Nechí es un municipio del norte de Antioquia, que pertenece al Bajo Cauca Antioqueño. Este territorio ha sufrido la presencia de los grupos que nacieron tras la desmovilización de los paramilitares. En mayo de 2011, como lo registra Verdad Abierta, las confrontaciones por el poder territorial por las bandas criminales como ‘Águilas Negras’, ‘Rastrojos’ y ‘Paisas’, generaron desplazamientos masivos. Además, según el Observatorio de Memoria y Conflicto se registraron cuatro masacres.

En el 2012, se realiza el llamado “pacto de fusiles” en el cual las bandas criminales  pasaron  a identificarse como “gaitanistas”. Aunque cada uno conservó su autonomía e independencia, todos se articularon para conformar una fuerza armada para ejercer control sobre el territorio, desde Yarumal y Valdivia; pasando por Tarazá, Cáceres, Caucasia, El Bagre y Nechí.

Por otra parte, la minería juega un papel muy importante en la economía del municipio, ya que representa más del 60% de ingresos. Sin embargo,  la minería ilegal acapara la mayor extracción de oro.  Según un informe de la Séptima División del Ejército reveló que el 75% del río Nechí se encuentra contaminado por malas prácticas tras la minería. Dicho informe también advierte los peligros de la contaminación del río, y a las comunidades que también viven de la pesca. 

El Observatorio de Derechos Humanos y Paz del IPC registró el 19 de mayo de 2018  afectaciones ambientales producto de una ruptura de un jarillón, ubicado en un caño de desvío de aguas construido por la empresa Mineros S.A, en la zona de El Pital.