Ser mujer y ejercer un liderazgo social en Colombia es una labor que se hace con el corazón y las uñas. Es trabajar de sol a sol por la comunidad mientras sus familias se quedan en casa esperando su regreso. Muchas de ellas son juzgadas por abandono familiar, a muchas otras las dejan sus parejas alegando falta de atenciones. A pesar de todo, su lucha continúa, también sus ganas de salir adelante y su insistencia por el reconocimiento de unos derechos que les han sido negados por años. Ellas son el rostro mismo de la lucha, pero sobre todo de la resiliencia, de caerse y levantarse para seguir caminando con firmeza, a pesar del dolor y las injusticias.

Vista Hermosa es un municipio del suroccidente del Meta, ubicado a 3 horas aproximadamente de Villavicencio, capital del departamento. Su nombre se debe a que desde allí se puede observar La Sierra de la Macarena, el levantamiento geológico más extenso hacia el occidente del Escudo Guayanés, el levantamiento geológico más extenso hacia el occidente del Escudo Guayanés, el cual integra una parte importante de la jurisdicción del municipio. Además, Vista Hermosa alberga 75 veredas en donde habitan más de 26 mil personas de diferentes partes del país. Este es un municipio que como muchos otros en Colombia, ha vivido de cerca la guerra y sus impactos, pero que con el paso del tiempo y gracias al esfuerzo de su gente, se ha reconstruido y lo sigue haciendo día a día.

Este especial multimedia recoge las historias de algunas lideresas de Vista Hermosa que a pesar de tener heridas a causa del conflicto armado, se han convertido en mujeres luchadoras y ejemplares. La primera parte, “Así recuerdan ellas la guerra”, reúne memorias sobre sus experiencias durante los años más difíciles de la guerra y de cómo vivieron momentos específicos de esta en el municipio. La segunda parte, “Hilando resistencias”, habla de quiénes son estas mujeres, cómo llegaron a convertirse en lideresas y qué están haciendo por su comunidad.

Para terminar, la última parte, “Con las uñas y el corazón”, reflexiona sobre las dificultades y retos que implica ser lideresa en un pueblo atravesado por el machismo, pero también de cómo la financiación de proyectos en algunos casos, puede fragmentar sus liderazgos o generar tensiones entre ellas. Esta parte también resalta aquello que les da fortaleza y las llena de esperanza para seguir luchando.

*Haga clic en cada una de las fotos para conocer las historias.