Datos principales

Municipio y departamento: ,

Vereda y corregimiento: San Rafael

Presunto responsable:

Fecha: / /

LISTADO DE VÍCTIMAS

Cristian Estiven Quintero Hernández (26 años)

Santiago Cobo Arcila (18 años)

Elkin Emilio Gil Jiménez (16 años)

Santiago Guarín (21 años)


San Rafael, Antioquia. 19 de octubre de 2021

Actualizado el: Mié, 12/01/2021 - 18:36

Cuatro jóvenes fueron asesinados en el casco urbano del municipio de San Rafael, departamento de Antioquia. Las víctimas fueron identificadas como Cristian Estiven Quintero Hernández de 26 años, Santiago Cobo Arcila de 18, Elkin Emilio Gil Jiménez de 16 y Santiago Guarín de 21. 

Los hechos ocurrieron pasadas las diez de la noche del martes 19 de octubre. Según informaron varios testigos a Caracol Radio, las víctimas se encontraban participando de una actividad cultural de música rap cuando fueron atacados por hombres armados. Hasta el momento se desconoce la causa del ataque. 

El líder social antioqueño Yesid Zapata afirmó para el medio antes citado que en el territorio existe una disputa entre distintos grupos armados por el control del microtráfico y que en San Rafael, por ejemplo, se están peleando los puntos claves de venta y distribución de estupefacientes, mejor conocidos como “plazas de vicio”.

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Municipio y departamento: ,

Vereda y corregimiento: Bolívar

Presunto responsable:

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LISTADO DE VÍCTIMAS

Yeiner Alexis (20 años)                           

Yéferson Hernández Ceballos (19 años) 

Hernán David López Úsuga (20 años)                     

Yober Ernesto Londoño Gallego (15 años)


Anorí, Antioquia. 02 de octubre de 2021

Actualizado el: Mié, 12/01/2021 - 17:30

En la madrugada del sábado 2 de octubre fueron asesinadas cuatro personas en la vereda Bolívar, corregimiento del municipio de Anorí, Antioquia. Las víctimas fueron identificadas como Yeiner Alexis de 20 años, Yéferson Hernández Ceballos de 19 años, Hernán David López Úsuga de 20 años y Yober Ernesto Londoño Gallego de 15 años. Según información proporcionada por INDEPAZ, al parecer las víctimas habrían sido secuestradas en el casco urbano de Anorí y llevadas hasta la vereda Bolívar donde luego fueron asesinadas. 

La fundación SUMAPAZ, en una declaración citada por el diario El Tiempo, afirmó que entre las víctimas se encontraría un excombatiente de las Farc, lo que preocupa a los pobladores de la zona, ya que en Anorí está ubicado el Antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación de La Plancha. Lugar en el que aún permanecen, según cifras de la Agencia de Reincorporación Nacional, cerca de 70 firmantes del Acuerdo de paz.

En la zona actúan grupos armados como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc) o Clan del Golfo, a cargo de José Sierra Regino. También se han visto panfletos de las Águilas Negras, bandas criminales y el Frente 36 de las disidencias de las extintas Farc, siendo estos últimos quienes figuran como principales sospechosos del crimen de acuerdo con las autoridades.

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Vereda y corregimiento: La Rampa

Presunto responsable:

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LISTADO DE VÍCTIMAS

Pedro Pablo Silva

Uriel González Sánchez

Carlos Antonio Daza Pérez

Leonardo González Tabares


Ambalema, Tolima, 8 de julio de 2021

Actualizado el: Jue, 10/21/2021 - 20:53

El 8 de julio de 2021, fue perpetrada la masacre número 50 en Colombia, según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), completando así 188 víctimas de masacres en el país durante el año en curso. La comunidad halló a tres personas sin vida con varios impactos de bala sobre la vía rural que conecta Ambalema con Cambao, a la altura de la vereda La Rampa, al norte del Tolima. Una cuarta persona sobrevivió al ataque, pero falleció más tarde en un centro médico. Las víctimas fueron identificadas como Pedro Pablo Silva de 32 años, Uriel González Sánchez de 51, Carlos Antonio Daza Pérez de 28 y Leonardo González Tabares de 30. Dos de ellas oriundas del municipio de Espinal, Tolima. 

Al parecer, relata la comunidad, dos hombres dispararon contra dos personas que se movilizaban en motocicleta por la zona rural de este municipio. Después atacaron a “un campesino testigo del hecho”, que pasaba por el lugar en su tractor, y a uno más tarde, que se acercó al lugar de los hechos a ver qué ocurría. 

Aunque las autoridades no se han pronunciado al respecto, por el momento se sabe que en esa zona del Tolima transitan las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), las “Águilas Negras” (que harían presencia por medio de panfletos, a pesar de que su existencia ha quedado entredicha por las autoridades), y el grupo residual de las antiguas FARC Frente Ismael Ruiz, del Comando Conjunto de Occidente.

Esta sería la segunda masacre que se presentó en el Tolima en menos de una semana, después de una ocurrida el 4 de julio, cuando fueron asesinados cuatro hombres en la vereda La Trinidad del municipio de El Espinal, además del asesinato de otra persona en Melgar, sumando así, 9 víctimas en el departamento. 

Jairo García, el viceministro de Defensa para la Estrategia y la Planeación, anunció la recompensa de 30 millones de pesos para quien dé información que permita identificar el paradero de los responsables de estas dos masacres, tras realizar en horas de la noche de ese mismo día, 8 de julio de 2021, un consejo de seguridad extraordinario en Ibagué.

Según Indepaz, esta zona del departamento configura uno de los principales corredores para las economías ilegales de la región, ya que conecta con la capital del país, Bogotá. Además, comparó los índices de violencia en 2020 en relación con los del presente año y encontró que esta aumentó en un 32%. Para julio del año anterior, se habían presentado 34 masacres, y para este, 50, es decir, 16 más.

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Vereda y corregimiento: El Corozo

Presunto responsable:

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LISTADO DE VÍCTIMAS

Juan Garcés Garcés

Raúl Garcés Garcés

Joaquín Garcés Rodríguez

Ángel Garcés Rodríguez


Cravo Norte, Arauca, 10 de julio de 2021

Actualizado el: Jue, 10/21/2021 - 12:58

La Defensoría del Pueblo reportó la masacre de cuatro miembros de una misma familia en  la vereda El Corozo, municipio de Cravo Norte, en Arauca. Hector Joaquín y Ángel Seguno Garcés González eran hermanos. Estaban en una finca en compañía de sus tíos Juan Manuel y Raúl Alberto Garcés Garcés, cuando desconocidos llegaron, los sacaron de allí y los asesinaron. 
 
Según las autoridades, el Frente 10 de las disidencias de las Farc sería el responsable de la masacre. El juzgado Segundo de Arauca, por solicitud de la Fiscalía, expidió orden de captura en contra de Jorge Eliecer Jiménez Martínez, alias ‘Arturo o Gerónimo’, señalado como jefe del Frente 10 de las disidencias de las Farc. De igual modo, existe orden de captura contra Fabián Eliécer Jiménez Martínez, alias ‘Ferley González’ y Gerardo Antonio Sanguino Franco, alias Anderson’, también miembros del Frente 10.

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Vereda y corregimiento: San Antonio

Presunto responsable: Bandas delincuenciales del municipio

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LISTADO DE VÍCTIMAS


Soacha, Cundinamarca. 6 de agosto del 2021

Actualizado el: Mié, 10/20/2021 - 11:56

La mañana del viernes 6 de agosto del 2021 se presentó una masacre en una casa del barrio San Antonio, de la comuna uno del municipio de Soacha, Cundinamarca. En el hecho murieron cuatro personas, tres hombres y una mujer, quienes recibieron varios impactos con arma de fuego. Una patrulla de la Policía llegó al lugar de los hechos y dio con la vivienda, que se encontraba en una zona de invasión, con la puerta abierta. Dentro halló los cuatro cadáveres, drogas y un chaleco antibalas según reportes de la Policía adscrita al programa nacional de vigilancia.

La vivienda donde departían las cuatro víctimas de la masacre se utilizaba, según la Policía y habitantes del sector, para expendio de estupefacientes, por lo que la Policía concluyó que se trataba de un ajuste de cuentas ligada al microtráfico en este municipio. El general Óscar Gómez Heredia confirmó la creación de un grupo interinstitucional entre la Policía y la Fiscalía para esclarecer los hechos. A su vez habló de una recompensa de $20 millones para cualquier persona que brinde información que ayude a dar con los responsables del crimen.

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Municipio y departamento: ,

Vereda y corregimiento:

Presunto responsable: Se desconocen los responsables

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LISTADO DE VÍCTIMAS

Jesús David Vallejo y Esteban Riaga


Masacre Tulúa, 24 de mayo de 2021

Actualizado el: Lun, 07/19/2021 - 15:26

Según la ONG Indepaz, el 24 de mayo de 2021, dos jóvenes fueron encontrados en el sector de Los Caimos, y otros dos en el barrio Portales del Río, en Tuluá, Valle del Cauca. Dos de las víctimas fueron identificadas como Jesús David Vallejo de 20 años de edad y Esteban Riaga de 16 años. Los cuatro jóvenes eran oriundos del corregimiento La Marina, de donde salieron en horas de la mañana hacia Tuluá. La comunidad señala que dos de los jóvenes ya habían sido dados por desaparecidos días antes, y tras las movilizaciones producto del Paro Nacional, habían estado circulando panfletos que amenazaban con asesinar a quienes fueran parte de bloqueos en las vías en este municipio. Alli delinquen las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y el grupo residual de las FARC Adan Izquierdo.

Rutas del Conflicto continúa documentando estos hechos.

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Municipio y departamento: ,

Vereda y corregimiento:

Presunto responsable: Se desconocen los responsables

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LISTADO DE VÍCTIMAS

Alfaro Quinayas Majín, Samaní Quinayas Majín, Miller Giovany Quinayas Majín, Milton Javier Quinayas Muñoz, Waldemar Girón, Leidy Cortes Jurado


Masacre en El Tambo, 21 de mayo 2021

Actualizado el: Lun, 07/19/2021 - 15:20

Según la ONG Indepaz, el 21 de mayo de 2021, en la vereda Loma Larga, corregimiento de Quilcacé, municipio del Tambo, Cauca, fueron asesinadas cuatro personas, quienes al parecer pertenecían a la misma familia. Otra persona más resultó herida tras el ataque y fue conducida a una clínica. Las víctimas fueron identificadas como Alfaro Quinayas Majín, Samaní Quinayas Majín, Miller Giovany Quinayas Majín, Milton Javier Quinayas Muñoz y Waldemar Girón. Además, una mujer identificada como Leidy Cortes Jurado quedó herida tras el ataque. En esta zona delinquen los grupos armados Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los grupos residuales de las FARC: Jaime Martinez, Carlos Patiño y la Segunda Marquetalia.

Rutas del Conflicto continúa documentando estos hechos.

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Vereda y corregimiento: Corregimiento de Mondomo

Presunto responsable: Se desconocen los responsables

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LISTADO DE VÍCTIMAS

Duber Antonio Enríquez Gaviria Alirio Enríquez Gaviria Mario Herney Gómez Wilmar Javier Pardo Polanco


Masacre de Santander de Quilichao, 7 de abril de 2021

Actualizado el: Lun, 07/19/2021 - 15:16

Hacia las 7:30 de la noche del 7 de abril de 2021, hombres armados ingresaron a una finca en el corregimiento de Mondomo, Santander de Quilichao, y dispararon contra seis personas que se encontraban en el lugar: Alirio Enríquez Gaviria, el dueño de la casa, quien estaba reunido con el arquitecto Wilmer Javier Pardo Polanco por unas remodelaciones que se le harían al lugar; sus hermanos Jaider y Antonio Enríquez Gaviria, un maestro de construcción; Mario Herney Gómez y otro allegado, Johan Enríquez Navia. Causando la muerte a cuatro de ellas: a Alirio Enríquez Gaviria y a su hermano Antonio Enríquez, al arquitecto y al maestro de construcción. Las otras personas quedaron gravemente heridas y fueron llevadas al hospital del municipio.

Horas antes, el Resguardo Indígena Nasa Kitek Kiwe, del municipio de Timbío, denunció que hombres armados llegaron a la casa de su representante legal y Defensor de DDHH, José Rodvel Collazos Yule. Ante la alerta de varios perros de la casa, los hombres huyeron del lugar. Los miembros del CTI aseguraron al diario La Vanguardia que dos de las víctimas, Antonio Enríquez y Gómez fallecieron en ese mismo sitio. Mientras tanto Alirio Enríquez Gaviria y sus otros dos familiares, Jaider Gaviria y Johan Enríquez Navia, resultaron heridos y fueron llevados por la misma comunidad al hospital de este municipio. El primero de ellos murió en el traslado.

De acuerdo con el noticiero 90 Minutos, el secretario de Gobierno de Santander de Quilichao, Luis Ángulo, señaló que en la zona sigue el conflicto armado, “debido a procesos de erradicación de cultivos pertenecientes al narcotráfico”. Pero este no es el único flagelo que afecta a esta región urbana del Cauca, según Juan Manuel Torres, coordinador de la oficina Pacífico de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), también sufre diversas violencias bajo la acción de guerrillas, paramilitares, y por la misma ausencia del Estado. Haciendo que los grupos armados dedicados al negocio del narcotráfico, la extorsión, amenazas y asesinatos se multipliquen. Según un periodista local, Santander de Quilichao es considerada como la capital del Norte del Cauca, que recibe a los campesinos o a las comunidades que descienden del occidente: Suarez, Buenos Aires, Timba etc; también los que descienden del nororiente: Toribio, Jambaló, Corinto, Miranda. En este orden de ideas, Santander es clave para los grupos armados porque es el punto de paso entre Popayán y Cali, y de ahí se llega al sur del Valle por una vía que empieza en Timba, sigue en Suarez, y termina en Jamundí, creando un corredor estratégico para el negocio del microtráfico. Es esta ruta la que actualmente se disputan los grupos armados residuales de las FARC: Dagoberto Ramos y Jaime Martinez.

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Presunto responsable: Se desconocen los responsables

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Leydi Yohana García, Milagros Hernández, John Denis Aguirre, Julio César Montaño


Masacre de Cartago, 27 de marzo de 2021

Actualizado el: Lun, 07/19/2021 - 15:08

En la tarde del 27 de marzo de 2021, dos hombres vestidos en negro y a bordo de una motocicleta, llegaron a la plaza de mercado de Cartago y dispararon contra cuatro personas que se encontraban en el lugar, dos hombres y dos mujeres.

Luego de la masacre, las autoridades activaron un ‘plan candado’ en el municipio. Sin embargo, no se han conocido capturas. La gobernadora del Valle del Cauca, Clara Luz Roldán, dijo ante el noticiero 90 minutos que las primeras hipótesis sobre el hecho afirman que se trató de “un enfrentamiento entre bandas dedicadas al microtráfico, que tienen injerencia en Risaralda, Quindío y el norte del Valle”.

De acuerdo con el diario El País, una de las víctimas, Julio César Montaño, tendría antecedentes penales por concierto para delinquir y porte y tráfico de estupefacientes. El diario también afirmó que las mujeres asesinadas eran trabajadoras sexuales.

Cartago, municipio del Norte del Valle, ha sido fuertemente golpeado por el conflicto y el narcotráfico. Fue uno de los municipios en donde operó el cartel del norte del Valle entre 1990 hasta 2008. Recientemente, la violencia está más centrada en el microtráfico. Según dijo el secretario de Seguridad del Valle, Camilo Murcia, a La Silla Vacía, actualmente, el EPL y el ELN tienen incidencia entre los municipios de Bolívar y El Dovio, municipios del norte del Valle. Sin embargo, una fuente militar negó la presencia de los ‘elenos’ en el departamento.

Para comprender los cambios y el recrudecimiento de la violencia en el Valle del Cauca y el Cauca, hay que remontarse a un punto de partida: la oleada de narcotráfico, paramilitarismo y presencia de grupos insurgentes del siglo pasado. En aquella década de los noventas se dieron unas configuraciones donde el conflicto se degradó radicalmente por la entrada del narcotráfico en todas las esferas de la sociedad civil y armada. Tanto la ciudadanía empresaria, terrateniente o desposeída, pasando por los gobiernos representando y manejando las fuerzas armadas, hasta los grupos insurgentes, paraestatales y delincuenciales, la mayor parte de la sociedad se inmiscuyó directa o indirectamente en el negocio del tráfico y producción del clorhidrato de cocaína.

Como lo menciona Nicole Bravo (2021) en su reporte para el medio La Silla Vacía, el norte del Valle era conocido por el cartel de narcotráfico que llevaba el mismo nombre en los 90 y que operó en Cartago, la ciudad más importante de esa subregión. Además, con la llegada del Bloque Calima de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), en varias subregiones del Valle se dio una alianza entre agentes del Estado (de las Fuerzas Armadas o de Inteligencia), capos de este tipo de carteles y paramilitares, que en ese entonces tenía como objetivo eliminar un enemigo en común: los grupos armados que se auto-denominaban revolucionarios.

Existía presencia de grupos armados de distinta vertiente ideológica, desde el M-19 con una presencia más urbana en las laderas y zonas marginadas de la capital vallecaucana y algunas zonas veredales de corredores estratégicos, hasta guerrillas primordialmente rurales y campesinas como FARC, ELN y EPL. Ese escenario con tanta multiplicidad fue el antecedente de lo que muchos teóricos llamaron “la complejización del conflicto”. Al no haber dos bandos claramente identificados, tenían lugar en diversas partes del departamento disputas territoriales en una guerra de todos contra todos, que puede verse de forma más manifiesta en las fronteras del Valle con el departamento del Chocó.

Era un caldo de cultivo y un revuelto armado, ideológico y de lucro delincuencial que preparó y causó un contexto con unos actores y dinámicas que sirven de punto de partida para entender a los fenómenos de violencia a los que ahora asistimos en la actualidad; unas presencias sofisticadas, clandestinas y fragmentadas de grupos como EPL, ELN, bandas criminales que responden a intereses y disputas locales (por ejemplo, las BACRIM de Buenaventura llamadas La Local y La Empresa), Grupos Armados Residuales o disidencias de los dos acuerdos de paz (tanto el de los paramilitares con el gobierno Uribe, como el de las FARC con el gobierno Santos) y actores que completan una cadena a nivel micro y responden a dinámicas de mercados ilícitos de drogas, armas, extorsión y hurto.

Los municipios en los que estos grupos han tenido incidencia principalmente han sido Bolívar, El Dovio, Buga, Tuluá, Florida, Sevilla, Bugalagrande, Cartago, Buenaventura y Cali con su zona metropolitana (Palmira, Candelaria y Jamundí). La historia demostraría que con las disoluciones y capturas, de los cárteles y sus capos, el narcotráfico no acabaría ni entraría en crisis sino que mutaría, dejando de tener tanta influencia en la zona, pero reestructurándose por medio del microtráfico.

Los grandes carteles u oficinas de delincuentes de hace dos décadas dejaron de ser los que definen el mercado de drogas, ahora hay un mercado interno que depende de una oferta local. Así lo explica el experto en crimen organizado Alberto Sánchez (citado por Bravo, 2021). Y es que la violencia ahora es más selectiva pues no conviene que se demuestre su sistematicidad como se hizo en otras épocas con masacres y hechos victimizantes ocurridos en Sevilla, Trujillo, Buga y Buenaventura.

No, lo que aprendieron los nuevos capos y grupos al margen de la ley, es que no se trata de eliminar a todo contrincante o presunto enemigo para conseguir un monopolio del poder local, sino que se debe sobornar autoridades, asesinar de manera graneada y esporádica intentando vincular los hechos violentos con otras causas, establecer alianzas bajo cuerda con sectores formalmente establecidos (empresariado e industria del Valle) y mantener un bajo perfil. De esta forma, se mantiene más el negocio y no se corren riesgos innecesarios que tomaban en otras épocas los reconocidos y afamados capos del narcotráfico en el Valle del Cauca.

Antes de finalizar, es necesario resaltar varias cosas; aunque se haya transformado la forma en la que operan, siguen siendo los mismos fines: el lucro ilícito y la disputa de territorios estratégicamente posicionados por sus recursos y rutas. También, el hecho de que se haya complejizado y degradado el conflicto no quiere decir que los grupos armados, tanto los que nacen ideologizados y con pretensiones de toma del poder así como los que buscan dominar y mantenerse en un mercado ilegal, no cuenten con aceptación y legitimidad provenga de su actuar político o criminal.

Por todo ello es que se puede concluir que las dinámicas son lo único que cambia, ya que los actores son muchas veces los herederos e incluso los mismos de hace dos o tres décadas, solo que aprendieron y se mimetizaron ante el cambio en la permisividad que el Estado profería tan flagrantemente desde antaño. Ahora las redes, internet y muchos cambios tecnológicos que no responden a una lógica nacional influyen en las formas que se trafica, negocia y produce la droga. Sin embargo, de fondo y principalmente, sigue sin tratarse el tema desde la demanda y se ataca con un enfoque a la oferta, todavía se busca eliminar el producto natural con aspersión o fumigación aérea y todavía se ataca al criminal y no al sistema de falta de oportunidades educativas y laborales que lo genera.

Juan Manuel Torres, sociólogo y coordinador de la oficina Pares Pacifico en Buenaventura de la Fundación Paz y Reconciliación, explica que el Valle del Cauca y el Cauca están conectados primero a nivel regional por el grupo Armado Adan Izquierdo que opera en la cordillera occidental, por la zona de Tuluá, Buga e incluso Sevilla. Además, tienen la conexión del Naya, la conexión de Jamundí con Los Farallones y la conexión con la costa Pacífica caucana. Estas características geográficas favorecen la conexión entre departamentos. También, se debe considerar que Cali, Jamundí y estas zonas del centro del Valle ha sido donde se hacen los grandes negocios del narcotráfico. En el Valle es que viven los grandes capos y además Cali es un corredor importante, no solo para la cocaína, sino que también es un corredor para las armas.

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Municipio y departamento: ,

Vereda y corregimiento:

Presunto responsable: Se desconocen los responsables

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Jhon Deibi Cuello Jaramillo, Deibinson Jaramillo, Brian Duvan Tapias y un hombre más sin identiicar.


Masacre de Tarazá, 18 de enero de 2021

Actualizado el: Lun, 07/19/2021 - 14:57

El 18 de enero de 2021, en el barrio Las Palmas del municipio de Tarazá, Antioquia, ocurrió la que, según Indepaz, sería la quinta masacre en Colombia en lo corrido del año.

Fueron asesinados cuatro jóvenes: Jhon Deibi Cuello Jaramillo de 18 años, Deibinson Jaramillo de 17 años, Brian Duvan Tapias y un hombre más sin identificar, del que se sabe había prestado el servicio militar. Este último inicialmente quedó herido y fue trasladado a un hospital donde murió días después.

“Cuando supimos de la masacre, la información que nos llegó de las autoridades es que se trataba de un enfrentamiento entre grupos armados. Luego testigos contaron que no hubo tal enfrentamiento. Se trató de una masacre, fueron a matarlos”, así lo explicó Martín*, un periodista de la zona. En medios de comunicación también se encuentra la versión de que se trató de un enfrentamiento entre integrantes del Clan del Golfo y Los Caparros, dos grupos neoparamilitares que se disputan el control de ese territorio. Sin embargo, Martín* agregó que el lugar donde fueron asesinados los jóvenes, es un sitio montañoso, oscuro en las noches, alejado de las viviendas, señalado por ser un lugar de consumo de drogas y que, “con los grupos armados, el hecho de que las personas sean consumidoras o expendedoras es una sentencia de muerte”.

Tarazá está ubicado en la subregión del Bajo Cauca antioqueño, una zona del departamento donde el cultivo de coca y la minería ilegal representan las principales actividades económicas de sus habitantes. Según un artículo publicado el 2 de mayo de este año en El Universal, La Contraloría General de la República emitió una alerta en el país, donde indica que el departamento de Antioquía constituye la mayor alerta ambiental al presentar una alta concentración de minería y cultivos de coca en 2019, y menciona a Tarazá como uno de los principales municipios donde se presenta esta problemática. Pero el cultivo de coca y la minería ilegal no es algo nuevo en esta subregión, lo que ha hecho que Tarazá, entre otros municipios de Bajo Cauca, estén en la mira de actores armados que quieren controlar las rentas ilegales de estas actividades.

Además del Clan del Golfo y Los Caparros, según Martín* y Carlos Zapata, coordinador del Observatorio de Derechos Humanos de Instituto Popular de Capacitación -IPC-, en el Bajo Cauca antioqueño también hay presencia del Ejército de Liberación Nacional -ELN-, pero “allá el ELN tiene un pacto con los actores armados para que lo dejen tranquilo. Ellos heredaron el impuesto de gramaje de los territorios que dejaron las FARC [...] Le cobran impuesto de gramaje al campesino y ‘vacuna’ al comprador. Están tranquilos fortaleciendo su economía de guerra y sin entrar en disputa con nadie.”, asegura Carlos Zapata; además, según Martín*, este actor armado está principalmente en las zonas rurales del territorio.

La presencia de estos grupos armados ha generado una crisis social en algunos municipios del Bajo Cauca, donde los asesinatos, amenazas y desplazamientos se han hecho parte del diario vivir. Marcela*, una mujer de Tarazá que salió desplazada en diciembre de 2019, explicó que la disputa de estos actores armados complicó la vida en el municipio, especialmente para las personas jóvenes y para los miembros de organizaciones sociales. “Muchas veces nos llegaron panfletos donde decían que estaban haciendo ‘limpieza social’ de todo lo que tuviera que ver con el consumo de sustancias psicoactivas, de todos los callejeros, de todas las putas. Salieron muchos panfletos con nombres propios y muchas mujeres jóvenes estaban en peligro por ser novias de uno u otro. Enviaban panfletos de lado y lado (de Los Caparros y el Clan del Golfo), el uno mandaba y luego el otro”.

Marcela* explica que, en Tarazá, se venía viviendo en medio de una tensa calma, pero desde 2018 la situación se agravó. Cuenta que, debido a que algunos jóvenes consumían drogas, los grupos armados empezaron a decir que: “o los muchachos se componen o se van. Componerse era dejar de tirar marihuana, dejar de salir y de ir a ciertos lugares. A mí eso me costó tener que sacar a mi hijo del municipio en 2018, pero muchos quedaron allá” y que “algunos chicos sí consumían drogas y salían a ‘parchar’, como dicen ellos, pero también salían a jugar futbol y lo hacían de manera libre, muy espontánea, y que consumieran o fueran rebeldes, no quería decir que estuvieran en diferentes grupos armados o en temas de microtráfico. Les encantaba estar con los amigos, de pronto fumando marihuana, pero nada más. Y obvio para conseguirla tenían que ir al sitio donde la venden”. Para Marcela, esto último pudo haber sido la razón del asesinato de Jhon Deibi, Deibinson, Brian Duvan y el otro joven, a quienes ella conocía; “estar en el lugar que estaban los puso en el ojo de los actores armados”, concluyó Marcela*.

Las fuentes consultadas coinciden en que, en el Bajo Cauca, y en este caso en Tarazá, los índices de esclarecimiento de homicidio son muy bajos. Y en que las autoridades han lanzado hipótesis equivocadas de manera apresurada. Por eso dicen “que era consumidor, que era expendedor o lo relacionan con los actores armados sin que haya una investigación”, complementó Martín.

*Nombres cambiados por razones de seguridad.