Datos principales

Municipio y departamento: ,

Vereda y corregimiento:

Presunto responsable: Se desconocen los responsables

Fecha: / /

LISTADO DE VÍCTIMAS

Abrahán José Araujo, Robinson Stik Gotopo Navas, Rosa Elena López Manjarrez


Masacre de Santa Marta, 19 de mayo 2021

Actualizado el: Lun, 07/19/2021 - 15:19

Según la ONG Indepaz, el 3 de mayo de 2021, en el barrio Luis R. Calvo de Santa Marta fueron asesinados dos hombres identificados como Abrahán José Araujo, de 28 años de edad, y Robinson Stik Gotopo Navas, de 32 años, ambos del estado Zulia, Venezuela. Horas más tarde, producto de estos mismos acontecimientos también murió la señora Rosa Elena López Manjarrez de 83 años. Las estructuras armadas que delinquen allí en el departamento son: las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), el también grupo heredero del paramilitarismo Los Pachencas y el grupo disidente de las FARC la Segunda Marquetalia.

Rutas del Conflicto continúa documentando estos hechos.

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Municipio y departamento: ,

Vereda y corregimiento: Vereda la Esmeralda

Presunto responsable: Grupo armado residual de FARC Dagoberto Ramos

Fecha: / /

LISTADO DE VÍCTIMAS

Luis Eliber Quintero Trujillo Luis Elibe Quintero Quintero Ricardo Quintero Quintero


Masacre de Huila, 2 de abril de 2021

Actualizado el: Lun, 07/19/2021 - 15:18

Esta masacre ocurrió en la vereda La Esmeralda, zona rural del municipio de La Plata, occidente del Huila, a una hora y media del perímetro urbano. En la noche de ese viernes santo 2 de abril, Luis Eliber Quintero Trujillo, de 54 años, y sus hijos Luis Eliber y Ricardo Quintero Quintero, de 36 y 30 respectivamente, fueron expulsados de su vivienda, la finca La Colmena, y asesinados a tiros por hombres de la columna Móvil Dagoberto Ramos.

Según una hermana de Luis Eliber, sus familiares estaban dedicados a labores del campo, pues todos eran agricultores y se dedicaban al cultivo de café. Según el medio local La Nación, el padre y su hijo Ricardo tenían antecedentes judiciales por los delitos de fabricación, tráfico y porte ilegal de armas. Otros medios como la revista Semana posteriormente publicaron sobre la reciente captura de alias ‘Rodrigo’, cabecilla de la disidencia Dagoberto Ramos, a quien las autoridades señalan de haber sido el responsable de las masacres en La Plata, Huila, y en el vecino municipio de Inzá, Cauca. Según el alcalde de La Plata, Luis Carlos Anaya, ambos municipios conforman una zona estratégica para los grupos armados ilegales dedicados a la comercialización de drogas en los departamentos del sur del país.

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Vereda y corregimiento:

Presunto responsable: Banda criminal Los Locos Yam

Fecha: / /

LISTADO DE VÍCTIMAS

Cristian Andrés Mena Córdoba Andrés Camilo Romaña Córdoba Lewis Asprilla Cuesta


Masacre de Quibdó, 23 de abril de 2021

Actualizado el: Lun, 07/19/2021 - 15:17

El pasado 21 de abril en el barrio Buenos Aires de Quibdó, fueron asesinados tres menores: Cristian Andrés Mena Córdoba de 10 años, Andrés Camilo Romaña Codoba de 12 años y Lewis Asprilla Cuesta de 17 años. Según Libia Gómez, periodista de Quibdó que investigó este caso, los menores de edad fueron abordados por tres personas, quienes habrían asesinado a dos de ellos con arma de fuego. El menor de 10 años, Cristian Mena, quedó herido con múltiples puñaladas, la amputación de su mano izquierda y una oreja. El 23 de abril, Mena falleció por la gravedad de las heridas en el hospital San Francisco de Asís.

Los implicados en estos hechos, según la Fiscalía, son alias 'Ganya', segundo cabecilla del grupo delincuencial 'Los locos Yam', y alias 'Jhonty', quien se desempeñaba como sicario del grupo.

Según la periodista Libia Gómez, este hecho está atribuido al flagelo de las llamdas ‘fronteras invisibles’ —bordes imaginarios que dividen los sectores de influencia de las diferentes bandas y pandillas de un territorio— , en este caso ninguno de los tres chicos pertenecía al barrio Buenos Aires, donde fueron encontrados sus cuerpos. Según El Tiempo, en Quibdó operan cinco bandas delincuenciales: ‘Los Mexicanos', le siguen 'Los Locos Yam', 'Los Rapados', 'Los de Kennedy' y 'Los Palmeños'. Estos cinco grupos se disputan, sobre todo con el Clan del Golfo, el control territorial para no dejarse quitar el negocio del microtráfico y la extorsión en la ciudad. 'Los Locos Yam', que se financian del microtráfico, el hurto a personas y extorsiones, prácticamente se habrían convertido en el brazo armado de 'Los Mexicanos'.

Según Indepaz, en el Chocó operan grupos irregulares como el Ejército de Liberación Nacional, ELN; las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC o Clan del Golfo y las llamadas Fuerzas Armadas Mexicanas, FAM.

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Vereda y corregimiento: Corregimiento El Plateado

Presunto responsable: Se desconocen los responsables

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LISTADO DE VÍCTIMAS

Maye Cuenú, Valencia Uber Tumbo, Luis Uber Camayo.


Masacre de Argelia, 14 de marzo de 2021

Actualizado el: Lun, 07/19/2021 - 15:16

Los hechos tuvieron lugar en tres zonas distintas del corregimiento de El Plateado en Argelia, Cauca. Entre el 14 y el 16 de marzo fueron asesinados una mujer y cuatro hombres. La primera víctima fue Maye Cuenú Valencia, una mujer de 31 años proveniente de El Charco, Nariño. El día 15 de marzo fueron asesinados Uber Tumbo y Luis Uber Camayo, provenientes de las veredas La Palma y San Pedro, del municipio de Caldono, Cauca. El día 16 de marzo, otras dos personas fueron asesinadas con arma de fuego.

Uno de los antecedentes notables de violencia en la zona se dio a comienzos de este mismo año, el 31 de enero de 2021, fecha en la que fue asesinado Brayan Javier Secue Ipia, excombatiente de las FARC en proceso de reincorporación a la vida civil. También en febrero de 2021, cerca de 135 familias en Argelia se vieron confinadas como resultado de los enfrentamientos entre el Frente Carlos Patiño de los grupos residuales de las FARC y el ELN.

Argelia es uno de los municipios con mayor registro de masacres entre noviembre y abril del presente año, con cuatro masacres registradas. Este pico de violencia se debe presuntamente a la pugna entre diversos grupos armados que tratan de tomar control sobre las rutas de narcotráfico que pasan por este municipio, previamente controlado por la ya desmovilizada guerrilla de las FARC. Juan Manuel Torres, argeliano de nacimiento, sociólogo y coordinador de la oficina Pacífico de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), explica que la parte alta del Cañón del Micay lo conforman Argelia y la parte occidental del Tambo, sobre el río San Juan del Micay. Es un enclave cocalero, es una zona que tuvo un frente propio, el Frente 60 de las FARC, y también ha tenido mucha predominancia del ELN hacia la parte norte o parte baja de la cuenca del río. Este ha tenido un deterioro de la violencia, está entre los cinco municipios más violentos del país, en términos de homicidios, de feminicidios y de asesinatos a niños, añadió Torres. Existe una disputa armada de unos niveles exagerados que han tenido como foco principal el corregimiento de San Juan de Mechengue en El Tambo y el corregimiento de El Plateado en Argelia. Es una disputa que nadie termina de ganar. Siempre la población ha estado en medio del conflicto armado porque es una zona muy rentable para el negocio del narcotráfico. También de acuerdo con Torres, de este negocio se lucra mucha gente que tampoco quiere que se acabe, sin embargo, los costos humanos son enormes. Además, hay apropiación de casas y fincas, se cobran impuestos y ha habido asesinatos selectivos, múltiples masacres y amenazas.

Datos principales

Municipio y departamento: ,

Vereda y corregimiento:

Presunto responsable: Se desconocen los responsables

Fecha: / /

LISTADO DE VÍCTIMAS

Octavio Muñoz Salazar Octavio Muñoz Montoya Bertulfo Muñoz Montoya


Masacre de Inza, 6 de febrero de 2021

Actualizado el: Lun, 07/19/2021 - 15:15

Hacia las 6 de la mañana del sábado 6 de febrero de 2021, un grupo de entre 12 y 15 hombres armados que permanecen sin identificar, entraron a la vivienda de Octavio Muñoz Salazar, a quien torturaron y asesinaron al igual que a sus hijos, Octavio y Bertulfo, de 15 y 17 años de edad.

Luego de los hechos, los cuerpos de las víctimas fueron enviados al Instituto de Medicina Legal en Neiva para ser analizados, donde determinaron claros signos de tortura antes de ser asesinados. Para la fecha de la masacre, Inzá no contaba con Policía Judicial, ni la Fiscalía del municipio tenía asistente judicial. Aún así, las autoridades reconocen que el grupo residual de las FARC Dagoberto Ramos hace presencia en la zona.

Según la revista Semana, este municipio del Cauca ha vivido el terror por años. Es una zona disputada por el dominio de las rutas del narcotráfico y los cultivos de uso ilícito. Inza tiene una historia ligada a una primera toma de las FARC, en el año 2001, cuando sus habitantes duraron cerca de 17 horas resguardados en sus casas, mientras que afuera se escuchaban disparos y cilindros estallar.

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Municipio y departamento: ,

Vereda y corregimiento: Corregimiento El Plateado

Presunto responsable: Grupo armado residual de FARC Frente Carlos Patiño

Fecha: / /

LISTADO DE VÍCTIMAS

Se desconocen sus nombres


Masacre de Argelia, 4 de febrero de 2021

Actualizado el: Lun, 07/19/2021 - 15:13

La mañana del 4 de febrero de 2021, fueron encontrados los cuerpos de tres hombres al borde de la carretera en el sector de La Balastrera, corregimiento El Plateado. Junto a sus cuerpos había un panfleto firmado por el Frente Carlos Patiño, grupo armado residual de las FARC, en el que aseguraban haber asesinado a los hombres por ser infiltrados de la guerrilla del ELN: “Nos vemos en la obligación de ajusticiar a estas personas por ser infiltrados del Eln. Frente Carlos Patiño. Asumimos la ejecución de estas personas”.

La zona en la que está ubicado el municipio de Argelia es clave para las rutas del narcotráfico, ya que está cerca a la carretera Panamericana y tiene un fácil acceso al Océano Pacífico. Un mes antes de esta masacre, se desplazaron 11 concejales del municipio, luego de que su colega Fermiliano Meneses fuera secuestrado y asesinado, al parecer, por el ELN.

Según la Fundación Paz y Reconciliación, entre marzo y abril de 2020, el frente Carlos Patiño pudo incursionar en el municipio de Argelia, apoyado por la columna Móvil Jaime Martínez —también grupo residual de las FARC—, porque en esos meses las estructuras del ELN estaban debilitadas. Su repertorio desde entonces ha estado plagado por asesinatos selectivos, patrullajes y matando supuestos “colaboradores'' de otros grupos.

Argelia es uno de los municipios con mayor registro de masacres entre noviembre y abril del presente año, con cuatro masacres registradas. Este pico de violencia se debe presuntamente a la pugna entre diversos grupos armados que tratan de tomar control sobre las rutas de narcotráfico que pasan por este municipio, previamente controlado por la ya desmovilizada guerrilla de las FARC. Juan Manuel Torres, argeliano de nacimiento, sociólogo y coordinador de la oficina Pacífico de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), explica que la parte alta del Cañón del Micay lo conforman Argelia y la parte occidental del Tambo, sobre el río San Juan del Micay. Es un enclave cocalero, es una zona que tuvo un frente propio, el Frente 60 de las FARC, y también ha tenido mucha predominancia del ELN hacia la parte norte o parte baja de la cuenca del río. Este ha tenido un deterioro de la violencia, está entre los cinco municipios más violentos del país, en términos de homicidios, de feminicidios y de asesinatos a niños, añadió Torres. Existe una disputa armada de unos niveles exagerados que han tenido como foco principal en el corregimiento de San Juan de Mechengue en El Tambo y el corregimiento de El Plateado en Argelia. Es una disputa que nadie termina de ganar. Siempre la población ha estado en medio del conflicto armado porque es una zona muy rentable para el negocio del narcotráfico. También de acuerdo con Torres, de este negocio se lucra mucha gente que tampoco quiere que se acabe, sin embargo, los costos humanos son enormes. Además, hay apropiación de casas y fincas, se cobran impuestos y ha habido asesinatos selectivos, múltiples masacres y amenazas.

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Municipio y departamento: ,

Vereda y corregimiento:

Presunto responsable: Se desconocen los responsables

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LISTADO DE VÍCTIMAS

Daniel Mauricio Fuly, Jhoan Moreno Chimunja, Deiby Zuñiga


Masacre de Popayan, 17 de enero de 2021

Actualizado el: Lun, 07/19/2021 - 15:12

En la noche del domingo 17 de enero de 2021, estando en vigencia el toque de queda decretado por la pandemia, hombres armados que permanecen sin identificar dispararon en contra de tres jóvenes: Deiby Zúñiga, Jhoan Moreno Chimunja y Daniel Mauricio Fuly, que se encontraban departiendo en un polideportivo del barrio El Recuerdo, en el sur de la ciudad de Popayán. Una de las víctimas falleció en el lugar de los hechos, los otros dos jóvenes murieron después de ser llevados a un centro asistencial.

El barrio El Recuerdo Sur está ubicado en los límites del sector centro-sur de la ciudad, zona que ha sido poblada en las últimas décadas por personas desplazadas provenientes de Argelia, Balboa, Bolívar y La Vega. Días después, el 29 de enero, las autoridades anunciaron la captura de uno de los presuntos responsables de la masacre, en el municipio de Rosas, Cauca. Lo identificaron como Juan David Mosquera Paz. La versión de las autoridades sostiene que la masacre se debió a posibles rencillas entre pandillas que se disputan el control del territorio.

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Municipio y departamento: ,

Vereda y corregimiento: Corregimiento de Villacolombia

Presunto responsable: Se desconocen los responsables

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LISTADO DE VÍCTIMAS

Ramiro Moreno Delgado, Melba Carreño, José Mestizo


Masacre de Jamundí, 28 de marzo de 2021

Actualizado el: Lun, 07/19/2021 - 15:10

El 28 de marzo de 2021, dos hombres y una mujer fueron encontrados sin vida en el parque central del corregimiento de Villacolombia en Jamundí, con heridas de bala en la cabeza. Una de las víctimas era el líder campesino Ramiro Delgado; el otro hombre, José Mestizo, era un mototaxista, y Melba Carreño, una vendedora de cholados. Las primeras versiones sobre el hecho sostienen que las víctimas fueron obligadas a subir a un vehículo, fueron conducidas hasta el parque central y allí fueron asesinadas.

En la zona rural de Jamundí operan grupos herederos del paramilitarismo y grupos residuales de las FARC. El alcalde de Jamundí, Andrés Felipe Ramírez, hizo un llamado al Gobierno Nacional en su cuenta de Twitter para que dirija su atención hacia el municipio: "Desde el gobierno de los ciudadanos hemos aportado por una inversión social integral en el campo. Donde junto con la gente construyamos una página de las oportunidades y pasemos la página de la violencia. Pero solos no podemos". Según La Silla Vacía, en Jamundí influye mucho lo que sucede en el departamento vecino, el Cauca. Parte de eso se ve reflejado en los cultivos de coca que hay en la zona rural y la presencia del grupo armado residual de las FARC columna Jaime Martínez, afirma el medio de comunicación.

Para comprender los cambios y el recrudecimiento de la violencia en el Valle del Cauca y el Cauca, hay que remontarse a un punto de partida: la oleada de narcotráfico, paramilitarismo y presencia de grupos insurgentes del siglo pasado. En aquella década de los noventas se dieron unas configuraciones donde el conflicto se degradó radicalmente por la entrada del narcotráfico en todas las esferas de la sociedad civil y armada. Tanto la ciudadanía empresaria, terrateniente o desposeída, pasando por los gobiernos representando y manejando las fuerzas armadas, hasta los grupos insurgentes, paraestatales y delincuenciales, la mayor parte de la sociedad se inmiscuyó directa o indirectamente en el negocio del tráfico y producción del clorhidrato de cocaína.

Como lo menciona Nicole Bravo (2021) en su reporte para el medio La Silla Vacía, el norte del Valle era conocido por el cartel de narcotráfico que llevaba el mismo nombre en los 90 y que operó en Cartago, la ciudad más importante de esa subregión. Además, con la llegada del Bloque Calima de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), en varias subregiones del Valle se dio una alianza entre agentes del Estado (de las Fuerzas Armadas o de Inteligencia), capos de este tipo de carteles y paramilitares, que en ese entonces tenía como objetivo eliminar un enemigo en común: los grupos armados que se auto-denominaban revolucionarios.

Existía presencia de grupos armados de distinta vertiente ideológica, desde el M-19 con una presencia más urbana en las laderas y zonas marginadas de la capital vallecaucana y algunas zonas veredales de corredores estratégicos, hasta guerrillas primordialmente rurales y campesinas como FARC, ELN y EPL. Ese escenario con tanta multiplicidad fue el antecedente de lo que muchos teóricos llamaron “la complejización del conflicto”. Al no haber dos bandos claramente identificados, tenían lugar en diversas partes del departamento disputas territoriales en una guerra de todos contra todos, que puede verse de forma más manifiesta en las fronteras del Valle con el departamento del Chocó.

Era un caldo de cultivo y un revuelto armado, ideológico y de lucro delincuencial que preparó y causó un contexto con unos actores y dinámicas que sirven de punto de partida para entender a los fenómenos de violencia a los que ahora asistimos en la actualidad; unas presencias sofisticadas, clandestinas y fragmentadas de grupos como EPL, ELN, bandas criminales que responden a intereses y disputas locales (por ejemplo, las BACRIM de Buenaventura llamadas La Local y La Empresa), Grupos Armados Residuales o disidencias de los dos acuerdos de paz (tanto el de los paramilitares con el gobierno Uribe, como el de las FARC con el gobierno Santos) y actores que completan una cadena a nivel micro y responden a dinámicas de mercados ilícitos de drogas, armas, extorsión y hurto.

Los municipios en los que estos grupos han tenido incidencia principalmente han sido Bolívar, El Dovio, Buga, Tuluá, Florida, Sevilla, Bugalagrande, Cartago, Buenaventura y Cali con su zona metropolitana (Palmira, Candelaria y Jamundí). La historia demostraría que con las disoluciones y capturas, de los cárteles y sus capos, el narcotráfico no acabaría ni entraría en crisis sino que mutaría, dejando de tener tanta influencia en la zona, pero reestructurándose por medio del microtráfico.

Los grandes carteles u oficinas de delincuentes de hace dos décadas dejaron de ser los que definen el mercado de drogas, ahora hay un mercado interno que depende de una oferta local. Así lo explica el experto en crimen organizado Alberto Sánchez (citado por Bravo, 2021). Y es que la violencia ahora es más selectiva pues no conviene que se demuestre su sistematicidad como se hizo en otras épocas con masacres y hechos victimizantes ocurridos en Sevilla, Trujillo, Buga y Buenaventura.

No, lo que aprendieron los nuevos capos y grupos al margen de la ley, es que no se trata de eliminar a todo contrincante o presunto enemigo para conseguir un monopolio del poder local, sino que se debe sobornar autoridades, asesinar de manera graneada y esporádica intentando vincular los hechos violentos con otras causas, establecer alianzas bajo cuerda con sectores formalmente establecidos (empresariado e industria del Valle) y mantener un bajo perfil. De esta forma, se mantiene más el negocio y no se corren riesgos innecesarios que tomaban en otras épocas los reconocidos y afamados capos del narcotráfico en el Valle del Cauca.

Antes de finalizar, es necesario resaltar varias cosas; aunque se haya transformado la forma en la que operan, siguen siendo los mismos fines: el lucro ilícito y la disputa de territorios estratégicamente posicionados por sus recursos y rutas. También, el hecho de que se haya complejizado y degradado el conflicto no quiere decir que los grupos armados, tanto los que nacen ideologizados y con pretensiones de toma del poder así como los que buscan dominar y mantenerse en un mercado ilegal, no cuenten con aceptación y legitimidad provenga de su actuar político o criminal.

Por todo ello es que se puede concluir que las dinámicas son lo único que cambia, ya que los actores son muchas veces los herederos e incluso los mismos de hace dos o tres décadas, solo que aprendieron y se mimetizaron ante el cambio en la permisividad que el Estado profería tan flagrantemente desde antaño. Ahora las redes, internet y muchos cambios tecnológicos que no responden a una lógica nacional influyen en las formas que se trafica, negocia y produce la droga. Sin embargo, de fondo y principalmente, sigue sin tratarse el tema desde la demanda y se ataca con un enfoque a la oferta, todavía se busca eliminar el producto natural con aspersión o fumigación aérea y todavía se ataca al criminal y no al sistema de falta de oportunidades educativas y laborales que lo genera.

Juan Manuel Torres, sociólogo y coordinador de la oficina Pares Pacifico en Buenaventura de la Fundación Paz y Reconciliación, explica que el Valle del Cauca y el Cauca están conectados primero a nivel regional por el grupo Armado Adan Izquierdo que opera en la cordillera occidental, por la zona de Tuluá, Buga e incluso Sevilla.

Además, tienen la conexión del Naya, la conexión de Jamundí con Los Farallones y la conexión con la costa Pacífica caucana. Estas características geográficas favorecen la conexión entre departamentos. También, se debe considerar que Cali, Jamundí y estas zonas del centro del Valle ha sido donde se hacen los grandes negocios del narcotráfico. En el Valle es que viven los grandes capos y además Cali es un corredor importante, no solo para la cocaína, sino que también es un corredor para las armas.

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Municipio y departamento: ,

Vereda y corregimiento:

Presunto responsable: Se trataría de dos hombres con prontuario criminal por homicidio, hurto y concierto para delinquir: Alias 'Rojo' y alias 'Carreta'

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LISTADO DE VÍCTIMAS

Luz Edilma Castañeda, Fabio Alonso Lenis y una tercer víctima sin identificar


Masacre de Cali, 12 de enero de 2021

Actualizado el: Lun, 07/19/2021 - 15:04

El 12 de enero de 2021, en un sector de la Plaza de Mercado Santa Helena conocido como El Planchón —un sector pavimentado a un costado de la antigua carrilera sobre la calle 26 sobre el cual hay una galería—, llegaron dos sujetos disparando hacia dos hombres. Los agresores huyeron de inmediato en motocicletas. Una de las víctimas, de 35 años, sin precisar su identidad, murió en el lugar de los hechos, mientras que el otro hombre, identificado como Fabio Alonso Lenis, de 39 años, fue llevado a un centro asistencial, donde posteriormente falleció. En medio de los disparos, una bala perdida alcanzó a Luz Edilma Castañeda, comerciante de papa amarilla en la galería de 55 años de edad. Ella también fue llevada a un centro asistencial, pero murió debido a la gravedad de las heridas.

'El Planchón' es un lugar dedicado a la venta de alimentos, reciclaje, pero también, según lo que comentan varios vecinos del lugar, allí operan varias bandas delincuenciales dedicadas a la extorsión, robo y acopio de microtráfico. El 17 de febrero, las autoridades capturaron a los agresores, conocidos como alias 'Rojo', de 40 años y con antecedentes de tentativa de homicidio y hurto agravado; y alias 'Carreta', de 51 años, con antecedentes de tráfico de estupefacientes y extorsión. En cuanto a las razones del hecho, la Policía sostuvo que probablemente se trató de disputas internas entre grupos delincuenciales, algo que aún es tema de investigación.

Según afirmó el secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Carlos Alberto Rojas, a 6 AM Hoy de Caracol Radio, este hecho de violencia es consecuencia de la disputa entre bandas por el control de las rutas del narcotráfico en la región.

Para comprender los cambios y el recrudecimiento de la violencia en el Valle del Cauca y el Cauca, hay que remontarse a un punto de partida: la oleada de narcotráfico, paramilitarismo y presencia de grupos insurgentes del siglo pasado. En aquella década de los noventas se dieron unas configuraciones donde el conflicto se degradó radicalmente por la entrada del narcotráfico en todas las esferas de la sociedad civil y armada. Tanto la ciudadanía empresaria, terrateniente o desposeída, pasando por los gobiernos representando y manejando las fuerzas armadas, hasta los grupos insurgentes, paraestatales y delincuenciales, la mayor parte de la sociedad se inmiscuyó directa o indirectamente en el negocio del tráfico y producción del clorhidrato de cocaína.

Como lo menciona Nicole Bravo (2021) en su reporte para el medio La Silla Vacía, el norte del Valle era conocido por el cartel de narcotráfico que llevaba el mismo nombre en los 90 y que operó en Cartago, la ciudad más importante de esa subregión. Además, con la llegada del Bloque Calima de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), en varias subregiones del Valle se dio una alianza entre agentes del Estado (de las Fuerzas Armadas o de Inteligencia), capos de este tipo de carteles y paramilitares, que en ese entonces tenía como objetivo eliminar un enemigo en común: los grupos armados que se auto-denominaban revolucionarios.

Existía presencia de grupos armados de distinta vertiente ideológica, desde el M-19 con una presencia más urbana en las laderas y zonas marginadas de la capital vallecaucana y algunas zonas veredales de corredores estratégicos, hasta guerrillas primordialmente rurales y campesinas como FARC, ELN y EPL. Ese escenario con tanta multiplicidad fue el antecedente de lo que muchos teóricos llamaron “la complejización del conflicto”. Al no haber dos bandos claramente identificados, tenían lugar en diversas partes del departamento disputas territoriales en una guerra de todos contra todos, que puede verse de forma más manifiesta en las fronteras del Valle con el departamento del Chocó.

Era un caldo de cultivo y un revuelto armado, ideológico y de lucro delincuencial que preparó y causó un contexto con unos actores y dinámicas que sirven de punto de partida para entender a los fenómenos de violencia a los que ahora asistimos en la actualidad; unas presencias sofisticadas, clandestinas y fragmentadas de grupos como EPL, ELN, bandas criminales que responden a intereses y disputas locales (por ejemplo, las BACRIM de Buenaventura llamadas La Local y La Empresa), Grupos Armados Residuales o disidencias de los dos acuerdos de paz (tanto el de los paramilitares con el gobierno Uribe, como el de las FARC con el gobierno Santos) y actores que completan una cadena a nivel micro y responden a dinámicas de mercados ilícitos de drogas, armas, extorsión y hurto.

Los municipios en los que estos grupos han tenido incidencia principalmente han sido Bolívar, El Dovio, Buga, Tuluá, Florida, Sevilla, Bugalagrande, Cartago, Buenaventura y Cali con su zona metropolitana (Palmira, Candelaria y Jamundí). La historia demostraría que con las disoluciones y capturas, de los cárteles y sus capos, el narcotráfico no acabaría ni entraría en crisis sino que mutaría, dejando de tener tanta influencia en la zona, pero reestructurándose por medio del microtráfico.

Los grandes carteles u oficinas de delincuentes de hace dos décadas dejaron de ser los que definen el mercado de drogas, ahora hay un mercado interno que depende de una oferta local. Así lo explica el experto en crimen organizado Alberto Sánchez (citado por Bravo, 2021). Y es que la violencia ahora es más selectiva pues no conviene que se demuestre su sistematicidad como se hizo en otras épocas con masacres y hechos victimizantes ocurridos en Sevilla, Trujillo, Buga y Buenaventura.

No, lo que aprendieron los nuevos capos y grupos al margen de la ley, es que no se trata de eliminar a todo contrincante o presunto enemigo para conseguir un monopolio del poder local, sino que se debe sobornar autoridades, asesinar de manera graneada y esporádica intentando vincular los hechos violentos con otras causas, establecer alianzas bajo cuerda con sectores formalmente establecidos (empresariado e industria del Valle) y mantener un bajo perfil. De esta forma, se mantiene más el negocio y no se corren riesgos innecesarios que tomaban en otras épocas los reconocidos y afamados capos del narcotráfico en el Valle del Cauca.

Antes de finalizar, es necesario resaltar varias cosas; aunque se haya transformado la forma en la que operan, siguen siendo los mismos fines: el lucro ilícito y la disputa de territorios estratégicamente posicionados por sus recursos y rutas. También, el hecho de que se haya complejizado y degradado el conflicto no quiere decir que los grupos armados, tanto los que nacen ideologizados y con pretensiones de toma del poder así como los que buscan dominar y mantenerse en un mercado ilegal, no cuenten con aceptación y legitimidad provenga de su actuar político o criminal.

Por todo ello es que se puede concluir que las dinámicas son lo único que cambia, ya que los actores son muchas veces los herederos e incluso los mismos de hace dos o tres décadas, solo que aprendieron y se mimetizaron ante el cambio en la permisividad que el Estado profería tan flagrantemente desde antaño. Ahora las redes, internet y muchos cambios tecnológicos que no responden a una lógica nacional influyen en las formas que se trafica, negocia y produce la droga. Sin embargo, de fondo y principalmente, sigue sin tratarse el tema desde la demanda y se ataca con un enfoque a la oferta, todavía se busca eliminar el producto natural con aspersión o fumigación aérea y todavía se ataca al criminal y no al sistema de falta de oportunidades educativas y laborales que lo genera.

Juan Manuel Torres, sociólogo y coordinador de la oficina Pares Pacifico en Buenaventura de la Fundación Paz y Reconciliación, explica que el Valle del Cauca y el Cauca están conectados primero a nivel regional por el grupo Armado Adan Izquierdo que opera en la cordillera occidental, por la zona de Tuluá, Buga e incluso Sevilla. Además, tienen la conexión del Naya, la conexión de Jamundí con Los Farallones y la conexión con la costa Pacífica caucana. Estas características geográficas favorecen la conexión entre departamentos. También, se debe considerar que Cali, Jamundí y estas zonas del centro del Valle ha sido donde se hacen los grandes negocios del narcotráfico. En el Valle es que viven los grandes capos y además Cali es un corredor importante, no solo para la cocaína, sino que también es un corredor para las armas.

Datos principales

Municipio y departamento: ,

Vereda y corregimiento:

Presunto responsable: Los Caparros

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LISTADO DE VÍCTIMAS

Daniel David Gutiérez, su mamá Sandra de 38 años, y su abuela de 60 años.


Masacre de Cáceres, 2 de marzo de 2021

Actualizado el: Lun, 07/19/2021 - 14:58

El 2 de marzo del 2021, en el barrio Los Ángeles del municipio de Cáceres, fue perpetrada la masacre 16 en Colombia, según Indepaz. “Daniel iba con la novia para la casa, ya los bandidos estaban ahí, él escuchó, se paró y vio que estaba la mamá, la hermana, el hermano y la abuela. Cuando los manes lo vieron, levantaron los fusiles para dispararle y ahí fue cuando la mamá y la abuela se les tiraron encima a los bandidos, pero quedó uno libre, eran tres, y ese fue el que le disparó a Daniel, le pegó siete tiros, uno en los genitales y esa bala no salió [...], esa fue la que lo mató”, así relató el momento de la masacre Arturo*, un habitante de Cáceres, Antioquia, que conocía a Daniel y a su familia.

El 19 de marzo, tras varias cirugías y la amputación de una pierna, murió en el hospital Daniel David Gutiérez de 17 años. El 2 de marzo ya habían muerto su mamá, Sandra (38 años), y su abuela de 60. Todo esto ocurrió en presencia de la hermana mayor de Daniel y aunque tras el hecho una de las versiones conocidas se refiere a que Daniel era campanero de un grupo armado de la zona, Arturo* afirmó que eso no es verdad, que lo asesinaron porque se negó a ser reclutado por Los Caparros.

“Daniel y Kevin, su hermanito de 10 u 11 años, eran pescadores. Daniel pescaba desde los 10 años, ellos en ningún momento tenían vínculos con nadie [...] Daniel dejó de ir a pescar y le pregunté que qué pasaba y me dijo que lo tenían azarado. Él tenía una novia y ella le dijo que se fueran de ahí porque a ella también la estaban jalando y me contó que era porque Los Caparros querían que se metieran ahí y me dijo: usted sabe que yo no soy de eso. Yo le dije que se fuera, pero me dijo que no sabía pa’ donde coger, pero es que eran dos pelados de 17 años [...] Otro día me dijo: esta gente me quiere llevar y me dijo que si no me voy esta tarde con ellos, me matan”, así contó Arturo*, fragmentos de conversaciones con Daniel, días previos a su asesinato. Y como Daniel, otros jóvenes en Cáceres, y en general en el Bajo Cauca Antioqueño, están siendo reclutados por los grupos armados que hacen presencia en la zona.

Cáceres está ubicado en la subregión del Bajo Cauca antioqueño, donde el cultivo de coca y la minería ilegal representan las principales actividades económicas de sus habitantes. Según un artículo publicado el 2 de mayo de este año en El Universal, La Contraloría General de la República emitió una alerta en el país, donde indica que el departamento de Antioquía constituye la mayor alerta ambiental al presentar una alta concentración de minería y cultivos de coca en 2019. Pero el cultivo de coca y la minería ilegal no es algo nuevo en esta subregión, lo que ha hecho que Cáceres, entre otros municipios del Bajo Cauca, estén en la mira de actores armados que quieren controlar las rentas ilegales de estas actividades.

Allí hay una disputa por el territorio entre Clan del Golfo y Los Caparros, y según Carlos Zapata, coordinador del Observatorio de Derechos Humanos de Instituto Popular de Capacitación -IPC-, también hay presencia del Ejército de Liberación Nacional -ELN-, pero “allá el ELN tiene un pacto con los actores armados para que lo dejen tranquilo. Ellos heredaron el impuesto de gramaje de los territorios que dejaron las FARC [...] Le cobran impuesto de gramaje al campesino y ‘vacuna’ al comprador. Están tranquilos fortaleciendo su economía de guerra y sin entrar en disputa con nadie”, asegura Carlos Zapata. Además, según un periodista de la zona, este actor armado está principalmente en las zonas rurales del territorio.

La presencia de estos grupos armados ha generado una crisis social en algunos municipios del Bajo Cauca, donde los asesinatos, amenazas, desplazamientos y reclutamientos forzados han hecho parte del diario vivir. Arturo cuenta que en Cáceres, y en general en el Bajo Cauca, a los jóvenes les ofrecen plata, los suben a las motos y así los endulzan con la intención de reclutarlos y que si no aceptan, los amenazan; incluso “hay partes por donde no puede pasar ningún joven porque los bajan y les dicen que se van con ellos o los tiran al río. Eso se da entre Puerto Valdivia, Valdivia y Caucasia. Los que más reclutan son Los Caparros, pero tenemos algo peor porque también el Clan del Golfo, el residuo de las Farc y el ELN están reclutando”, cuena Arturo*, quien complementa que muchos de los desplazamientos masivos que se vienen dando son consecuencia de esta problemática, que las familias se van porque no quieren dejar que sus hijos sean reclutados.

Ese 2 de marzo, la hermana mayor de Daniel, quien fue testigo de los hechos, y Kevin, su hermanito menor, se fueron del municipio a eso de las 9 de la noche gracias a que los vecinos recogieron dinero para sacarlos de ahí. Al momento de escribir este texto, no se conocían avances en la investigación de esta masacre y según las fuentes consultadas, los índices de esclarecimiento de homicidio en esta zona son muy bajos y las autoridades han lanzado hipótesis equivocadas, apresuradas y sin una investigación previa, donde se refieren a que los jóvenes asesinados eran consumidores, expendedores o estaban relacionados con los actores armados.