En memoria

Durante al menos dos años, el diario El Nuevo Día reportó la situación de crisis que se vivía en el sur de Tolima y, sobre todo, en Puerto Saldaña. En esta línea de tiempo se recogen 38 de las notas que se publicaron entre junio de 1998 y junio del 2000, dos meses después de la toma que desplazó todo a los habitantes de Puerto Saldaña. Paradójicamente, la línea de tiempo comienza y termina con la advertencia de una incursión guerrillera o una masacre paramilitar en este corregimiento de Rioblanco.




Arancelio Guerrero documenta la historia de la violencia en Rioblanco en un libro que escribe con sus propias manos. En estas hojas se leen la historia de El Davis y sus anhelos de paz. Dicen en la región que era él quien intercedía frente a la guerrilla para salvar la vida de los enjuiciados. Según cuentas de los habitantes, fueron más de 140 personas las que se escaparon de la muerte gracias a las palabras de Arancelio, a quien, paradójicamente, la guerrilla le asesinó dos hijos.


En este cuaderno, Arancelio ha ido escribiendo la historia de su pueblo, de la violencia que le quitó a nueve personas de su familia. Escrita con su puño y letra, la historia que guardan estas montañas dejó de ser un secreto.


"Mas llegó el tiempo de la violencia, cambió la vida y todo acabó. Solo nos queda contar la historia con gran tristeza y desolación", canta Evelio Méndez. Acompañado de dos guitarristas,, logra hacer de esta canción el ejemplo perfecto de lo que fue la época de La Violencia en Rioblanco. Su voz es el camino para perpetuar la memoria.


Informe del Centro Nacional de Mermoria Histórica

Las montañas y cañones del sur del Tolima fueron uno de los escenarios en donde los enfrentamientos violentos se sintieron con más fuerza y en donde nació, transformó y expandió el conflicto armado a otras regiones del país. Entender cómo sucedió la historia de la violencia en esta zona es un ejercicio fundamental para comprender la historia de Colombia. Los tolimenses llevan más tiempo que el resto de los colombianos viviendo entre las balas y los muertos. El Centro Nacional de Memoria Histórica abordó esa necesidad a través de una extensa investigación publicada en el informe No. 1 de la serie Informes sobre el origen y actuación de las agrupaciones paramilitares en las regiones, llamado De los grupos precursores al Bloque Tolima (AUC). Allí se narra cómo surgieron las autodefensas campesinas que dieron origen, por un lado, a las guerrillas comunistas que acabarían convirtiéndose en las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia; y por el otro, a las guerrillas liberales que fueron cooptadas por el gobierno central y las fuerzas militares hasta que se convirtieron en auténticos grupos paramilitares que se enfrentaron a los subversivos.


Esta es una historia que nunca debió ser contada. Las montañas de Puerto Saldaña no estaban destinadas a convertirse en esa tierra que cultivó tanta muerte y dolor. Este pueblo, que algún día fue llamado Puerto Machete, debía ser conocido por su café y sus aguacates, no por ser el “de la toma”. Pero hoy, con valentía, sus habitantes hacen de su historia su fortaleza. Reconstruyen sus calles y sus casas, siembran todo lo que la tierra da y decoran con flores sus fincas. Hoy ya no es el corregimiento que quedó abandonada por la guerra. Hoy es Puerto Saldaña, tierra de sobrevivientes.

Este trabajo está dedicado a Arancelio Guerrero y Oneida Remisio, padres de Nilson Guerrero Remisio y Camilo Andrés Guerrero Remisio, asesinados por la guerrilla de las Farc. También lo escribimos para Jesús González, Germán Giraldo, Edison Ossa, José Aicaro Rivera, Reinel Carvajal, Gustavo Vargas Quintero, Mario Ignacio Castaño, Abelardo Cuna Ballesteros, Florentino Rada Bedoya, Antonio Palomino, Leopoldo Campos, Ángel Alberto Lozada, Carlos Alberto García, Pablo Emilio Hernández Mendoza, Noé Bocanegra, José Remigio Amézquita Cuellar, Alexander Arcila Arcila (d), Ever Vargas Mosquera, José Euden Cubillos, Jesús María Gonzáles, Edison Ossa Morales, Eduvino Montero, Luis Cardona, Pomo Corrales, Elisinio Guerrero Tovar, Abundinio Palomino Cerquera, Edgar Bergan Montero, Luis Emilio Cardona Zapata, Héctor Moreno Osorio, Nilson Rocha Caicedo, Eudoro Gacilia Cabrera, Carlos Ladino Bernate, Misael Leyton, Fabián Morales, Israel Marín, Leonardo Dagua, Guillermo Sánchez, Fenibal Pérez, Ferney Pérez, Wilson Bejarano, Patricia Bejarano, Aydee Gomez (en estado de embarazo), Arnoldo Garzón, Norvey Garzón Ocampo, Yuliana Garzón Ocampo (17 años), Argenis Avilez, Yesica Alejandra Garzón Avilez (7 años), Jan Carlos Garzón Avilez (4 años), Wilson Verano Téllez, Elena Patricia Verano Téllez (17 años), Juliana Garzón, Dey Garzón, Ignacio Ruiz, Célico Lozano Rojas, Alfonso Marín, Didier Marín(15 años), Héctor Marín, Fabián Morales, Juan Carlos Guzmán, Carlos Antonio Sáenz Mendoza, Enalver Leyton Bedoya, José Audoro Galicia Cabrera, José Lídimo Bernate (17 años) y Argenis Alfaro. A todos ellos, asesinados o desaparecidos a causa de la guerra de guerrilleros y paramilitares entre 1998 y 2000 en el sur de Rioblanco, les rendimos un homenaje y hacemos de este documento uno por su memoria.

Estos 65 nombres fueron recopilados durante el proceso de reportería y revisión de prensa en el periódico El Nuevo Día.


Esta fue, probablemente, la vista que tenían los guerrilleros del frente 21 de las Farc mientras atacaban Puerto Saldaña en abril del 2000. Desde esta montaña, los subversivos lanzaron cilindros bomba sobre la población mientras los habitantes del puerto se escondían debajo de sus camas para evitar las balas.

Agradecimientos: Agapito Mosquera, Ancizar Torres, Zyndy Torres, Bernardina Murcia, Carmelo Castillo, Chenier Hernandez, Edilson Galicia, Egidio Yaguara, Rosario Villa, Evelio Méndez, Fortunato Espinosa, Graciela Másmela, Jairo Guarnizo, José Israel Ramírez, Julio Romero, Leonardo Lozano, Nubia Sánchez.