Ecopetrol, antes conocida como Empresa Colombiana de Petróleos, nace el 25 de agosto de 1951 luego de asumir los activos de la Tropical Oil Company. Hasta 2003 Ecopetrol dejó de ser administrada por el Estado y se internacionalizó como una sociedad pública por acciones, vinculada al Ministerio de Minas y Energía. Actualmente, es la empresa más grande del país con una utilidad neta de 15,4 billones de pesos, a pesar de haber estado involucrada en varios incidentes y polémicas a lo largo de su historia. Además de algunas huelgas de parte de sus trabajadores (la más grande en 2004), varias de sus reservas de barriles han sufrido accidentes y atentados que resultaron en derramamientos de crudo. En 2015, el oleoducto Trasandino, propiedad de la empresa, sufrió un atentado de las Farc que provocó el que en su momento fue calificado como el daño ambiental más grave de la historia reciente en Colombia, con consecuencias a futuro para los residentes de Tumaco y demás poblaciones de Nariño. En marzo de 2018, la empresa dejó que se derramaran incontrolablemente más de 550 barriles de crudo del pozo Lizama 158 en Santander luego de una serie de accidentes y errores.
En el oleoducto Limón-Coveñas se han derramado más de dos millones y medio de barriles por distintos atentados. El ambientalista y exministro del Medio Ambiente, Manuel Rodríguez Becerra, afirmó para Pacifista que es la empresa con más pasivos ambientales del país que involucran la muerte de ciénagas, daños a la capa vegetal, y resecamiento de caños. En los últimos años Ecopetrol ha desarrollado varios pilotos de fracking y lo defiende como una oportunidad de generación de recursos a pesar de ser una actividad prohibida en distintos países. También ha estado involucrada en escándalos de corrupción. En 2017 fue acusada de estar involucrada en una cadena de favores que benefició al exprocurador Alejandro Ordóñez. Este, según el periodista Daniel Coronell, emprendió una investigación contra el presidente de la empresa luego del escándalo de Reficar, pero a partir de ese momento muchos empleados de la Procuraduría empezaron a ocupar puestos importantes dentro de la nómina de Ecopetrol, sin explicación aparente.