Diez años para transformar la ruralidad del Guaviare

La zona rural de San José del Guaviare fue establecida por el Gobierno nacional como una de las regiones más afectadas por el conflicto. Esto significa que las medidas del punto uno del Acuerdo, cuyo fin es eliminar las inequidades entre el campo y la ciudad, deben ser implementadas más rápido en este territorio.

Por eso, allí se construye el programa de desarrollo con enfoque territorial (PDET) de la región Macarena – Guaviare, que involucra a ocho municipios del Meta y a todos los municipios del Guaviare. Este PDET busca transformar la región y debe servir para dotar el territorio de infraestructura, vías terciarias, distritos de riego y servicios como agua potable, salud, educación, acceso a créditos, asistencia técnica y seguridad social para los campesinos. En pocas palabras, una promesa por llevar el Estado Social de Derecho a una zona dónde este históricamente ha brillado por su ausencia.

Los PDET los coordina la Agencia de Renovación del Territorio (ART) y deben ser la hoja de ruta para el progreso de la región durante los próximos 10 años, por lo que deben complementarse con otras medidas del Acuerdo. Por eso, el plan masivo para formalizar la propiedad en zonas rurales, el Fondo de Tierras, la protección de áreas de especial interés ambiental, el catastro rural y la Jurisdicción Agraria son percibidos como herramientas para ayudar a superar las dificultades que enfrenta el municipio.

Pero los retos del PDET Macarena – Guaviare son grandes. Los doce municipios en los que se construye son de categoría sexta con ingresos anuales que no superan los 15.000 salarios mínimos, lo cual hace más difícil que las entidades territoriales hagan aportes significativos al proceso. Además, el departamento concentra cerca del 20 por ciento de las áreas deforestadas del país, según reportes del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), y los conflictos en los usos del suelo y la informalidad en la propiedad de la tierra son problemáticas largamente desatendidas, de acuerdo con el diagnóstico del actual Plan de Desarrollo de la Gobernación del Guaviare.

Adicionalmente el Acuerdo exige una amplia participación de la comunidad, que hoy tiene unas necesidades tan altas como sus expectativas. Así se desprende de una mirada general a las estadísticas del municipio.

Sin embargo, el interés por aumentar la inversión social del Estado colombiano en zonas rurales no es nuevo. En 1983, durante el gobierno de Belisario Betancur se creó el Plan Nacional de Rehabilitación (PNR) con objetivos muy similares a los PDET, y también fue pensado para llegar a las regiones más afectadas por el conflicto buscando una alta participación de la comunidad.

Pero la falta de continuidad en la atención a las zonas rurales del país, así como la persistencia y el escalamiento del conflicto en las décadas posteriores, hizo que en las regiones más afectadas por la guerra de ese entonces y en las de ahora, persistiera un alto grado de pobreza y exclusión de sus habitantes, como lo refleja la situación de la capital del Guaviare.

Una parte de la población de San José del Guaviare ve con esperanza la llegada de los PDET porque de no implementarse las reformas que prevé el Acuerdo, habría menos posibilidades de revertir las condiciones de exclusión que los ha hecho más vulnerables a la guerra. Por eso demandan soluciones en el corto plazo, mientras que las autoridades avanzan lentamente en este nuevo esfuerzo por dinamizar el desarrollo de la región y recuperar la confianza de los ciudadanos.

La esperanza que la población de San José del Guaviare tiene depositada en este instrumento hace que demanden aún más participación de la que hasta ahora ha habido. Quieren que su visión particular sobre necesidades y fortalezas del territorio quede plasmada en el PDET Macarena – Guaviare, y que haya más coordinación entre las entidades del Gobierno nacional con presencia en el municipio. Esto, porque a pesar de los esfuerzos de la ART, se perciben problemas de desarticulación que impiden que la labor de esta entidad impacte positivamente en las condiciones de vida de los guaviarenses.

Diferentes actores del territorio coinciden en que las soluciones a las problemáticas del municipio llegarán solo en la medida en que aumente la inversión social. Por su parte desde el Gobierno nacional resaltan que el proceso de implementación no tendrá todos los resultados que se esperan en el corto plazo, sino que estos se darán de manera gradual y progresiva en el tiempo.

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