Carlos Fernando Mateus, alias 'Paquita' estaba sentado en la sala de un apartamento en Bogotá cuando atendió la entrevista. Allí hizo chistes sobre el partido de Argentina contra Perú en las eliminatorias para la Copa Mundial de Fútbol que sonaba de fondo. Es un hombre burlón que utiliza gafas para leer cuando habla de temas serios y no puede tener una entrevista sin anotar todo lo que se dice. Cualquiera, por su amabilidad, pensaría que en su pasado no fue un jefe paramilitar, pero hace una década salió de prisión tras pagar por los delitos que cometió como comandante financiero del Frente Sur Andaquíes.
Alias 'Paquita' aseguró que, antes de cumplirse un año de su llegada a la región, los integrantes de las estaciones de Policía de los cascos urbanos de cada municipio ya recibían un pago doble cada mes. Uno era aquel que por ley les era entregado, y el otro eran sumas variables que cubría el Frente para garantizar el uso de armas, uniformes y radio teléfonos por parte de los paramilitares. Además, el frente les daba dinero a la Policía si les avisaban sobre sujetos sospechosos de ser insurgentes y si les entregaban los detenidos que la Policía no podía judicializar. “En conclusión, nosotros pagábamos para que nos ayudaran con todo lo que necesitábamos”, afirmó 'Paquita'.
A veces esa doble nómina podía superar los $20 millones por estación, sumando los salarios de ley y los pagos de “impuestos” a las AUC. En el 2002 Jaime, el otro de los jefes financieros del Frente, había huido del actuar paramilitar por una amenaza que le hizo uno de sus compañeros. En el proceso en el que se desmovilizó, la Fiscalía General de la Nación lo hizo partícipe en investigaciones requeridas por la entidad* entre las que se incautaron computadores del grupo incluido el de 'Paquita', que tenían información codificada de los pagos que le hacían a la Policía, bajo el nombre de “polémica”.
*El documento es un permiso del Ministerio del Interior y de Justicia, siendo los encargados del programa de protección de testigos, en el que autentican que Jaime colaboró en investigaciones.
Declaración de uno de los integrantes del Bloque Central Bolívar participante de Justicia y Paz detallando las situaciones en las que se pagaban a los miembros de la Policía, en la Sentencia Condenatoria del BCB. Pese a que los hechos relatados no son en Caquetá, fue una práctica sistemática del grupo paramilitar.
“Podían ser $5 o hasta $10 millones lo que les pagábamos, eso iba variando según el mes”, explicó Jaime sobre la relación 'financiera' que, según él, mantenían con la Policía en Caquetá. Por su parte, alias 'Paquita' agregó que usualmente esos “salarios adicionales” se pagaban directamente a los comandantes de las estaciones.
Aunque la redacción de Rutas del Conflicto envió un derecho de petición a la Policía y al Ejército para saber quiénes eran los uniformados que se encontraban en ese momento en Belén de los Andaquíes y poblaciones cercanas, no fue posible obtener la información.
Pese a que se pidió información de la compulsa de copias de la sentencia final del Bloque Central Bolívar con el fin de conocer si algún uniformado estuvo o está investigado, estas instituciones negaron la información al argumentar que los periodistas no eran víctimas de ese grupo armado.
Esa relación entre paramilitares y fuerza pública era, desde el 2001, de constante comunicación entre las partes. (El documento hipervinculado es parte de una entrevista que el Centro Nacional de Memoria Histórica le hizo a alias 'Paquita' mientras estaba preso). Cuando el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía (CTI) realizó la exhumación de 36 cuerpos, miembros del Frente Sur de Andaquíes, estacionados en Puerto Torres, fueron advertidos para que se replegaran y permitieran que se realizaran las labores de levantamiento de los restos.
En una sentencia de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá quedó registrado que, a pesar de que no era una orden institucional colaborar con grupos paramilitares, sí se observan casos que dan cuenta de la sistematicidad de las alianzas entre la fuerza pública y las AUC, a través de las versiones y testimonios que dieron los desmovilizados. En dicho documento, que fue aceptado sin más revisiones en el 2016, se declaró la duración de las condenas de los exparamilitares y se estableció la connivencia entre el Estado y miembros del BCB en zonas de influencia de este grupo.
Carlos Fernando Mateus frunció el ceño al recordar un suceso particular. Se acomodó en la silla y relató: “Había un comandante que tenía el alias de 'Peruano'. El comandante no era tan 'elegante' [expresión que él usa para referirse a lo bueno] en el trato con civiles y la fuerza pública, hacía las cosas de manera burda. Una vez él subió a Belén y tenía puesto un pantalón camuflado, una camisetilla y llevaba una pistola. Él sí llegó mostrando el arma a hablar directamente con un comandante, hasta le ofreció whisky en un bar concurrido”, aseguró 'Paquita'.
“Un comandante del Ejército me llamó furibundo a preguntarme quién era ese tipo. Cuando yo le contesté que era un activo paramilitar, el comandante del Ejército me dijo con rabia que debían recordarle cuál era su lugar”, contó 'Paquita'. Finalmente, para demostrar quién era el que tenía más poder, según el relato el exjefe paramilitar, el comandante del Ejército decidió matar a dos de los subalternos del comandante 'Peruano': “A esos muchachos los pasaron como si fueran bajas en combate, y aún se están investigando esos positivos”. Con esa expresión, Mateus se refiere a paramilitares asesinados por el Ejército presentados como bajas en combate, por parte de miembros de la fuerza pública, un fenómeno que en el país se conoce como falsos positivos.
*Los nombres de las fuentes fueron modificados por motivos de seguridad.