La estigmatización contra la UP fue parte del genocidio

Desde 1986 hasta 2013, la Unión Patriótica (UP) fue víctima de estigmatización por parte de agentes estatales y no estatales, según el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos

 

Por: Juan Carlos Granados

La Corte IDH en su condena al Estado colombiano por el genocidio de la Unión Patriótica afirmó que, comentarios como que la UP era el “brazo político de las FARC”, “colaboradores de las FARC”, o “aliados de la guerrilla”, produjeron aún más victimización. La Corte sentenció que estos señalamientos afectaron “tanto la honra como la reputación individual de las presuntas víctimas, así como la imagen de la organización política y restringió la proyección individual y colectiva de las presuntas víctimas en el ámbito social.”

Rutas del Conflicto realizó una aproximación a la reconstrucción de declaraciones estigmatizantes en contra de la Unión Patriótica de políticos, militares y medios de comunicación desde 1983 hasta hoy. 


Los señalamientos de la política colombiana contra la UP

En 1987, el presidente Virgilio Barco declaró en la revista South que la Unión Patriótica era el partido de las guerrillas. La UP hizo un comunicado rechazando esta afirmación y señalamientos del mandatario. 

Archivo de El Espectador del 7 de abril de 1987

Otra de las declaraciones que más eco tuvo en su momento fue la del ministro de Gobierno en 1990, Carlos Lemos Simmonds. El funcionario dijo en una entrevista con Colprensa que "el país ya está cansado y una prueba de ese cansancio es que en estas elecciones votó contra la violencia y derrotó al brazo político de las Farc que es la Unión Patriótica . Se van a enojar porque les estoy diciendo esto, pero ellos saben que es así".

 

Nota de El Tiempo del 22 de marzo de 1990

Cinco días después de ese comentario, el 22 de marzo de 1990, fue asesinado Bernardo Jaramillo, máximo representante de la UP. Según Revista Semana, Jaramillo en la última entrevista que dio ante los medios dijo que "por el hecho de que no le guste al ministro la forma como nosotros decimos las cosas, no le da derecho a condenarnos a muerte con sus declaraciones, tal como lo está haciendo".

Jaramillo era el candidato presidencial por la UP para las elecciones de 1990.Tras el homicidio de Jaime Pardo Leal en 1987, quien fue el candidato de la UP para las elecciones presidenciales de 1986, Bernardo asumió el liderazgo del partido.

 

Jaime Pardo ocupó el tercer puesto en las elecciones presidenciales de 1986/Archivo El Espectador

El procurador de la época, Alfonso Gómez Méndez, quien después sería Fiscal General, dijo que las declaraciones de Simmonds fueron una opinión política y que no tenían la intención que se le quería dar. Aun así, Simmonds renunciaría a su cargo por cuenta de la presión popular y mediática. El informe de la Comisión de la Verdad concluye que a pesar de que Bernardo Jaramillo hizo grandes esfuerzos por una salida negociada del conflicto, fue asesinado bajo la justificación de que era parte del brazo político de las Farc. 

Otro expresidente que hizo comentarios en el que responsabilizaba a las Farc del genocidio de la UP fue Ernesto Samper. En 2008, El Espectador propició un encuentro entre José Antequera, hijo del líder asesinado de la UP José de Jesús Antequera, y Samper.  Este último dijo en la reunión que en el libro ‘Armas y urnas’, se explora que hubo alguna complicidad del Gobierno, pero que las Farc tampoco estaban interesadas en proteger a los miembros de la UP y que la guerrilla también fue culpable del exterminio por omisión. Antequera le respondió que la responsabilidad de velar por la vida de los militantes de la UP era del Estado, no de las Farc. En 1995, la Unión Patriótica demandó al Gobierno de Samper para que reconociera los asesinatos de los militantes de la UP como un genocidio.

En el Gobierno de Álvaro Uribe la estigmatización contra la UP estuvo presente. En un comunicado de prensa del 24 de noviembre de 2007, la presidencia afirmó que “el Gobierno no puede permitir que los terroristas de las FARC continúen con la práctica de “combinar las formas de lucha””, lo que para el gobierno de Uribe contribuyó “a los asesinatos de integrantes de la Unión Patriótica y de líderes sindicales en Colombia”. 

El vicepresidente de Uribe, Francisco Santos, fue denunciado por injuria y calumnia por la Unión Patriótica luego de que en 2013 colocara un tweet que decía “(…) La historia de la UP es terrible. Pero esa es una sola cara, la otra es la de la combinación de las fuerzas de lucha”. Cuando Revista semana le preguntó sobre esa declaración dijo que “(...) la combinación de las fuerzas de lucha sí fue uno de los elementos del asesinato de los integrantes de la UP”.

Incluso la Corte Constitucional obligó a rectificar a Fabio Echeverry Correa, gerente de la campaña de reelección de Uribe en 2006, por una cuña publicitaria que fue transmitida en las cadenas RCN Radio, Caracol Radio y la Organización Radial Olímpica. El mensaje era un supuesto testimonio de un ex militante de la UP que decía “Señor Presidente: Yo pertenecía a la U.P., me parecía un buen movimiento, pero nos fuimos torciendo matar por matar, hacer daño a los demás, matar civiles, eso está mal hecho. Está bien que usted los esté combatiendo, por eso hoy día lo apoyamos a usted con todo lo que tenemos. Adelante, Presidente”. La Corte determinó que la falta de verificación del mensaje afectó el buen nombre y la honra de los familiares y sobrevivientes del partido político.

Además, cuando Uribe era senador en 2016, dijo en un conversatorio en Madrid que “en el asesinato de la UP intervino las mismas Farc. Ellos provocaron reacciones criminales por su combinación de formas de lucha”. 

El exministro de Defensa Fernando Landazabal Reyes y la UP

Landazabal Reyes fue general y ministro de Defensa entre 1982 y 1983. En este último año, anticipando el inicio un acuerdo entre el Gobierno de Belisario Betancur y las Farc para negociar una salida al conflicto, Landazábal escribió en la revista del Ejército: “Las Fuerzas Armadas deben disponer su ánimo para una contienda de proporciones incalculables e imprevisibles que llevaría al país a una nueva fase de violencia”. Betancur pidió la renuncia de Landazabal en enero de 1984 por sus críticas a los diálogos de paz. 

El 18 de enero de 1984, el general Landazabal renunció a su cargo de ministro de Defensa por solicitud del presidente Belisario Betancur por la reiteración del militar a no negociar con las Farc/ Archivo Colprensa

Fabiola Posada, sobrina de Leonardo Posada, uno de los líderes de la UP más importantes en Barrancabermeja y en el Magdalena Medio, asesinado el 30 de agosto de 1986, comenta que Landazbal Reyes era uno de los militares que más atizaba en contra de la UP. Posada dice que en Barrancabermeja era frecuente la estigmatización contra los líderes de la Unión Patriótica, y que antes del homicidio de su tío había apareció un graffiti en un mural del municipio que decía “fuera comunistas de BCA, fuera Leonardo Posada”. 

Mural en Barrancabermeja contra Leonardo Posada en 1986/ Cortesía de Fabiola Posada

Ya como general retirado, Landazabal siguió declarando en contra de la UP. En 1986, el  exministro de Defensa dijo en una entrevista con Revista Semana que la UP no debería reclamar la posibilidad de tener un brazo armado. “Y usted sabe muy bien que las FARC eran el brazo armado del Partido Comunista, y que el Partido Comunista se llama hoy UP (...)”, afirmó Landazabal.

En 1989, el ex ministro de Defensa Landazabal Reyes dio una entrevista con Resumen Gráfico, medio apoyado por el Movimiento de Renovación Nacional (MORENA) que fue creado por paramilitares del Magdalena Medio. En la conversación, Landazabal afirmó que las autodefensas eran legítimas y que no había que plantear la diferencia entre Ejército y pueblo. El ex ministro fue asesinado en Bogotá en 1998 por un sicario que le disparó en cinco ocasiones. 

Militares y paramilitares contra la UP 

Rafael Samudio, ministro de Defensa entre 1986 y 1988, también mostró su aceptación por los paramilitares y su aversión por la UP. En 1987, en medio de un debate en la Cámara de Representantes sobre los paramilitares, Samudio dijo que las autodefensas eran legítimas y que era cierto que las Fuerzas Militares le proporcionaban armas a los ‘paras’. Un año después, tras el atentado a la sede de la Unión Patriótica en Apartadó, Antioquia, Samudio declaró que “pues sería que tenían explosivos en su sede”.

La Corporación Reiniciar le permitió a Rutas del Conflicto acceder al informe ¡Venga esa mano, país!. Memoria de una vergüenza nacional. En el documento se muestran distintas declaraciones de militares contra la Unión Patriótica y el Partido Comunista (PC). Entre esos comentarios estigmatizantes se encuentra el del comandante de las Fuerzas Militares en 1993, Ramón Gil, donde afirma que el PC depende de lo que le proporcione las Farc. 

Fotografía de El Tiempo del 19 de septiembre de 1993

El anexo IV de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre el caso de la UP, dice que el 10 de marzo de 1993 el Comandante del Batallón 21 Vargas con sede en Granada, Meta, afirmó que la administración del municipio de El Castillo, que era dirigida por la UP, era colaboradora de la guerrilla. “El Estado reconoció la existencia de denuncias públicas ante diferentes autoridades del orden nacional, departamental y local por los presuntos señalamientos hechos por el Comandante del Batallón 21 Vargas con sede en Granada, Meta”, explica el documento de la CIDH. 

Ever Velosa, alias “H.H”, comandante del Bloque Bananero de los paramilitares, dijo que durante el exterminio de la UP asesinaron a personas que no eran destacados líderes solo por hacer parte del partido. “Entonces sí, muchas de esas personas murieron por el hecho de pertenecer a la UP”; contó Velosa en 2008 ante el despacho 17 de la unidad de Justicia y Paz en Medellín. 

Las editoriales de los medios también son responsables  

En las peticiones que le hicieron las familias a la CIDH está la de “adoptar todas las acciones posibles para que los medios de comunicación que en su momento propiciaron la estigmatización de la Unión Patriótica rectifiquen”. Dos casos que muestran la reiteración de frases y estigmatización contra la UP son el del diario El Colombiano en 1987 y el de Enrique Santos Calderón.  El 20 de marzo de 1987, el diario El Colombiano en su editorial “Por los Caminos de Urabá”, dijo que “una cosa es que las guerrillas pasen por Jamundí y otra que elijan ahora a los alcaldes”. 

Por su parte, El Tiempo en su editorial del 18 de octubre de 1992, escrito por Enrique Santos Calderón, afirmó que “una vez más han salido a relucir las estrechas vinculaciones del Partido Comunista y la Unión Patriótica, esas dos caras de la misma moneda con la actividad guerrillera de las Farc”. El 5 de febrero del presente año, Santos escribió en Los Danieles que la cúpula de las Fuerzas Militares querían impedir el surgimiento de la Unión Patriótica y que este grupo político estaba vinculado las Farc que “continuaba su estrategia de “combinación de formas de lucha”, que incluía extorsión, secuestros y atentados. 

Además, Santos en esta columna sostuvo que “al PC le costó mucho sus vínculos con las Farc. En su XV Congreso de 1988, cuando por doquier eran asesinados los miembros de la UP, insistió inexplicablemente en su estrategia de combinar todas las formas de lucha (sindical, social, electoral y armada)”. 











 

Actualizado el: Lun, 02/13/2023 - 17:41