Catalina Gómez, chef del restaurante Sheraton, ubicado en Bogotá, cuenta que los platos tradicionales colombianos son la mezcla de ricos y diversos alimentos. Son el resultado de una amplia competencia gastronómica, demanda turística, del desplazamiento interno por razones económicas o por conflicto armado, legados generacionales, de los territorios, sus poblaciones, comunidades, entre otros. Por eso, doña Silvia, Sandra, Otilia y Carmen, han compartido su apropiación de la cocina y los sabores de sus tierras, que las ha llevado a innovar y transformar sus recetas en los territorios de acogida.

Los sabores de Doña Silvia

Creció cuando el periodo de La Violencia se tomaba Boyacá, en donde se casó con un militar que por su trabajo la llevó a Villavicencio, y de allí fue desplazada a la ciudad de Bogotá.

Los sabores de Sandra

Sandra fue desplazada con su familia dos veces, la primera vez dejó su finca en la región del Catatumbo para irse a un refugio, y la segunda fue cuando tuvo que salir definitivamente a Ocaña.

Los sabores de Otilia

De Mapiripán salió esta líder social amenazada por grupos armados a San José del Guaviare.

Los sabores de Cármen

Desde Barbacoas, llegó a Cali desplazada por la violencia a resistir y cuidar los sabores del Pacífico colombiano.