Los ríos
Río Táchira
LA HISTORIA
Los caudales del río Táchira corren entre el departamento de Norte de Santander, Colombia, y el Estado Táchira, Venezuela. El nombre del río fue dado por los grupos Timoto-cuicas, indígenas avanzados que habitaron dentro del territorio venezolano y que estaban relacionados con la cultura Chibcha. El nombre del río viene del término ‘tachure’, el cual sale de una planta tintórea de color morado que tiene un uso exclusivamente medicinal.
El paso fronterizo entre Venezuela y Colombia ha sido marcado por la violencia y el control de economías ilícitas y de corredores estratégicos que permiten el paso de mercancía ilegal hacia otras regiones de América Latina y el mundo. Históricamente, el crimen se ha transformado y reconfigurado en la frontera, lo que la ha convertido en una zona idónea para el accionar de bandas armadas, debido a las carencias económicas, sociales y políticas que se reflejan a través de una precaria presencia del Estado. Táchira y Norte de Santander se relacionan por tener un gobierno informal, un abandono estatal de larga data y el robo de dineros públicos. Así lo menciona Miguel Ángel Morfee en su investigación “La violencia y el fin del conflicto colombiano en la frontera colombo venezolana: oportunidades y retos para el desarrollo”.
Los municipios que están en el cauce del río Táchira han sido afectados por la violencia criminal. Según el medio de comunicación El Tiempo, en octubre de 2017 Colombia pidió diálogos con Venezuela debido a que las confrontaciones armadas se estaban agudizando en la frontera. Asimismo, este medio afirmó que la Policía Metropolitana de Cúcuta comprobó la existencia de una fosa común en inmediaciones al sector fronterizo de La Playita, en zona rural del municipio de Villa del Rosario, Norte de Santander, la cual limita con Venezuela. La comunidad informó a las autoridades la aparición de cuerpos con signos de tortura y de hombres encapuchados, portando fusiles a orillas del río Táchira.
La aparición de cuerpos humanos a lo largo del río ha sido constante en los últimos años. Dos meses antes, en agosto del 2017, desconocidos habían asesinado a dos hombres colombianos que estaban secuestrados en Venezuela, así lo anunció el medio de comunicación La Opinión. Los cuerpos fueron tirados en la mitad de la maleza que esconde al río Táchira, también en el municipio de La Playita.
Entre el límite de la trocha La Playita y San Antonio, en el Estado Táchira, el pasado 14 de enero de 2018 se encontraron dos cuerpos sin vida y sin identificación a orillas del Táchira. Tres semanas atrás, el 23 de diciembre del 2017, en el mismo lugar había sido encontrado Rafael Martínez asesinado, de 25 años.
Sin embargo, hay registros de masacres más antiguas en las que ha estado relacionado el río. El 10 de marzo de 2014, en la frontera a la altura de Boconó, en Cúcuta, fueron encontrados cinco cuerpos colombianos en fosas comunes. Los jóvenes estaban desaparecidos desde hacía tres días y luego de una búsqueda ardua de sus familiares, fueron encontrados. Los presuntos responsables de esta masacre fueron miembros de la banda criminal proveniente del paramilitarismo conocida como ‘Los Urabeños’, según denunció un allegado de las víctimas.
De esta masacre sobrevivió una persona, quien relató que estaban pescando en el río Táchira cuando, de la nada, aparecieron pistoleros y los acusaron de cometer un robo. Los cinco cadáveres finalmente pasaron de Ureña, Venezuela, a Boconó, Cúcuta. La prensa documentó estos hechos como “La masacre en el río Táchira”.
Esta práctica, no obstante, tiene antecedentes históricos. Durante la época de fuerte presencia paramilitar en Norte de Santander, entre 1999 y 2006, se registraron masacres similares en la región. Hombres que desaparecían, eran obligados a cavar sus propias tumbas, los asesinaban y luego quedaban en las fosas comunes, documentó Vanguardia.
Por otro lado, la crisis económica y social que enfrenta Venezuela ha causado que este río sea el más utilizado por los venezolanos que huyen de la crisis de su país. El pasado 4 de abril del 2018, funcionarios de Protección Civil de Venezuela rescataron cuatro cadáveres de migrantes arrastrados por el río Táchira en la frontera colombo-venezolana.
Según el medio de comunicación ¡Pacifista!, miles de personas protagonizan una crisis humanitaria en la frontera. Las autoridades calculan que el éxodo masivo hacia Norte de Santander supera más de 5.000 personas. Mujeres, hombres de todas las edades y niños y niñas cruzaron el río Táchira con sus objetos en hombros. “Para mí es como una masacre. Dejar mis sueños, mis cosas”, dijo Alis, una venezolana entrevistada por este medio.
Infortunadamente tanto Venezuela como Colombia no tienen datos consolidados sobre el número de muertes violentas que han sucedido en los caudales del río Táchira durante las últimas décadas y no se tiene información sobre los responsables de gran parte de los asesinatos. Las bases de datos del Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica no dan cuenta de cuerpos recuperados en el río.
Datos principales del río
Bandas Criminales Emergentes, Bacrim (2006 - )