Después de sobrevivir a la guerra, las mujeres de Vista Hermosa se armaron de valor y empezaron a denunciar lo que les había pasado. Hoy son lideresas que luchan por sus derechos y los de su comunidad y se han convertido en referentes del liderazgo en la región. Sus resistencias se hilan, se tejen y se conectan en el día a día.
En Vista Hermosa, después del dolor llegó la resiliencia. Después de sus experiencias con la guerra, muchas mujeres del municipio se levantaron y se convirtieron en lideresas sociales para trabajar por el reconocimiento de sus derechos y los de sus comunidades. Desde entonces, a través de múltiples liderazgos, las mujeres de Vista Hermosa le han exigido al Estado y sus instituciones nada menos que la verdad y la reparación. En el día a día, sus resistencias se hilan y se conectan a tal punto que en el municipio, detrás de cada mujer sobreviviente del conflicto armado, probablemente haya una lideresa.
Vista Hermosa es un territorio referente del departamento no solo por la cantidad de lideresas que allí trabajan, sino también por la importancia de sus trabajos en la comunidad. Diana Salcedo, directora de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (Limpal), cree que así como el municipio fue un lugar tan golpeado por la guerra, también llegaron apoyos que impulsaron el trabajo de muchas de ellas.
Salcedo asegura que “Vista Hermosa fue un municipio estratégico en el momento más álgido del conflicto armado, lo que llevó a una sobre intervención de proyectos y recursos en el municipio. Esto ha posicionado y ha permitido que hayan muchas mujeres que salen al espacio público a ejercer un liderazgo”. Salcedo también considera que el caso de Vista Hermosa es particular porque hay lugares en donde la guerra ha estado presente por mucho tiempo y sin embargo, no han surgido tantas lideresas como en el municipio.
En 2005, Martha Garzón tuvo que salir desplazada con su familia de la vereda La Patriola, a causa de las aspersiones con glifosato en la zona rural de Vista Hermosa. Después de vivir una parte de su embarazo en condición de desplazamiento y de pasar semanas a la espera de alguna solución por parte del gobierno, junto a su familia decidieron tomarse un terreno para empezar de cero y construir de nuevo su hogar.
A Martha la vida ya le había dado varios golpes antes del desplazamiento pero asegura que este hecho fue de los que más la afectó emocionalmente. Fue tan fuerte la experiencia que para dejar de pensar en ello y para sanar un poco el dolor, decidió buscar otros espacios y hacer otras cosas. En ese punto comenzó su camino como lideresa, en la Junta de Acción Comunal (JAC) de su barrio.
Ella demostró ser una mujer comprometida con los intereses de su comunidad así que con el tiempo se convirtió en la vicepresidenta. En una ocasión el presidente de la JAC renunció así que Martha asumió un tiempo el cargo. Luego, empezó a sentir que la JAC no necesariamente se enfocaba en sus intereses como mujer desplazada, así que decidió tomar otros rumbos.
Junto a vecinos y vecinas que también habían vivido el desplazamiento, y aprovechando los beneficios de la Ley 387 de 1997,"Por la cual se adoptan medidas para la prevención del desplazamiento forzado; la atención, protección, consolidación y estabilización socioeconómica de los desplazados internos por la violencia en la República de Colombia".
Más información decidieron crear una organización de personas desplazadas que se llamó Asociación de Desplazados por un Futuro Mejor de Vista Hermosa (Asodefumevis). El exesposo de Martha era presidente de esta organización que pretendía velar por los derechos de la población desplazada y gestionar recursos y proyectos para mejorar su calidad de vida. Esta asociación se convirtió luego en un puente para que Martha iniciara su trabajo como lideresa, enfocado en las mujeres del municipio.
En el 2006, la Red de Mujeres Desplazadas del Meta, hizo un llamado a las organizaciones de víctimas de desplazamiento forzado del departamento para que enviaran a dos mujeres a representar a los municipios en un foro que iba a realizar la Red en Villavicencio. “Yo fui con otra compañera en representación de Asodefumevis y pues ella me delegó para que yo fuera la representante del nodo municipal. Ahí empecé a trabajar en la construcción de una política pública para las mujeres del departamento, empecé a participar, a capacitarme y también podía llevar más mujeres así que yo fui armando un grupito”, asegura Martha.
Martha Garzón fue entonces una de las primeras lideresas en interesarse y trabajar por los derechos de las mujeres en el municipio y se ha convertido en referente para muchas de ellas que vieron en el liderazgo de Martha y su red, un espacio para luchar por sus derechos. “Yo conocía a Martica de antes y ella una vez me dijo que fuera a una reunión de la Red de Mujeres del Meta, que era importante, entonces yo fui y me dijeron que si yo quería ser miembro de la junta de ella y yo dije que sí entonces me metieron como vicepresidenta” asegura Gloria Jiménez, integrante de la red.
Marta convocó a amigas y vecinas con casos de desplazamiento forzado pero también con otras experiencias en la guerra como la desaparición forzada. De esta forma se empezó a conformar un grupo de mujeres sobrevivientes del conflicto armado, que por medio de la red departamental de mujeres, empezó a conocer sobre sus derechos, sobre violencias y sobre enfoque de género, pero también sobre sus derechos como víctimas. Así nació la Red de Mujeres Desplazadas de Vista Hermosa, la primera organización de mujeres en el municipio.
Esta organización duró varios años capacitándose y empoderando y motivando a otras mujeres para unirse a la red. En 2011, cuando salió la Ley 1448"Por la cual se dictan medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno y se dictan otras disposiciones".
Más información o “Ley de Víctimas”, la red realizó un acta de conformación y con ella empezó a participar en la Mesa de Víctimas del municipio, un espacio en el que las organizaciones pueden aportar para la toma de decisiones relacionada con víctimas del conflicto armado.
Junto a sus compañeras del municipio y a otras lideresas del departamento, Martha trabajó en la formulación de la Política Pública de Equidad de Género para las Mujeres del Meta, un documento en el que las organizaciones de mujeres de esa región le muestran un norte a las instituciones estatales para trabajar por sus derechos. Esta se publicó en 2012 y fue la primera política pública enfocada en las mujeres del departamento.
En 2013, la red obtuvo su personería jurídica, luego de una convocatoria de la Defensoría del Pueblo para incentivar a las organizaciones sociales del municipio. A partir de ahí, una de las labores que desempeña la Red es trabajar en la implementación de dicha política en su municipio por medio de instituciones como la Alcaldía o la Personería y de varias ONG nacionales e internacionales.
La red ha llevado al municipio capacitaciones y talleres de empoderamiento político y económico, violencia sexual y enfoque de género en el Acuerdo de Paz. Actualmente, en representación de la Red, Martha trabaja en la Mesa de Víctimas, en la Mesa de la Mujer, en el Consejo de Política Social y en el Consejo de Desarrollo Rural dentro de otras labores. “Nosotras no nos quedamos quietas, nos toca trabajar con las uñas y no tenemos recursos, pero no nos quedamos quietas”, asegura Martha.
La red se encuentra actualmente en un proceso de transformación y reconstrucción de sus lineamientos y propósitos. Uno de estos cambios tiene que ver con su nombre, el cual quieren que no enfatice en algún hecho victimizante en particular sino que, por el contrario, refleje su fuerza como mujeres. Por esta razón ahora quieren llamarse Red de Mujeres Organizadas de Vista Hermosa y están replanteándose como organización.
Ser lideresa social es un proceso que implica años de mucho trabajo y entrega por la comunidad pero sobre todo, significa una transformación personal en la vida de las mujeres. Después de vivir de cerca la guerra, ellas decidieron construir desde cero nuevos caminos que las llevaron al liderazgo. A partir de ahí, su trabajo comunitario se ha convertido en una parte fundamental de sus vidas y les ha llevado a sanar de a poco su dolor.
Con el paso de los años, muchas mujeres con historias similares a la de Martha empezaron a crear y liderar organizaciones en el municipio. La mayoría de ellas coinciden en que el papel de las mujeres es fundamental para las comunidades y que sin ellas todo sería distinto.
Las JAC han sido uno de los primeros espacios en los que las mujeres empezaron a ejercer sus liderazgos y hoy en día son referentes para todo el municipio. Muchas lideresas de Vista Hermosa coinciden en que las presidentas de JAC han hecho un aporte significativo para el liderazgo femenino, por la calidad del trabajo que realizan en sus comunidades.
Betty Góngora es presidenta de la JAC de la vereda Costa Rica desde hace dos años pero ha sido presidenta de otras juntas y ha participado en estas por años, incluso en los tiempos en que la guerra fue más difícil.
Entre 2007 y 2008, Betty era presidenta de la JAC de su vereda y en una ocasión se enfrentó a los actores armados para que no les cobraran extorsiones. “Yo sentía miedo porque de pronto le ponían a uno tareas que no estaban en la competencia de uno. Una vez unos actores armados le empezaron a cobrar un ‘impuesto’ a la JAC por la cerveza que entraba a la vereda. Yo de una vez reuní a la gente y les dije: Ni yo ni la junta se hace cargo de ese impuesto, el que quiera cobrar que lo cobre en otro lado, yo no quiero tener problemas con la gente, yo lo que quiero es que el caserío progrese, que cambiemos, yo no me voy a enterrar el cuchillo. Nosotros tomamos esa decisión de quitarnos esas multas y así fue”, afirma Betty.
Todo el trabajo que ha hecho Betty es reconocido por su comunidad y considera que como ella hay muchas mujeres que trabajan por mejorar sus veredas. También cree que el papel de las mujeres es clave para el municipio porque según ella, se entregan más al liderazgo y lo realizan incluso mucho mejor que los hombres.
Como reflejo del papel central de las mujeres en el liderazgo de Vista Hermosa y a propósito de la presencia de mujeres en las JAC, también se encuentra Aurora Martínez, presidenta de la Asociación de Juntas de Acción Comunal (Asojuntas), la cual se encarga de coordinar todo el trabajo de las juntas a nivel municipal. Aurora era una lideresa que en el pasado cultivaba y procesaba hoja de coca pero que a raíz de las erradicaciones con glifosato decidió dedicarse al liderazgo social para trabajar por su familia. Hoy tiene uno de los trabajos más importantes con la comunidad del municipio.
“Después de las erradicaciones y con hijos por criar decidimos hacer algo. Dijimos vamos a constituir una organización entonces en 2008 recibimos ayuda de un partido político para constituirla con documentos y todo, porque uno en esa época la verdad desconocía muchas cosas”, afirma Aurora. Esta organización actualmente se llama Asociación Agropecuaria de la vereda Costa Rica (Agrocos) y su representante legal y presidenta es Aurora. Ella ha tenido que tocar muchas puertas y gracias a ello ha logrado obtener apoyo para proyectos agrícolas y de ganadería para su organización.
Además del trabajo con Agrocos y antes de ser elegida como presidenta de Asojuntas, Aurora era presidenta de la JAC de la vereda Termales. Un día, unos integrantes de Asojuntas la citaron a una reunión y la animaron para que se postulara como presidenta de la asociación. “Eso sí fue tenaz, pues era como mucho estigma se me hacía a mí, porque por ejemplo era una Asojuntas que en su mayoría había sido liderada por hombres”, asegura Aurora. Su competencia era un hombre que ya había sido presidente de Asojuntas y para el día de la votación ofreció transporte a la gente para que fuera a votar, según cuenta la lideresa.
Desde entonces, se ha dedicado a organizar y formalizar los documentos de las JAC de Vista Hermosa y ha gestionado contratos y convenios para mejorar la infraestructura del municipio. Aurora considera que es vital que las JAC se formalicen para poder buscar contratos y así trabajar en el mejoramiento de su propia comunidad. Ella considera que de parte de la Alcaldía no hay un apoyo concreto para fortalecer las Juntas pero cuando hay reuniones, Aurora se busca los espacios y logra que la administración le brinde almuerzos para que la gente pueda asistir.
Paralelo a su trabajo en Asojuntas, Aurora continúa su labor como representante legal de Agrocos y después de años de esfuerzos, logró un convenio con el Programa Alianzas Comerciales, financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, Usaid. Con esta alianza Aurora logró el apoyo para hacer un proyecto productivo de exportación de cacao, el cual va a beneficiar a más de 200 personas, a través de la construcción de 12 fincas demostrativas. Esta es una iniciativa para que el público vaya y conozca todo el proceso del cacao pero también de otros productos agrícolas en la región.
Aurora también logró un convenio con el Programa Alianzas para la Reconciliación, también financiado por Usaid junto con Acdivoca, una ONG de Estados Unidos que fomenta el desarrollo económico sostenible. Con este programa, la organización de Aurora se ganó un convenio de 50 hectáreas de cacao para 50 familias y además recibieron 30 millones de pesos para arreglar una carretera de 24 km, con el fin de poder transportar el cacao.
Años de esfuerzo en su trabajo como lideresa hicieron que Aurora fuera nombrada por Usaid como ‘Embajadora de la Reconciliación’ en el Meta, para promover la paz y el desarrollo económico y social en su región.
Las mujeres en Vista Hermosa no solo se han convertido en lideresas sino que son protagonistas en el municipio. Doris Meneses, una lideresa que trabaja con población desplazada desde hace más de 10 años, asegura que la presencia de mujeres en las organizaciones es notoria y que por lo general las mujeres se dedican más al trabajo comunitario. “Las mujeres siempre estamos más pendientes de las cosas que hay para las familias y las comunidades”, asegura Doris.
Las mujeres de Vista Hermosa no solo son conocidas por el papel clave que realizan en sus comunidades como lideresas sino también por su amplia participación en el liderazgo del municipio.
Adriana Velosa, lideresa LGBTI, considera que a nivel regional, el municipio se caracteriza por sus lideresas y por la presencia de estas en todo tipo de organizaciones sociales. “A pesar de vivir en un territorio tan machista como los Llanos Orientales, es importante ver que Vista Hermosa logró tener una representación significativa de mujeres en JAC como presidentas pero también que quienes están liderando organizaciones son mujeres”, afirma Adriana.
A pesar de que no existe un registro sobre la participación de las mujeres en las organizaciones sociales, Cristina Espitia, de la Mesa de la Mujer, asegura que en el municipio hay por lo menos 20 organizaciones solo de mujeres. Dentro de ellas se encuentran mujeres víctimas, cabezas de hogar, afro y rurales, entre otras. Esto sin contar a las mujeres que participan en otras organizaciones mixtas como las agrícolas o agropecuarias, las de víctimas o las que hacen parte o son presidentas de las JAC.
Según un registro de la Alcaldía de Vista Hermosa de 2016, en el municipio había 24 presidentas de JAC, de un total de 74 juntas registradas. Sin embargo, funcionarios como Manuel Fierro, coordinador del proyecto Macarena Sostenible con más Capacidad para la Paz (Mascapaz), aseguran que la cifra ha cambiado en estos últimos años y en la actualidad quienes encabezan la mayoría de las juntas son mujeres.
Mascapaz está desarrollando diferentes proyectos en el municipio y Fierro asegura que la razón por la que llegaron a Vista Hermosa fue por sus lideresas, las cuales son un referente de la región. “El municipio tiene unas características especiales porque más de la mitad de las JAC están dirigidas por ellas, pero además, en las organizaciones sociales, en su mayoría las que están a la cabeza son mujeres. Esto es algo curioso pero también significativo porque muestra su empuje en este territorio”, asegura Fierro.
Al ser una zona golpeada por la guerra, en el municipio han quedado muchas necesidades y por ello han llegado diversos proyectos con recursos nacionales y de cooperación internacional. Esta situación ha llevado a que cada vez más mujeres se conviertan en lideresas y trabajen en organizaciones sociales. Esto con el fin de hacer valer sus derechos como sobrevivientes del conflicto armado pero sobre todo, de buscar formas de salir adelante a través de proyectos productivos y capacitaciones.
A pesar de que muchas veces los recursos y proyectos son escasos y las lideresas solo alcanzan a trabajar para ellas y sus organizaciones, también hay espacios en los pueden trabajar colectivamente para lograr algún objetivo. Por medio del proyecto Mascapaz, el cual es financiado por la Unión Europea e impulsado por el Instituto Amazónico de Investigaciones, Sinchi, las lideresas trabajan en varios proyectos de acuerdo a sus intereses.
Debido a su trabajo con la política pública para mujeres del Meta, a Martha Garzón le interesa que Mascapaz les brinde apoyo para poder aterrizar dicha política en el departamento. Esto lo está haciendo junto a otras lideresas que están interesadas en buscar recursos para planear y realizar dicha implementación. Martha considera que si bien existe algo en el papel, el reto es aplicarlo de acuerdo a las necesidades del municipio.
Algunas lideresas de Vista Hermosa también asisten a un curso de formación en tecnología y comunicación digital ofrecido por Mascapaz, en el cual aprenden diversas herramientas de comunicación sobre sus organizaciones para difundirlas en redes sociales y en la web. Incluso están uniendo ideas para construir un periódico en el que ellas cuenten sus propias historias.
Yulieth Mora, comunicadora de Mascapaz quien está dirigiendo los talleres, considera que es importante que las lideresas sepan manejar la tecnología para provecho de sus organizaciones. “Acá ya hay un gran liderazgo de mujeres haciendo cosas increíbles pero sé que se necesitan más herramientas para que ellas puedan trabajar mejor en sus propios proyectos. Las dinámicas están cambiando, ellas ya no son únicamente mujeres víctimas sino que son mujeres empoderadas haciendo un trabajo importante y creo que eso hay que resaltarlo, apoyarlo y hacer que se multiplique más”, afirma Mora.
Otro espacio en el que las luchas y resistencias de las diferentes lideresas en Vista Hermosa se hilan es la Mesa de la Mujer, una entidad adscrita a la Alcaldía y coordinada por cerca de 15 mujeres del municipio para promover el empoderamiento, la visibilidad y la toma de decisiones de las mujeres sobre diferentes asuntos.
La Mesa fue creada en 2016 por iniciativa de las lideresas del municipio como un espacio para tener una voz más visible y así gestionar recursos y proyectos. También realizan campañas de sensibilización sobre violencias de género, trabajan en el empoderamiento de las mujeres del municipio contra estas violencias, gestionan capacitaciones y procesos de formación educativa para mujeres y promueven la sensibilización en enfoque de género en todo el municipio.
Uno de los grandes logros de la Mesa de la Mujer y por lo cual son referentes en la región, es la “Ruta de atención a víctimas de violencia de género”, la cual se divide en dos: una para víctimas de cualquier tipo de violencia de género y otra solo para víctimas de violencia sexual. El objetivo de esta Ruta es visibilizar los procesos e instituciones a las cuales acudir en caso de que ocurra cualquier tipo de violencia.
Si bien las violencias de género son un asunto transversal en las luchas de muchas lideresas del municipio, no existía un mecanismo formal para denunciarlas o para recibir apoyo jurídico o psicológico por parte de las instituciones. Por eso se creó la Ruta, para dar a conocer a toda la población qué camino seguir frente a situaciones de violencia.
Cristina Espitia, lideresa integrante de la Mesa de la Mujer, quien hizo parte de la construcción de la Ruta, asegura que en el municipio se ve mucha violencia intrafamiliar y sexual y por eso tenían la necesidad de crear un mecanismo que se enfocara en las necesidades propias del territorio. “En el departamento del Meta hay una ruta de violencias basadas en género pero nos dimos cuenta que el municipio no contaba con todas las instituciones que nombran allí. Por eso decidimos tomarla como referente para hacer nuestra propia ruta con las instituciones presentes en el municipio”, asegura Cristina.
Según Cristina, la Ruta fue construida en un lapso de un año y fue posible gracias a la unión de múltiples esfuerzos. Fue impulsada por la Red de Mujeres Desplazadas de Vista Hermosa y en el camino fue recibiendo apoyo de las ONG Usaid, PAX Colombia, Limpal y la Comisaría de Familia de la Alcaldía municipal. Actualmente, uno de los trabajos de las lideresas de la Mesa de la Mujer consiste en lograr su implementación, así como la difusión de la misma en todo el municipio.
Martha Garzón, de la Red de Mujeres Desplazadas de Vista Hermosa, considera que si bien tienen algunas dificultades económicas para implementar la Ruta pues es un trabajo voluntario, han logrado llegar a algunas veredas en el municipio. “La hemos socializado en el casco urbano y en seis veredas del municipio. Por recursos ha sido difícil movilizarnos pero la idea es seguir adelante para que a través de eso las mujeres conozcan que hay una ruta. Lo que más nos afecta es que la Ruta está pero el personal idóneo no”, asegura Martha.
Luz Adriana Rodas, lideresa vinculada al Limpal, asegura que desde la Mesa de la Mujer se creó un grupo de lideresas para realizar una veeduría de cómo la Ruta se implementa por las diferentes instituciones del Estado. Este grupo de mujeres también hace un seguimiento de los casos de violencia para que la Ruta se cumpla a cabalidad. “Lo que hacemos nosotras es respaldar, sabemos que hay un caso de violencia sexual, sabemos que no se cumplió entonces vamos hasta la última instancia. Hemos ido a Villavicencio, nos hemos capacitado como veeduría. La misma Procuraduría y Contraloría nos ha capacitado para que hagamos seguimiento a todos estos procesos”, asegura Luz Adriana.
El panorama general de Vista Hermosa es el muchas mujeres que desde sus luchas cotidianas trabajan por sus comunidades y aportan en la construcción de un municipio digno, justo y libre de violencias contra las mujeres. Con el tiempo han elaborado un tejido de resistencias que las sostiene, las une y las fortalece para seguir caminando con la frente en alto y con una vida de sueños por cumplir.