Cúcuta es la capital del departamento de Norte de Santander y es una de las ciudades fronteriza con Venezuela.

Algunas de las empresas que operan en la zona son Occidental de Colombia, Oxy y Ecopetrol con el oleoducto conocido como ‘Caño Limón – Coveñas’, de 780 kilómetros de extensión —el más extenso del país—, que transporta el petróleo extraído del campo Caño Limón desde Arauca hasta Sucre.

El complejo y el oleoducto han sufrido constantemente ataques a su infraestructura; la guerrilla del Eln ha sido el responsable en gran parte de ellos. En los primeros cuatro meses del 2019 el oleoducto ha recibido 15 ataques a su infraestructura, según fuentes oficiales.

El municipio ha sido afectado fuertemente por el conflicto armado colombiano. Rutas del Conflicto registró al menos 10 masacres en Cúcuta entre 1997 y 2002, 9 de ellas fueron perpetradas por paramilitares del Bloque Catatumbo.

Según una investigación de la Fundación Pares, en la región de la ciudad fronteriza actúan diversos grupos armados: ante la salida del Frente 33 de las Farc, el territorio fue copado por el Eln, lo que fortaleció su Frente de Guerra Nororiental en toda la región del Catatumbo; por otro lado, están las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, quienes se estima que a junio de 2019 continúan en constante enfrentamiento con la guerrilla.

Ante la magnitud de bandas criminales que disputan el control territorial, la Fundación Pares afirma que hoy día, “es difícil cuantificar la cantidad de estructuras armadas y bandas que se lucran de las rentas ilegales en la zona limítrofe y la capacidad bélica que tienen”.

Los más afectaos son los civiles: tras la arremetida paramilitar, muchos colombianos huyeron hacia Venezuela en busca de refugio; hoy, ante la crisis humanitaria del vecino país, gran parte ha retornado a Cúcuta, pero sin garantías de seguridad.

El portal La Paz en el Terreno registra el asesinato de seis líderes sociales en Cúcuta desde la firma de los Acuerdos hasta junio de 2019, tres de ellos eran líderes comunitarios.

El Registro Único de Víctimas, RUV, reconoce un total de 78.700 víctimas del conflicto armado en el municipio.