Datos principales

Municipio y departamento: ,

Vereda y corregimiento: Vereda El Naranajal, corregimiento El Ejido

Presunto responsable: Se desconocen los responsables

Fecha: / /

LISTADO DE VÍCTIMAS

Yulieth Mellizo, Julián David Ortiz Hoyo, Daniel Felipe Paz y Fabio Alejandro Navia.


Masacre de Policarpa, 1 de febrero de 2021

Actualizado el: Lun, 07/19/2021 - 14:03

Cuatro jóvenes oriundos de El Bordo y Pan de Azúcar, del municipio de Patía, Cauca, entre 23 y 25 años de edad, desde el viernes 29 de enero de 2021, se encontraban desaparecidos. Sus cuerpos fueron hallados el 1 de febrero en la vereda El Naranjal, corregimiento El Ejido, Policarpa, Nariño.

Viajaron a la región en busca de oportunidades laborales, pero según advertencias de la comunidad, los grupos armados presentes en la zona, cada ocho o quince días censan a la comunidad, por lo que esa pudo ser la razón por la que el carro en que se transportaban fue abordado por uno de ellos, y los jóvenes asesinados.

Tres de sus cuerpos fueron hallados por la comunidad al interior de la camioneta y uno amarrado junto a ella, sobre un abismo. Las víctimas son Yulieth Mellizo, Julián David Ortiz Hoyo, Daniel Felipe Paz y Fabio Alejandro Navia.

Una de las madres de los jóvenes dijo para RCN Radio que su hijo se encontraba trabajando en esa zona con uno de sus primos y otros amigos y que empezaron a buscarlos. “Nos dimos cuenta porque la mamá del primo de mi hijo me informó que no habían llegado a la casa, entonces nos pusimos a ver qué había pasado. Yo empecé a escribirle y él se había conectado como a las 3 de la mañana y nunca más me habló, no respondió los mensajes”. El coronel Nelson Parrado de Nariño, dijo que Medicina Legal determinó que varios impactos de bala ocasionaron la muerte de de los jóvenes.

El 10 de enero también en Policarpa, murieron dos menores de 14 años, en la vereda Peñas Blancas, después de pisar un campo minado. Sus nombres eran Cristián Camilo García Meneses y Josepth Esteban Chaves Martínez.

La explicación a esta masacre y el regreso de las minas antipersonal, también radica en que dado a las particularidades geográficas del departamento, la presencia de actores armados ha aumentado, y así su control sobre la población.

El Nariño cuenta con un corredor estratégico, que va desde la Cordillera Occidental, hacia el cordón fronterizo colombo-ecuatoriano, y desde la Cordillera Central, hasta el Triángulo de Telembí, en la costa pacífica nariñense, donde los grupos ilegales han conseguido poco a poco ocupar y disputarse el territorio.

Según la Fundación Desarrollo y Paz, Fundepaz, organización defensora de derechos humanos y promotora del desarrollo sostenible en Colombia, quienes delinquen en Nariño son grupos armados organizados como el Eln y el Clan del Golfo (aliado del Frente Oliver Sinisterra), grupos armados organizados residuales, conocidos como el Frente Oliver Sinisterra, Bloque Alfonso Cano y Los Contadores, y los grupos armados delincuenciales, llamados Los Negritos y Cordillera Sur.

La Segunda Marquetalia se encuentra en las zonas de cordillera, desde donde pretende ingresar al Cauca, a través del municipio de Santa Bárbara de Iscuandé y Magüi Payán —frontera con el Ecuador y el Océano Pacífico—, hacia el río Patía. También están presentes sobre la costa pacífica, especialmente sobre el río Mejicano, y el Mira, cerca a Tumaco, donde hay presencia de Los Contadores y el frente Gentil Duarte, con quien además de disputarse el control territorial, pelean el reconocimiento historico y politico de la extinta guerrilla Farc-Ep.

En el Triángulo de Telembí hay presencia del Ejército de Liberación Nacional, Eln, y en los municipios del Charco, Santa Bárbara y Magüi Payán, del Clan del Golfo, a cargo de Erlein Valencia Villa, alias ‘El Morocho’, aunque ahora está bajo el mando de alias ‘Matamba’, quien sembró terror en Policarpa, El Rosario y Leiva un par de años atrás.

La disputa entre el Frente Oliver Sinisterra y el Bloque Alfonso Cano, han afectado fuertemente los municipios de Roberto Payán, Magüi Payán, Olaya Herrera y El Charco. Por lo que su presencia no solo ha reconfigurado el conflicto en la región, y la disputa de las rutas del narcotráfico en Nariño, sino también que han aumentado los hechos victimizantes contra la población.

La Defensoría del Pueblo reportó una masacre el 15 de agosto de 2020, que cobró la vida de ocho personas en la vereda Santa Catalina, del municipio de Samaniego. El 9 de diciembre del mismo año, alertó que más de 4.000 personas estaban confinadas por el conflicto armado y reportó 43 desplazamientos que afectaron a 14 mil personas en todo el departamento, y ha emitido desde 2017, cerca de 161 alertas tempranas ante el aumento del reclutamiento y la violencia sexual contra menores —donde algunas de las jovenes reclutadas son convertidas en esclavas sexuales— ,especialmente en la costa pacifica.

Así mismo, registró que el 13 de enero de 2021 fueron desaparecidas 11 personas provenientes de Tumaco, cuando iban rumbo al municipio de Mosquera. Días más tarde, el 20 de enero, 99 familias afrodescendientes llegaron al municipio de Roberto Payán tras ser desplazadas de su comunidad en Cocal, Barbacoas. Además, hasta la fecha se han reportado 3.141 personas desaparecidas, y 57 desplazamientos masivos.

La ONG Indepaz, durante el primer semestre de 2021, ha registrado seis masacres en Nariño, dos de ellas en Tumaco, y las demás en Policarpa, Roberto Payán, Sotomayor y Samaniego.

Datos principales

Municipio y departamento: ,

Vereda y corregimiento:

Presunto responsable: Los Cuyes

Fecha: / /

LISTADO DE VÍCTIMAS

Se desconocen sus nombres


Masacre de Samaniego, 10 de abril de 2021

Actualizado el: Lun, 07/19/2021 - 13:58

El 10 de abril de 2021 se registró una masacre en Samaniego, Nariño. Cuatro personas fueron asesinadas en distintos puntos del municipio, con cinco horas de diferencia. Las primeras víctimas, fueron dos hombres que se encontraban departiendo en un establecimiento comercial, y horas más tarde, otros dos a las afueras del municipio.

Algunos miembros de organizaciones sociales de derechos humanos, y de la comunidad —no se atreven a brindar más información— señalan que días antes al asesinato de estas cuatro personas, estuvo circulando en Samaniego un panfleto firmado por un grupo armado, que se hacia llamar “Los Cuyes”, en el que anunciaban que quienes fueran encontrados consumiendo licor o sustancias psicoactivas, serian asesinados.

Hasta la fecha se desconoce la identidad de las víctimas, y las autoridades dicen investigar la procedencia del panfleto y quiénes pudieron ser los autores de sus muertes, pero no han brindado mayor información al respecto.

Pero esta no es la única masacre que se ha presentado en el municipio, la Defensoría del Pueblo el 15 de agosto de 2020, una masacre en la vereda Santa Catalina, de Samaniego, que cobró la vida de ocho personas en la vereda Santa Catalina, y el 9 de diciembre del mismo año, alertó que más de 4.000 personas estaban confinadas por el conflicto armado y reportó 43 desplazamientos que afectaron a 14 mil personas en todo el departamento.

Lo anterior, también se debe a que dadas las particularidades geográficas del departamento, los grupos armados se disputan el territorio y las rutas del narcotráfico, ya que el Nariño cuenta con un corredor estratégico, que va desde la Cordillera Occidental, hacia el cordón fronterizo colombo-ecuatoriano, y desde la Cordillera Central, hasta el Triángulo de Telembí, en la costa pacífica nariñense, donde los grupos ilegales han conseguido poco a poco ocupar y disputarse el territorio.

Según la Fundación Desarrollo y Paz, Fundepaz, organización defensora de derechos humanos y promotora del desarrollo sostenible en Colombia, quienes delinquen en Nariño son grupos armados organizados como el Eln y el Clan del Golfo (aliado del Frente Oliver Sinisterra), grupos armados organizados residuales, conocidos como el Frente Oliver Sinisterra, Bloque Alfonso Cano y Los Contadores, y los grupos armados delincuenciales, llamados Los Negritos y Cordillera Sur.

La Segunda Marquetalia se encuentra en las zonas de cordillera, desde donde pretende ingresar al Cauca, a través del municipio de Santa Bárbara de Iscuandé y Magüi Payán —frontera con el Ecuador y el Océano Pacífico—, hacia el río Patía. También están presentes sobre la costa pacífica, especialmente sobre el río Mejicano, y el Mira, cerca a Tumaco, donde hay presencia de Los Contadores y el frente Gentil Duarte, con quien además de disputarse el control territorial, pelean el reconocimiento historico y politico de la extinta guerrilla Farc-Ep.

En el Triángulo de Telembí hay presencia del Ejército de Liberación Nacional, Eln, y en los municipios del Charco, Santa Bárbara y Magüi Payán, del Clan del Golfo, a cargo de Erlein Valencia Villa, alias ‘El Morocho’, aunque ahora está bajo el mando de alias ‘Matamba’, quien sembró terror en Policarpa, El Rosario y Leiva un par de años atrás. La disputa entre el Frente Oliver Sinisterra y el Bloque Alfonso Cano, han afectado fuertemente los municipios de Roberto Payán, Magüi Payán, Olaya Herrera y El Charco. Por lo que su presencia no solo ha reconfigurado el conflicto en la región, y la disputa de las rutas del narcotráfico en Nariño, sino también que han aumentado los hechos victimizantes contra la población.

La Defensoría del Pueblo también ha reportado cerca de 161 alertas tempranas ante el aumento del reclutamiento y la violencia sexual contra menores —donde algunas de las jovenes reclutadas son convertidas en esclavas sexuales— ,especialmente en la costa pacifica.

Así mismo, registró que el 13 de enero de 2021 fueron desaparecidas 11 personas provenientes de Tumaco, cuando iban rumbo al municipio de Mosquera. Días más tarde, el 20 de enero, 99 familias afrodescendientes llegaron al municipio de Roberto Payán tras ser desplazadas de su comunidad en Cocal, Barbacoas. Además, hasta la fecha se han reportado 3.141 personas desaparecidas, y 57 desplazamientos masivos.

La ONG Indepaz, durante el primer semestre de 2021, ha registrado seis masacres en Nariño, dos de ellas en Tumaco, y las demás en Policarpa, Roberto Payán, Sotomayor y Samaniego.

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Municipio y departamento: ,

Vereda y corregimiento: Sector La Variante vía Pasto-Tumaco

Presunto responsable: Se desconocen los responsables

Fecha: / /

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Marcos Paí (exgobernador del pueblo indigena Awá) Gabriel Montaño Quiñones, Diodio Martín Peralta Vasquez y Eider Elicio Prado Estacio


Masacre de Tumaco, 22 de febrero de 2021

Actualizado el: Lun, 07/19/2021 - 13:55

El lunes 22 de febrero de 2021, fueron hallados los cuerpos de cuatro personas en el kilómetro 56, sector La Variante, vía Pasto-Tumaco, con impactos de bala. La Unidad Indigena del Pueblo Awá (Unipa) explicó que los hechos tuvieron lugar por el incumplimiento de un toque de queda impuesto por un grupo armado.

Una de las víctimas era el exgobernador y líder indigena del resguardo La Brava, de Tumaco, Marcos Paí de 40 años, esposo y padre. Dejó a dos hijos, uno de ellos menor de edad. Según la ONG Indepaz, las demás víctimas fueron Gabriel Montaño Quiñones, Diodio Martín Peralta Vasquez y Eider Elicio Prado Estacio, quienes se encontraban desaparecidos desde el pasado 6 de febrero, cuando se dirigían al sector de Caimito, zona rural de Salahonda en el municipio de Francisco Pizarro para realizar labores de agricultura.

La Unipa, señala que el grupo armado, no solo asesinó a estas personas, sino que también las secuestró y torturó. Sin embargo, tras el tardío hallazgo de los cuerpos, se ha dificultado la investigación sobre los hechos que rodean estas muertes, y se convierte en la segunda masacre en este municipio durante el 2021.

Relatan alguno miembros del pueblo Awá*, que durante los últimos veinte años, no solo han sido afectados por los grupos armados que reclutan de manera forzada a sus jóvenes, y violentan sexualmente a las niñas y mujeres de la comunidad, además de las restricciones para transitar su territorio, también la actividad de empresas multinacionales que siembran y procesan palma de aceite se han ido apropiando de sus tierras.

Según la Defensoría del Pueblo y algunas organizaciones sociales del Nariño, en la región hay presencia de grupos armados organizados como el Ejercito de liberación Nacional, Eln, y el Clan del Golfo, grupos armados organizados residuales, conocidos como el Frente Oliver Sinisterra, Bloque Alfonso Cano y Los Contadores, y los grupos armados delincuenciales, llamados Los Negritos y Cordillera Sur, y esta es hasta la fecha, la segunda masacre en Tumaco durante el 2021.

Además, producto de sus particularidades geográficas, cuenta con un corredor estratégico, que va desde la Cordillera Occidental, hacia el cordón fronterizo colombo-ecuatoriano, y desde la Cordillera Central, hasta el Triángulo de Telembí, en la costa pacífica nariñense, donde los grupos ilegales han conseguido poco a poco ocupar y disputarse el territorio.

Según la Fundación Desarrollo y Paz, Fundepaz, organización defensora de derechos humanos y promotora del desarrollo sostenible en Colombia, quienes delinquen en Nariño son grupos armados organizados como el Eln y el Clan del Golfo (aliado del Frente Oliver Sinisterra), grupos armados organizados residuales, conocidos como el Frente Oliver Sinisterra, Bloque Alfonso Cano y Los Contadores, y los grupos armados delincuenciales, llamados Los Negritos y Cordillera Sur.

La Segunda Marquetalia se encuentra en las zonas de cordillera, desde donde pretende ingresar al Cauca, a través del municipio de Santa Bárbara de Iscuandé y Magüi Payán —frontera con el Ecuador y el Océano Pacífico—, hacia el río Patía. También están presentes sobre la costa pacífica, especialmente sobre el río Mejicano, y el Mira, cerca a Tumaco, donde hay presencia de Los Contadores y el frente Gentil Duarte, con quien además de disputarse el control territorial, pelean el reconocimiento historico y politico de la extinta guerrilla Farc-Ep.

En el Triángulo de Telembí hay presencia del Ejército de Liberación Nacional, Eln, y en los municipios del Charco, Santa Bárbara y Magüi Payán, del Clan del Golfo, a cargo de Erlein Valencia Villa, alias ‘El Morocho’, aunque ahora está bajo el mando de alias ‘Matamba’, quien sembró terror en Policarpa, El Rosario y Leiva un par de años atrás.

La disputa entre el Frente Oliver Sinisterra y el Bloque Alfonso Cano, han afectado fuertemente los municipios de Roberto Payán, Magüi Payán, Olaya Herrera y El Charco. Por lo que su presencia no solo ha reconfigurado el conflicto en la región, y la disputa de las rutas del narcotráfico en Nariño, sino también que han aumentado los hechos victimizantes contra la población.

La Defensoría del Pueblo reportó una masacre el 15 de agosto de 2020, que cobró la vida de ocho personas en la vereda Santa Catalina, del municipio de Samaniego. El 9 de diciembre del mismo año, alertó que más de 4.000 personas estaban confinadas por el conflicto armado y reportó 43 desplazamientos que afectaron a 14 mil personas en todo el departamento, y ha emitido desde 2017, cerca de 161 alertas tempranas ante el aumento del reclutamiento y la violencia sexual contra menores —donde algunas de las jovenes reclutadas son convertidas en esclavas sexuales— ,especialmente en la costa pacifica.

Así mismo, registró que el 13 de enero de 2021 fueron desaparecidas 11 personas provenientes de Tumaco, cuando iban rumbo al municipio de Mosquera. Días más tarde, el 20 de enero, 99 familias afrodescendientes llegaron al municipio de Roberto Payán tras ser desplazadas de su comunidad en Cocal, Barbacoas. Además, hasta la fecha se han reportado 3.141 personas desaparecidas, y 57 desplazamientos masivos.

La ONG Indepaz, durante el primer semestre de 2021, ha registrado seis masacres en Nariño, dos de ellas en Tumaco, y las demás en Policarpa, Roberto Payán, Sotomayor y Samaniego.

*Por seguridad no se revelan sus nombres.

Datos principales

Municipio y departamento: ,

Vereda y corregimiento:

Presunto responsable: Red de microtrafico Los Aldeanos

Fecha: / /

LISTADO DE VÍCTIMAS

Paola Andrea Carmona, Marín Andrés Felipe Grajales Franco, ambos de 27 años, Deivi Julian Carrion Arroyave de 23 años, y Julio César Ossa Liscano de 21 años.


Masacre en Circasia

Actualizado el: Lun, 07/19/2021 - 13:50

El 4 de abril de 2021 en Circasia, Quindío, cuatro personas fueron asesinadas y tres más resultaron heridas. La masacre se produjo en la segunda etapa del barrio La Esmeralda, en horas de la madrugada, cuando un grupo de hombres armados irrumpió en la vivienda y disparó en repetidas ocasiones contra quienes se encontraban allí.

Este hecho cobró la vida de Paola Andrea Carmona, Marín Andrés Felipe Grajales Franco, ambos de 27 años, Deivi Julian Carrion Arroyave de 23 años, y Julio César Ossa Liscano de 21 años, quien falleció en el hospital San Juan de Dios de la ciudad de Armenia.

También resultaron heridos Jhon Stiven Mijare Banderas de 22 años, Gabriela Camacho de 24 años, Estiven Leonardo Quiroga Valencia (sin registro de su edad). Los tres fueron trasladados al centro médico San Vicente de Paúl en Circasia, y más tarde remitidos al Hospital San Juan de Dios y la Clínica la Sagrada Familia, en Armenia. Las autoridades también encontraron al interior de la vivienda, una bebé de siete meses y una niña de ocho años.

Algunos testimonios de la comunidad e informes entregados por Defensoría del Pueblo y la Fiscalía General de la Nación, responsabiliza al grupo Los Aldeanos, —dos de sus miembros fueron capturados por este hecho—una de las principales redes de microtráfico en el Quindío, y coinciden en que este hecho está ligado al asesinato de dos jovenes unos dias antes a la masacre, uno en Montengro y otro en Circasia, a raíz de la disputa por las rutas y el control en ambos municipios. Según la ONG Indepaz, sería la masacre número 25 en Colombia, en lo corrido del 2021.

Circasia y Montenegro, cuenta con uno de los índices más altos en compra y venta de sustancias psicoactivas en el departamento. Allí han delinquido una de las redes más grandes del microtráfico quindiano, conocida como Los Ibéricos y La Línea de la Muerte. Pero desde la captura en 2020, de alias ‘Raúl‘—se desconoce su nombre— líder de estos grupos delincuenciales en Circasia y Montenegro, quienes estaban bajo su mando, ahora se disputan el poder, lo que ha significado para el Quindío durante los últimos cuatro meses, por lo menos seis muertes.

En el departamento no existen registros de siembra de coca, ni laboratorios de procesamiento, por lo que según investigaciones de la Fiscalía y la Policía regional, junto a denuncias de la Personería de Circasia, estas redes de microtráfico son alimentadas por grupos de narcotráfico de Nariño y Valle del Cauca.

A la Defensoría del Pueblo y la Personería de Circasia, también han llegado denuncias de líderes y personas de la comunidad, solicitando apoyo tras el reclutamiento de menores y el desplazamiento forzado de algunas familias al interior del municipio, como consecuencia del microtráfico. Cuentan que además de las intimidaciones que reciben de los jefes de estas redes, también alias “Raúl” los llama desde el Establecimiento Penitenciario de mediana seguridad y Carcelario de Armenia (EPMSC), para amenazarlos porque se oponen al reclutamiento de menores en los barrios de La Esmeralda y Villa Italia, en Circasia.