La Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad y la no Repetición recorrió todo el país por cerca de tres años, propiciando diálogos con todos los actores sociales, para recoger sus experiencias, sus opiniones acerca de los factores que hacen que el conflicto persista y sus recomendaciones para que se pueda conseguir la paz en sus regiones. En este sitio web encontrará siete grandes reportajes multimedia y otras piezas periodísticas con la información de estos espacios de diálogo.
Son apenas 30 años los que, oficialmente y con el orden político que dictó la Constitución de 1991, cumple Arauca como departamento de Colombia. Sin embargo, su nombre aparece frecuentemente en la historia del país como un territorio en el que se han gestado profundos cambios y que siempre ha estado en búsqueda de su libertad
Los habitantes indígenas, las comunidades negras y los mestizos han sufrido la guerra desde la década de los noventa, que llegó con el despojo de tierras y la implementación de proyectos agroindustriales. El territorio ha sido escenario de procesos de desmovilización de distintos grupos armados y la reconfiguración de los mismos. Las comunidades sienten la ausencia del Estado.
En esta región la violencia se repite, los actores armados se reciclan y la población intenta sobrevivir en medio del fuego de una guerra que no da tregua. La situación actual en la zona es crítica: masacres, asesinatos y desplazamientos azotan a esta región, agravada por las difíciles condiciones sociales de quienes habitan allí. Entre octubre y noviembre de 2020 la Comisión de la Verdad escuchó las voces de las y los bajocaucanos, quienes reflexionaron en torno a lo que se necesita para que la guerra no se repita e hicieron un llamado urgente para que el Estado haga presencia no solo en lo militar. En este especial multimedia le contamos qué le dijo el Bajo Cauca a Colombia.
“Una de las características del Norte de Santander, muy especialmente del Catatumbo, es la fortaleza de las organizaciones sociales que vienen trabajando desde hace muchísimo tiempo. Ellos son los que han vivido el conflicto, lo llevan en su cuerpo, en su alma y en su piel. Son ellos quienes llevan las marcas, las metas y los motivos de la confrontación antigua y actual. Son ellos los que tienen esa realidad encarnada, ellos son eso: la encarnación de los porqué de este conflicto, protagonistas y víctimas que les ha tocado vivir en carne propia lo que les ha pasado”, explica sobre el Catatumbo el comisionado Saúl Franco, encargado del trabajo de la Comisión de la Verdad en esta región nororiental.
En Colombia existen más de mil iniciativas ciudadanas de convivencia y reconciliación. La mayoría surgieron aun en medio del conflicto y son impulsadas por la ciudadanía. Estos son sus protagonistas, logros, obstáculos, cifras y enseñanzas.
Tres comunidades, alejadas entre sí, son afectadas por la estigmatización. Los Acuerdos para la Convivencia y Buen Vivir apoyan los consensos y acciones ciudadanas para solucionar conflictos en los territorios. Sus historias y resoluciones están presentes en este especial.
Escuchar a las víctimas es un acto que no sólo aporta al esclarecimiento de lo ocurrido durante el conflicto armado en Colombia, también es una herramienta para reconstruir el corazón de las víctimas y ayudarlas a cicatrizar sus heridas. Sentirse escuchadas, y escuchar a las demás personas que sobrevivieron la violencia, es un proceso de sanación del que muy poco se habla y del que mucho se necesita.