El vacío que dejaron los desaparecidos de la masacre de Recetor, Casanare, ocurrida durante las últimas tres semanas de febrero de 2003, aún persiste. 12 años después, sus familiares todavía los buscan y se preguntan cómo fue que la violencia golpeó de una forma tan fuerte a su pueblo. Este micrositio condensa el trabajo conjunto de Rutas del Conflicto con los habitantes del municipio del Piedemonte Llanero, para reconstruir la historia del conflicto armado allí, permitir contarla desde sus propias voces y encontrar respuestas a tantos interrogantes.
Es miércoles en la noche y en el casco urbano de Recetor solo se escuchan chiflas, zapatazos y gritos de gol. El coliseo alberga alrededor de 20 personas, incluyendo a los espectadores. Los recetoreños están jugando un campeonato de penaltis. El mejor arquero se lleva 60 mil pesos y el mejor goleador, que no va a fallar ningún tiro, se lleva otros 60 mil.
Hace 12 años, al lado de ese coliseo, los ‘Buitragueños’, paramilitares de Casanare, tomaban cerveza con algunos miembros de la fuerza pública, según las versiones de algunos habitantes. Y antes de eso, a finales de los ochenta y durante los noventa, milicianos del Eln y de las Farc se paseaban por las calles y veredas de este municipio del piedemonte llanero.
Recetor está ubicado a dos horas al occidente de Yopal, cerca del límite entre Casanare y Boyacá. Antes conocido como Cerro del Perú, fue fundado en 1740 por curas jesuitas. El pueblo cambió de nombre a Recetor en honor a un médico curandero que ofrecía recetas para las enfermedades de los habitantes. “La gente de los pueblos aledaños decía ‘camine para donde el recetor’ y se los traían para acá, por eso es que este lugar se llama así”, precisa Ricardo González, que vive allí hace más de 60 años.
El conflicto en Recetor causó un profundo dolor en sus habitantes. Atentados, asesinatos selectivos, desapariciones y desplazamiento forzado tuvieron como consecuencia que una gran parte de la población recetoreña estuviera compuesta por viudas, niños huérfanos en una edad muy temprana y ancianos que tuvieron que hacerse cargo de sacar adelante a sus nietos. Esta es la historia de la guerra contada por sus protagonistas.
La búsqueda incansable de los desaparecidos
"Ellos se llevaron a mi mamá": cuando la violencia le toca a los niños.
En medio del dolor, estudiar para salir adelante.
La violencia y la naturaleza: dos caras de Recetor
El equipo de Rutas del Conflicto brindó talleres de periodismo a cinco estudiantes de noveno grado del colegio de Recetor, con el fin que ellos se convirtieran en reporteros jóvenes para continuar alimentando el micrositio. De una forma genuina y partiendo de su propia creatividad, todos los textos son escritos por ellos y las fotografías son de su autoría. Haga clic en la imagen para ver el trabajo de nuestros jóvenes reporteros.
El conflicto en Recetor, así como en el resto del Casanare, ha tenido diversos actores y matices en sus diferentes épocas de violencia. A mediados de los ochenta, el Eln fue el primer grupo armado en llegar al casco urbano del municipio. Dada la baja presencia del Estado en ese entonces, se dio también lugar al ingreso de las Farc en la década de los noventa, lo cual generó una disputa entre guerrillas. Años después, en febrero de 2003, las Autodefensas Campesinas del Casanare llegaron al municipio y desaparecieron a 60 campesinos entre Recetor y Chámeza, un pueblo vecino, acusándolos de ser supuestos colaboradores de la guerrilla. Recetor quedó prácticamente desierto después del desplazamiento que causaron estos hechos.
Los primeros en llegar Recetor: 1986
La disputa entre guerrillas
La ola de violencia de principios de 2003
Entre 1998 y 2004 las tasas de homicidio en el departamento de Casanare estuvieron por encima del promedio nacional. En 1998 se registraron 120 homicidios por cada 100 mil habitantes. Entre 1999 y 2000 esta cifra disminuyó pero en el 2001 este número volvió elevarse, registrándose una tasa de 111. Finalmente en el 2004, la tasa fue de 142, siendo éste el año más crítico de todos. Esto dicen las cifras sobre el impacto del conflicto armado en Casanare.
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