Los Desaparecidos

La familia Hernández Álvarez (padre e hijos)

Cuando José Luis Hernández Romero estaba muy pequeño, él y su familia se fueron a vivir a Andalucía, un caserío del municipio de Riosucio, Chocó. Desde entonces su hogar quedó cerca de Pavarandó, Antioquia y Belén de Bajirá, en el límite entre los departamentos de  Chocó y Antioquia.

La familia Hernández llegó a esta zona por la asignación de lotes baldíos que hacían en aquella época. Esta familia logró la adjudicación de 140 hectáreas de tierra en la que sembraron cultivos de plátano, arroz, yuca, así como algunos potreros con 26 reses, 16 bestias y toda clase de materiales para el trabajo en el campo.

Dibujo1.jpg

“Nos desplazamos el 4 de agosto de 1997. Se vivían enfrentamientos entre grupos paramilitares y la guerrilla de las Farc. Salimos de nuestra tierra con mi esposa Adela de Jesús Gómez y mis 4 hijos de 7, 5, 4 años y el menor de 6 meses de nacido. Llegamos a Montería, donde teníamos algunos familiares.

El 17 de diciembre de ese mismo año, fueron desaparecidos mi padre José Francisco Hernández y mis hermanos, Edinson Hernández Álvarez y Bastique Hosé Hernández Álvarez, de 18 y 16 años, respectivamente.

Desde ese hecho doloroso me enteré más o menos el 31 de diciembre. Nosotros no podíamos llegar a esa zona por temor a represalias. De ese hecho sobrevivió mi hermano Ramiro Hernández Álvarez, quien narró a la familia lo ocurrido. 

Mi madre con los hijos se desplazaron hacia Morindó, cruzando matorrales. Desde esa fecha estuve 10 años sin poder comunicarme con ella. Ella me había enviado una carta que demoró 4 años en llegar. Allí me enviaba un número de teléfono de la iglesia de Morindó. Traté de comunicarme con ella pero el número no funcionaba.

Traté de comunicarme nuevamente luego de un tiempo y me contestó el cura de Morindó. Luego de eso ella se mudó a un caserío llamado Brisas, ubicado entre Belén de Bajirá y Riosucio; allí se dedicaron a la siembra.

Mientras tanto yo en Montería trabajaba en lo que saliera: construcción, ventas ambulantes y demás oficios. Vivimos en El Dorado, al margen izquierdo de Montería, luego en El Cerro, al sur de la misma ciudad y luego en Nueva Esperanza. Mientras estuvimos en el Cerro fuimos inscritos en un plan de vivienda y ya cuando estábamos en Nueva Esperanza, nos dieron un lote. 

Hace cuatro años que vivo con mi familia en una casa de otro barrio. Esto fue producto del beneficio que nos dieron por ser mi familia desplazada. Ya hoy día tengo comunicación diaria con mi familia en el Chocó. Mi mamá Matilde Rosa Álvarez Gómez murió hace un mes, a los 67 años de edad, porque venía padeciendo una enfermedad en los riñones. Mi familia restante vive en una vereda a la que se llega tomando un bus que atraviesa el Urabá.

Hoy día trabajo en Montería en oficios varios. En el mercado como cotero u otros oficios temporales que me salen. Mis expectativas en el futuro son volver al campo. Si Dios lo permite, también espero que llegue una indemnización para hacer una compra de un terreno en el que se pueda sembrar, cuidar animales y tener una vida sostenible. 

También tengo puestas mis energías en el deporte de mi hija, quien practica voleibol y ya ha participado en varios campeonatos regionales.”

Cartelera1.jpg

José Luis supone que posiblemente sus familiares pudieron haber sido desaparecidos en el río Jiguamiando, que desemboca en el río Atrato.

 

Datos principales de la historia

Número de cédula
Sin información
Río relacionado
río desaparición : 

Fecha de desaparición
12.17.1997
Familiar que lo busca
  • José Luis Hernández Romero