violación de derechos humanos  consistieron en 834. 

“Desde el 2004 no se tenía registro de alta afectación a organizaciones sociales, líderes y comunidades afectadas por violencia de todo tipo”, consigna el artículo periodístico. Desde entonces, el control del territorio, zona de alto valor estratégico para el tráfico de cocaína, ha sido disputado por grupos guerrilleros, paramilitares y narcotraficantes.