Las Diálogos para la No Continuidad y No Repetición de la Comisión de la Verdad en la región norte y cordillera caucana fueron espacios en los que las voces de comunidades indígenas, negras, campesinas, organizaciones sociales, jóvenes, mujeres, artistas, empresarios, docentes, cooperación internacional y organismos multilaterales se encontraron para dialogar sobre la persistencia del conflicto armado en esta región. Las diferentes miradas y posiciones frente la situación del Cauca permitieron encontrar puntos en común en temas como la no continuidad del conflicto, a pesar de que el mismo se ha recrudecido en los últimos años.
Los diferentes sectores y organizaciones del Cauca encontraron en estos diálogos un espacio de confianza para plasmar sus diferentes realidades en medio de la inseguridad y el poco apoyo del Estado en el territorio. Los procesos organizativos en la región han luchado por la defensa del territorio y los derechos humanos de los habitantes del Cauca.
La Comisión de la Verdad ha logrado recaudar más de 1.000 testimonios en territorio, desde distintos puntos de vista, no solamente de las víctimas sino también de los responsables de hechos, sectores empresariales y la institucionalidad. “En los diálogos sociales se han trabajado temas de reconocimiento de responsabilidades, como en el caso de las FARC EP, estos procesos de alguna forma ayudan a sanar el territorio y a su vez identificar algunos factores de persistencia del conflicto. Particularmente en el Cauca uno ve que se reedita, se recicla y se repite el conflicto armado”, afirmó la comisionada Alejandra Miller.
Según la mayoría de las voces consultadas, las fallas en el cumplimiento del Acuerdo de Paz ha sido uno de los factores de persistencia y reconfiguración del conflicto, a su vez la poca presencia estatal ha significado para las comunidades una de las razones por las cuales los problemas sociales en el Cauca no se han podido resolver. En muchos de los diálogos se ha destacado que la constante presencia de la fuerza pública y la política antidrogas en el territorio no ha traído los resultados esperados, por el contrario, para muchas organizaciones este tipo de políticas han instigado a que el conflicto se mantenga y las economías ilegales, como el narcotráfico y la minería ilegal, estén en auge.
Para Jefferson Gallego, analista de la Comisión de la Verdad en Cauca, los diálogos de no repetición buscan comprender la reconfiguración armado en el Cauca e implican dos elementos fundamentales: la identificación preliminar de los factores de persistencia y el ejercicio de esclarecimiento. “Para nosotros en la territorial ha sido muy importante identificar los fenómenos de reconfiguración de la violencia que se han dado en el Cauca, cómo han sido las dinámicas del conflicto armado en este departamento, para luego priorizar los actores y zonas específicas en donde queremos desarrollar los diálogos”, afirmó Jefferson.
La diversidad y riqueza de los habitantes del departamento del Cauca, ha significado la escucha de las múltiples visiones que coexisten en el Cauca, lo cual ha sido un desafío para la Comisión de la Verdad, especialmente el articular y comprender ampliamente todas las posturas que se presentan en el territorio. “Poder hablar de temas que se consideran espinosos o riesgosos y proponer recomendaciones a futuro es lo más importante. Si no nos podemos poner de acuerdo sobre el pasado lo qué ocurrió, al menos tratemos de ponernos de acuerdo con lo que debe ocurrir”, aseguró Esteban Londoño integrante del equipo de objetivo de no repetición.
Los participantes de los espacios de diálogos se conectaron por medio de videos y otras piezas comunicativas que contextualizaban a los participantes con las conclusiones y análisis de los diálogos anteriores.
En general las conclusiones apuntan a que hay una deuda histórica por parte del Estado colombiano que desde hace décadas su mayor presencia ha sido la militar en torno a una política antidrogas fallida y no a una inversión social que en verdad supla las necesidades de los habitantes. También se habló de la importancia de los Acuerdos de Paz como una política transformadora en el territorio, estrategias para salvar el medio ambiente y defender el uso de la tierra.
Uno de los puntos centrales en la articulación de la metodología de los Diálogos es tener como eje la escucha de todos los actores que viven en el Cauca, independientemente de su orientación política o sector de la sociedad al que pertenezcan. “Todo ese desarrollo lo que nos permite es armar el rompecabezas de la verdad, precisamente la diversidad de la escucha es lo que nos ayuda también a contrastar, el cual es un elemento central de la metodología”, destacó la comisionada Miller. Después del proceso de escucha, se contrasta la información con fuentes primarias, secundarias y otros insumos, con el fin de plasmar en el informe final la información lo más verídica posible.
Aunque el conflicto en el norte del Cauca y cordillera se empezó a reconfigurar en el 2017, en el 2018 la situación empeoró y los asesinatos de líderes y lideresas incrementaron exponencialmente. Esta situación generó un miedo colectivo en los habitantes del Cauca, especialmente al hablar sobre la persistencia del conflicto armado, a su vez debatir el tema de no repetición se tornó confuso en medio de constantes enfrentamientos entre grupos armados. “Las personas explícitamente nos decían que no querían responder a las preguntas relacionadas con la persistencia del conflicto y las economías ilegales, porque por responder ese tipo de preguntas están asesinando a las personas”, recordó Esteban.
A pesar del gran reto y riesgo que implicó hablar sobre este tema, las organizaciones del norte del Cauca y cordillera tuvieron una receptividad importante en los Diálogos. Funcionarios de la Comisión de la Verdad explican este voto de confianza con el legado que dejó el apoyo al Acuerdo de Paz y las instituciones que lo representan, además de procesos formativos exhaustivos para el equipo que lideraba los Diálogos, quienes tienen un conocimiento profundo acerca de las lógicas territoriales. Para los integrantes del equipo de No Repetición y la Territorial el proceso de construcción de confianza no es a través de un método estático que se haya construido, por el contrario se fue dando poco a poco a través de los encuentros previos en donde se fue descubriendo los posibles caminos que conducen al diálogo.
Sin lugar a dudas, realizar los Diálogos de no Repetición en el Cauca, en medio de la continuidad del conflicto armado ha sido el reto más grande, tanto para los actores que participan, como para el equipo de trabajo que los organiza. “Es importante entender qué es la continuidad, cuáles son sus dinámicas y lo que implica para las diferentes comunidades, el entender qué significa la continuidad permite acciones humanitarias, políticas tanto sociales como económicas”, aseguró Jefferson.
En uno de los Diálogos para la No Repetición los asistentes afirmaron que aún en el país hay actores que no están listos para dialogar y su respuesta siempre es por medio de la violencia, "Cómo se puede pensar en superar los conflictos si no hay capacidad de dialogar de verdad y de no verse como enemigos?", preguntó uno de los participantes.
Entre abril y mayo de 2021 Colombia vivió una de las movilizaciones masivas más grandes de la década, las organizaciones sociales del Cauca también estuvieron presentes en este estallido social, por lo que dialogar en medio de esta coyuntura social fue muy difícil y casi imposible. Los diálogos tuvieron que posponerse más de dos meses. Cuando se volvieron a retomar en el mes de mayo las conversaciones dieron un giro, no solo a la persistencia del conflicto armado, sino también lo que implican estas conversaciones principalmente en los jóvenes.
Otro reto importante fue el no poder hacer los diálogos de forma presencial a causa de la pandemia, y tener que organizarlos con un formato diferente en la virtualidad. Según cuentan integrantes del Objetivo de No Repetición, esta nueva organización dificultó que algunos participantes se conectaran por la falta de servicios de internet en sus veredas, lo cual, de cierta forma, da cuenta de las inequidades del país.
En total se realizaron 12 diálogos de profundización en el Cauca entre febrero y agosto de 2021. Las reflexiones y conclusiones que se recogieron en los múltiples diálogos en el Cauca fueron llevados al Diálogo regional que se realizó en la ciudad de Popayán, el 3 de agosto de 2021. En este espacio diferentes voces se sentaron a dialogar y compartir sus posturas frente a los principales retos para la región como la reconfiguración del conflicto, estigmatización, asesinato a líderes y lideresas, presencia estatal, cumplimiento del Acuerdo de Paz, entre otros. De igual forma se expusieron recomendaciones y acciones concretas para la no repetición del conflicto armado.
Los Diálogos para la No Continuidad se empezaron a articular desde el 2019 en Arauca, Quibdó, Montería, Barrancabermeja y Bogotá, con el objetivo de indagar sobre las amenazas contra líderes y lideresas defensores de la vida y el territorio en sus regiones.
Para la Comisión de la Verdad, los Diálogos para la No Continuidad y No Repetición buscan profundizar sobre las condiciones y factores que contribuyeron o facilitaron a la persistencia del conflicto armado y la identificación de las causas de la continuidad del mismo en algunas regiones.Los Diálogos están dirigidos a los cuatro territorios priorizados por la Comisión de la Verdad: Bajo Cauca antioqueño, Bajo Atrato, Cauca y Catatumbo.