PANDEMIA,

INSEGURIDAD

Y POBREZA

Lecciones desde las comunidades rurales afectadas por el conflicto

PANDEMIA,

INSEGURIDAD

Y POBREZA

Lecciones desde las comunidades rurales afectadas por el conflicto


Por: Laura Camila Barrios Sabogal, Juan Martín Gómez Perry y Laura Camila Forero García






Durante la contingencia mundial del Covid-19 en Colombia, quedaron en evidencia y se profundizaron grandes problemáticas en materia de salud, seguridad y pobreza a nivel nacional. Esta coyuntura, especialmente, tuvo impactos diferenciados en municipios afectados por el conflicto armado y, sobre todo, en las zonas rurales, donde hay profundas desigualdades y brechas estructurales. Municipios como Buenaventura (Valle del Cauca), La Montañita (Caquetá), y Cabrera (Cundinamarca), además de exponer los riesgos diferenciados de territorios rurales afectados por el conflicto armado, visibilizan la importancia de la organización y estrategias comunitarias para resistir y mitigar los efectos de la pandemia.




Al revisar algunos datos respecto a las condiciones de salud, pobreza y seguridad en las zonas rurales del país, se puede destacar que, para 2019, en estas zonas la densidad de profesionales en salud era de 40,8 por cada 10.000 habitantes, mientras que en las cabeceras era de 102 (Polanco et al., 2021, p. 64). Para el mismo año, se registró que en los centros poblados y en lo rural disperso la pobreza multidimensional llegó a 34,5%, mientras que en las cabeceras fue del 12,3% (Polanco et al., 2021, p. 60). Sumado a esto, un Informe de la Fundación Ideas para la Paz destaca que, para los primeros meses de 2020, en municipios priorizados en el marco del Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) y el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS), programas incluidos en los Acuerdos de Paz con las FARC-EP, aumentaron los desplazamientos forzados respecto al mismo período en 2019. Estos datos reflejan problemáticas ligadas a las disparidades entre lo urbano y lo rural, y algunas de las condiciones de vulnerabilidad que inciden en la capacidad de respuesta de las comunidades ante los retos que planteó la pandemia por el Covid-19.




Las comunidades de Buenaventura, La Montañita y Cabrera son en su mayoría rurales y, al igual que muchas otras en el país, han sido ampliamente afectadas por las dinámicas de la confrontación armada y desigualdades históricas ligadas a la desatención del Estado en el ámbito rural. Esto ha repercutido en la construcción de contextos caracterizados por: una débil capacidad institucional en materia de infraestructura, atención en salud y seguridad; la presencia de actores ilegales y cultivos ilícitos; el acceso limitado a servicios públicos y educación de calidad; altas tasas de informalidad, de desempleo y desprotección laboral, entre otras.




En 2019 "se registró que en los centros poblados y en lo rural disperso la pobreza multidimensional llegó a 34,5%, mientras que en las cabeceras fue del 12,3%".

Bajo el contexto de posacuerdo, se esperaba que estas problemáticas fueran atendidas por el Estado. Esto no ocurrió. Debido a la limitada implementación del Acuerdo de paz y a la llegada del Covid-19, durante la pandemia se profundizaron las desigualdades entre lo urbano y lo rural. Además, se generaron nuevas dinámicas de violencia, en donde las comunidades y los liderazgos sociales quedaron en riesgo entre la salud, la pobreza y la seguridad. Por este motivo, es vital estudiar los impactos tanto negativos como positivos y, particularmente, los aprendizajes que dejó la pandemia frente a las iniciativas desarrolladas por las comunidades desde lo local.




Teniendo en cuenta esta coyuntura, se realizaron tres ejercicios de cartografía social en los territorios mencionados. Estos tuvieron como objetivo visibilizar las estrategias locales que han implementado las comunidades rurales para hacer frente a los retos en torno a la salud, la pobreza y la seguridad que surgieron en el marco de la pandemia y/o que esta profundizó. Se contó con la participación de lideresas y líderes de cada territorio, que por cuestiones de seguridad se mantendrán en anonimato.




En concreto, se desarrollaron mapas de recursos en los que se visibilizan algunos de los principales retos, actores y estrategias inmersos en los territorios según dos temporalidades: contexto inmediato antes de la pandemia y los dos primeros años de esta (2020-2021). Esto, con el fin de poder trazar una cronología de las problemáticas más relevantes que existían en cada una de las dimensiones ya planteadas para así visibilizar los retos que enfrentan actualmente las comunidades. Como resultado central y transversal de los diferentes espacios, se identifica que durante la pandemia, los habitantes de los tres municipios desarrollaron estrategias comunitarias y solidarias que resultaron eficaces para mitigar algunos de los efectos de la pandemia. Se observa que esta coyuntura tuvo también impactos positivos sobre las comunidades, visibilizando la importancia del sector rural del país en cuanto a la creación, el fortalecimiento y el retorno a procesos organizativos ligados a métodos propios para proteger la salud, evitar el hambre y valorar el conocimiento sobre su propio territorio.




"Se identifica que durante la pandemia, los habitantes de los tres municipios desarrollaron estrategias comunitarias y solidarias que resultaron eficaces para mitigar algunos de los efectos de la pandemia".

Sin embargo, tales procesos siguen estando ampliamente limitados y no son suficientes para cerrar las brechas estructurales en materia de precariedad en infraestructura en salud, malla vial, acceso a servicios públicos, aumento de la informalidad laboral y deficiencia en el acceso a educación de calidad. La organización comunitaria se encuentra muy limitada en lo que respecta al aumento de la presencia de diversos grupos al margen de la ley en los municipios de Buenaventura y La Montañita; y del microtráfico en Cabrera. Por tal razón, plantean múltiples estrategias que hacen un llamado a la acción a diversas instituciones gubernamentales.




Estos ejercicios cartográficos se insertan como una propuesta de análisis sobre la pandemia, aportando a la comprensión de las afectaciones y, sobre todo, permitiendo identificar las estrategias comunitarias indispensables a la hora de pensar en la coyuntura del país y lo relacionado a la implementación del Acuerdo de paz, especialmente frente a la Reforma Rural Integral. En el presente especial multimedia, se presentan dos mapas de recursos por cada municipio. A partir de estos, se exponen las estrategias que se construyeron colectivamente en los territorios para afrontar los retos de la pandemia. Se espera que este ejercicio sirva como insumo para la elaboración de un plan de ruta a corto, mediano y largo plazo tanto a nivel local como nacional.




Igualmente, se presenta un acercamiento a la visión institucional durante la pandemia para poder tener un panorama más amplio de sus afectaciones en los municipios de análisis. En concreto, se realizaron entrevistas semiestructuradas a cuatro funcionarios públicos por cada municipio, con el fin de complementar o contrastar lo que establecieron las comunidades. En ese sentido, los profesionales están vinculados a las áreas de salud, seguridad y pobreza, quienes también se mantendrán en anonimato para proteger su seguridad. Estas entrevistas sirven como complemento frente a lo encontrado con las comunidades durante los talleres, más no como insumo principal de análisis.




Por último, se resalta que esta investigación tiene un énfasis descriptivo en el que prevalecen las voces de las comunidades con el propósito de brindar un contexto detallado en torno a las afectaciones que tuvieron y los métodos de resistencia propios que emplearon. En ese sentido, se hace un llamado a los lectores para que, desde una mirada comparada, identifiquen y analicen las similitudes y diferencias entre estos territorios.







Este especial multimedia hace parte del proyecto más amplio titulado Comunidades en riesgo: retos para la protección de la vida entre la pandemia y la seguridad, financiado por la Sociedad Alemana de Investigación (Deutsche Forschungsgemeinschaft) y el Instituto Colombo-Alemán para la Paz (CAPAZ). Fue elaborada por investigadores de la Universidad del Rosario y el medio Rutas del Conflicto, en apoyo con la Universidad Javeriana de Bogotá y la Universidad Leipzig en Alemania.